Las 8 atracciones extremas para recorrer África

Deadvlei es un lago seco de arcilla blanca localizado en Namibia

Adrián Roque

3 de febrero de 2025 10:32 h

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África, el continente peor contado y tratado por los medios. Las noticias que más proliferan reducen sus tierras a guerras, enfermedades y hambre, o las exaltan al tradicional safari, sus animales salvajes y el ideal viaje postcolonialista. Como dijo el Ryszard Kapuscinski, pionero y uno de los mejores periodistas en tierras africanas, “sólo por una convención reduccionista decimos África. En la realidad, salvo por el nombre geográfico, África no existe”. 

África es el continente con más Estados, mayor diversidad y -tristemente- menos conocido del planeta. Es cierto que los países magrebíes y Egipto han cogido fuerza como destino turístico en los últimos años por su historia, arquitectura y gastronomía; así como Uganda, Kenia y Tanzania por su extensa sabana y paisajística. Pero el territorio africano puede ofrecer mucho más.

África, mucho más que un safari

Hablar de turismo en África es hablar, inevitablemente, de sus impresionantes parques naturales. Sin embargo, reducir el continente a esta imagen es perderse una infinidad de experiencias que van mucho más allá del avistamiento de leones, jirafas o elefantes. Además, esta sobreexposición de las zonas habitadas por animales exóticos promueve la caza furtiva -realizada en parte por autóctonos para su venta a compradores occidentales- y la caza legal -liderada por europeos y norteamericanos que ven el continente como un lugar donde asesinar animales salvajes sin repercusiones legislativas-. 

Sus playas ya se han convertido en el idilio de los surfistas más atrevidos por sus inmensas olas, sus desiertos -del Sáhara, del Kalahari y del Namib- son una oportunidad perfecta para hacer sandsurf y recorrer en quad sus dunas, lagos que ofrecen colores y tradiciones pesqueras muy alejadas de las nuestras, y todo tipo de rincones para quienes buscan desafiar su propio límite. 

Las 8 experiencias más extremas en África

Para los viajeros y las viajeras que buscan emociones fuertes, África es un verdadero parque de atracciones natural. Te presentamos algunas de las experiencias más extremas y sorprendentes que puedes vivir en el continente:

  1. Benín, el mercado más grande de África. Entre las calles de la ciudad de Cotonú encontramos el mercado de Dantokpa, el más grande de toda la subregión africana y el más importante para el culto animista de todo el continente. Dantokpa en la lengua fon significa a la orilla de la laguna de Dan, la deidad que protege el lugar. Entre sus callejuelas encontrarás, si consigues hacerte con la venia de sus mercaderes, las zonas secretas de fetiches vudú y magia negra.
  2. Etiopía, ser vecino de las hienas. En la ciudad amurallada de Harar, la convivencia con las hienas es parte de la vida cotidiana. Al caer la noche, estas criaturas recorren los callejones en busca de alimento, una imagen tan espeluznante como fascinante que se grabará en tu retina si te atreves a dar un paseo nocturno. 
  3. Etiopía, la iglesia más peligrosa del mundo. La iglesia de Abuna Yemata Guh, en la región de Tigray, es un templo tallado en lo alto de un acantilado. Su acceso es todo un reto: hay que escalar una pared vertical sin cuerdas y caminar sobre una angosta cornisa con una inmensa caída. La recompensa no es para menos, y es que dicen que desde ella tendrás la panorámica más impactante de Etiopía.
  4. Kenia, el color del mar de Jade. Es cierto que el trayecto hasta las orillas del lago Turkana no es fácil. Pero tras un viaje en camión largo y agotador llegarás hasta este oasis de aguas color esmeralda, rodeado de un paisaje volcánico impactante que no te querrás perder.
  5. Liberia, el surf bioluminiscente. Las olas de Robertsport, en Liberia, se han convertido en el lugar favorito de los surfistas. Con playas vírgenes kilométricas, montar sus aguas es una experiencia única, especialmente de noche, cuando las olas brillan con un misterioso resplandor fosforescente por su bioluminiscencia.
  6. Namibia, dunas inacabables. No hace falta entrar en un parque nacional para disfrutar del desierto del Namib. Si ya has viajado por las orillas del Sáhara en el Magreb, las dunas al sur de Swakopmund os ofrecerán un espectáculo fascinante, con arenas que “cantan” bajo los pies gracias a su peculiar composición.
  7. Sudáfrica, los colores de Namakawa. A finales de verano, el semidesierto de Namakwa en Sudáfrica se transforma en un manto de flores silvestres que tiñe el paisaje de colores vibrantes. La conversión del paisaje árido en un auténtico cuadro impresionista atrae a viajeros de todas partes.
  8. Zambia, bañarte en el fin del mundo. La Devil's Pool -nombre que le viene como anillo al dedo- en la isla Livingstone, es una piscina natural que permite a los viajeros nadar al límite de las grandiosas cataratas Victoria. La sensación de estar al borde de una caída de más de 100 metros con el rugido del agua de fondo es indescriptible.
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