En 2019 vivimos una primavera climática que pareció un sueño, surgieron movimientos y colectivos que se agruparon y colaboraron junto a otros que ya llevaban tiempo reclamando el protagonismo que el asunto medioambiental merece. Por fin, la emergencia climática fue tratada como tal y no se relegó el tema a minutos residuales de informativos. Las noticias sobre cambio climático llegaron a los medios de comunicación generalistas y atisbamos cierta conciencia social sobre la necesidad de exigir a los políticos las medidas necesarias para evitar una catástrofe que, según el último informe del IPCC, será prácticamente inevitable.
Parecía que la información sobre la gravedad del tema, gravedad que a veces queremos rebajar por no caer en la inacción a la que puede llevar la idea de catastrofismo, calaba y que por fin se entendía que el planeta podría (puede) seguir sin los humanos como especie. Son los seres humanos los que verán su calidad de vida –entendida en los parámetros de salud física y emocional y de seguridad– la que se verá mermada en función de la afectación de los cambios producidos por el calentamiento global , una afectación que, como en todo, será desigual.
La cuestión es que tras este auge que llenaba calles y noticias y que parecía ser el medio para presionar y alcanzar las medidas necesarias, llegó la pandemia. Con el COVID-19 los que teníamos hogar nos quedamos en él, y la crisis climática quedó relegada de los medios. Muchos colectivos siguieron trabajando, uno de ellos fue Teachers For Future Spain-Profes por el Futuro nacido poco antes de la primavera climática pero que encontró en ella la fuerza y empuje para sumar y trabajar .
El colectivo, compuesto por docentes de todas las etapas educativas que dedican su tiempo libre a generar material y promover acciones, tuvo su I Encuentro Nacional de forma presencial el pasado fin de semana 1 y 2 de octubre en el Real Jardín Botánico de Madrid. A él acudieron docentes de todo el territorio nacional, que dedicaron el fin de semana a compartir y aprender. Por su lado, asistieron diferentes representantes de instituciones. Federico Buyolo, Francisco Heras y Reyes del Río, en nombre del Ministerio de Educación, Oficina Española de Cambio Climático y la Fundación Biodiversidad, respectivamente, que mostraron su apoyo en el evento.
El cartel, muy variado, pretendía abarcar la ciencia, la comunicación y la docencia, pilares básicos para abarcar el asunto climático en toda su dimensión. Desde el lado de la comunicación Josefina Maestre habló de la importancia de la existencia de los periodistas ambientales, y de su lucha por dedicar en diferentes espacios contenidos de corte ambientalista. Mario Viciosa habló de la importancia de educar en la información fiable, contra la desinformación y fake news, y destacó la importancia de la infancia en su papel sensibilizador y comunicador en los problemas del medioambiente. María José Parejo acompañó las presentaciones del sábado tarde y cerró el evento aludiendo a la naturaleza y la importancia de su cuidado y de transmitir esa necesidad de cuidado desde las aulas.
Así mismo, se produjo el encuentro de científicos y profesores de universidad de diferentes ámbitos. Por una parte, Salustiano Torres (Real Jardín Botánico-CSIC) referenciaba como docentes y alumnado soportan temperaturas insalubres en edificios con construcciones deficientes que no están adaptados a las temperaturas actuales y cómo, una vez más la solución puede estar en la naturaleza mediante techumbres vegetales o toldos que bajen la temperatura sin tener que recurrir a nuevos consumos energéticos de la mano del aire acondicionado. Susana Sastre (Universidad Politécnica de Madrid) hacía referencia a acercar la ciencia a la ciudadanía mediante programas de control de CO2 y calidad de aire. Esteban de Manuel, de la Universidad de Sevilla, compartía una experiencia que demuestra que soñar por un mundo mejor puede materializarse en una propuesta con soluciones, es el caso de Torreblanca Ilumina, la comunidad energética y educativa del barrio sevillano de Torreblanca. Estas tres iniciativas forman parte de Schools For Change, una iniciativa del colectivo Teachers For Future Spain que busca que los ayuntamientos se impliquen en cambios desde los centros educativos, que localicen un problema en su localidad y lo pongan sobre la mesa para que se busquen soluciones participativas desde los centros educativos. Estas soluciones en función de su tipología versarían sobre las anteriormente expuestas y contarían con el apoyo y asesoramiento de los expertos. El compromiso que se pide a los ayuntamientos es que se impliquen en este proceso y comprometan una cantidad de su presupuesto municipal para materializar esa solución propuesta desde las aulas.
También desde el ámbito científico, Fernado Valladares (CSIC) explicó la importancia de la comunicación del cambio climático, ya que como antes se comentó, ante unos datos hecatómbicos se puede caer en el pensamiento de que ya no hay nada que hacer, frente a esto, se propone un mensaje positivo que lleve a la acción: “¿Cuántas vidas se pueden salvar todavía si actuamos ya?”
Que la diversidad nos enriquece y nos ofrece diferentes puntos de vista para crecer en pensamiento y tolerancia, es algo que deberíamos tener presente . Es la máxima también del colectivo de docentes; y es por ello que se abre a colaborar con toda aquella institución, asociación, colectivo, etc que tenga ganas de hacerlo por el bien común, por la justicia climática, por la justicia social. De estos motivos nació la colaboración con Open Arms. Una colaboración que busca elaborar materiales educativos sobre refugiados climáticos. De la mano de Angeles Schjaerr de Open Arms, conocimos su labor de la ONG, y la relación del clima con la escasez o los conflictos armados que obliga a miles de personas a abandonar sus hogares aún a riesgo de dejar su vida en el intento.
Otro ejemplo de colaboración diversa vino de la mano de la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Mérida. Una escuela que buscó el compromiso ambientalista de la mano del profesor Daniel Hervás y que mediante el trabajo con sus alumnas Ana Belén Morillo, María Rivera y Natalia Porrino ofrecieron al colectivo un rediseño de identidad buscando una imagen desde la colaboración. Las alumnas se formaron en cambio climático, en la labor de TFFS y desarrollaron así el trabajo que expusieron en el evento.
El encuentro contó, por supuesto, con exposiciones del ámbito educativo, con experiencias de infantil, primaria y secundaria de diferentes puntos de la geografía nacional. Se expuso la Propuesta de Currículo Ecosocial que nacida de un grupo de trabajo del colectivo y que se llevó ante el Ministerio de Educación para su consideración en el desarrollo de la LOMLOE. Servidora, explicó que educar en relación al cuidado del medioambiente, o contra el cambio climático, pasa por recordar que vivimos en una sociedad democrática que nos da herramientas, y que la participación social es un derecho. Pero cuando las soluciones ya no están en las manos de la ciudadanía y el tiempo apremia y deben ser los políticos los que tomen medidas urgentes, la ciudadanía puede tomar herramientas democráticas como el derecho a la manifestación para recordarles a los mandatarios que cumplan con sus obligaciones. El alumnado puede aprender conductas y hábitos más respetuosas con el planeta que incidan directamente en su salud, pero no podemos poner en su mochila también la responsabilidad de buscar una solución a este problema acuciante ni esperar a que se incorporen a la sociedad en una vida activa como adultos para tomar soluciones. Estas se requieren ya, los estudiantes pueden formarse para apreciar el patrimonio natural y querer protegerlo, pueden desarrollar hábitos y actitudes por la sostenibilidad, aspectos sobre los que trabaja Teachers For Future Spain, pero no tienen más poder de acción que las formas de presión a las personas que pueden tomar decisiones contundentes sobre el tema, decisiones que les garanticen un futuro digno, un futuro sin catástrofes ambientales, un futuro en un medioambiente sano. Este es su derecho y el de todas las personas tal y como se refleja en la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 y que se reitera en España en el artículo 45 de su Constitución .
2