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El Big Sur, un viaje por el tramo más espectacular de la State Route 1 de California

El Bixby Bridge en el Big Sur

Roberto Ruiz

Todo viaje por la Costa Oeste de Estados Unidos tiene unos tramos imprescindibles que recorrer, y el Big Sur, a lo largo de la costa de California, es sin duda uno de ellos. Entre San Francisco y Los Ángeles, a lo largo de la State Route 1 y siguiendo los acantilados bañados por el Pacífico, la zona del Big Sur comprende desde Monterrey hasta Morro Bay. Y para muchos es uno de los recorridos más bonitos que se pueden hacer en todo el país.

El Big Sur no es famoso solo por sus paisajes de postal, sino también por albergar reservas naturales, playas, bosques, pueblos, puentes, fauna marina y miradores a los que debemos dedicar, al menos, un par de días de nuestro tiempo. Una carretera que merece la pena visitar sin prisas para poder pararnos en cada uno de los puntos de interés que encontraremos a nuestro paso, que no serán pocos.

Aquí la orografía es abrupta, iremos sorteando las subidas y bajadas de las montañas de Santa Lucía, con acantilados que aguantan los embates de un Pacífico que, a pesar de no hacer mucho honor a su nombre, luce una mezcla de azules que hace de cada fotografía una obra de arte. Partiendo desde Monterrey, a 120 millas al sur de San Francisco, y hasta llegar a Morro Bay, a 200 millas al norte de Los Ángeles, estos son algunos de los puntos que harán de nuestro paso por el Big Sur un viaje inolvidable.

Carmel by the Sea

Carmel by the Sea es un pequeño y coqueto pueblo cercano a Monterrey. Un lugar lleno de casas encantadoras, fruto de algunas grandes fortunas estadounidenses, y cuyas calles transmiten paz, tranquilidad y perfección. La playa es preciosa y Ocean Avenue es la zona de tiendas y recuerdos, hay varias cafeterías y restaurantes donde merece la pena tomarse algo. Otro de los puntos de interés es la Misión de San Carlos Borromeo de Carmelo, que al ser fundada en 1770 por Fray Junípero Serra es la segunda más antigua del país. Sirva como anécdota, siempre llama la atención saber que Clint Eastwood fue alcalde de Carmel by the Sea de 1986 a 1988. 

Point Lobos

Point Lobos es una Reserva Estatal en la que debemos hacer un alto en el camino. Paseando por sus senderos podremos acercarnos a la costa y asomarnos a sus acantilados. Desde diferentes miradores podremos ver lobos marinos, focas, nutrias, diversas aves marinas y, con suerte, quizá incluso alguna ballena gris a lo lejos. Point Lobos está considerada como una de las mejores reservas de todo el estado de California y al tratarse de un parque estatal se ha de pagar una entrada de 10 US$ por persona.

Rocky Creek Bridge

Vas a atravesar varios puentes a lo largo de todo el Big Sur y, si vienes desde el norte, este será el primero de ellos. Antes de cruzarlo hay un pequeño mirador desde donde se consigue la mejor perspectiva, fue construido en 1932 y, aunque no es el más famoso, sí merece la pena detenerse a contemplarlo. El entorno de por sí ya merece la pena la parada. 

Bixby Bridge

Con todos los respetos para el Rocky Creek Bridge, el Bixby Bridge es el puente verdaderamente famoso del Big Sur. Si conoces la serie ‘Big Little Lies’ te habrás hartado de verlo y no podrás evitar tararear su melodía cuando estés frente a él, y veas cómo su estructura de hormigón salva el cortado de los acantilados. También hay lugar donde aparcar y detenernos a capturarlo con nuestra cámara. 

McWay Falls

Llegamos a uno de los puntos más bonitos de todo el Big Sur. Si cualquier momento en el que nos asomemos a los acantilados nos dejará una panorámica para un atardecer idílico, en McWay Falls lo será más aún. Aquí una cascada de 24 metros se precipita sobre la playa, cayendo directamente sobre la arena salvo cuando en marea alta las olas llegan hasta las rocas. Es uno de los puntos más llamativos del Julia Pfeiffer Burns State Park, donde también es recomendable entrar y caminar hasta las Canyon Falls si tuviéramos tiempo. 

Point Piedras Blancas

Piedras Blancas es uno de los sitios más especiales del Big Sur. Por aquí pasan unos 24.000 elefantes marinos cada temporada y podrás verlos en esta playa en cualquier época del año. En enero es cuando nace un mayor número de crías, a comienzos de mayo pillarás a las hembras y a los jóvenes mudando el pelaje y a principios de noviembre llegan los machos, ejemplares que pueden medir entre 4 y 5 metros y alcanzar los 2.300 kilos. Verlos sobre la arena, tan cerca de los miradores y en semejante número, es todo un espectáculo. Para hacerte una idea aquí tienes una webcam que te muestra la playa las 24 horas del día. 

Desde este punto en menos de 10 km habremos llegado a San Simeón, y un poco más adelante a Morro Bay, donde el Big Sur llega a su fin. Desde ahí podremos continuar nuestro viaje hasta San Francisco pasando por otros puntos de interés como San Luis Obispo o el peculiar pueblo de Solvang. Fue fundado en 1911 por maestros daneses, sus calles y casas nos trasladan a Dinamarca y, por faltar, no le falta ni una réplica de la Sirenita de Copenhague.

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