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La Diada de un activista vecinal: “Hoy salir a la Meridiana también es defender el barrio”

El veterano activista, en el tramo 1 de la Via Lliure 2015 / SANDRA LÁZARO

Jordi Molina

Barcelona —

A las cuatro de la tarde se ha puesto la camiseta de la Via Lliure 2015 y ha salido de su piso de la Rambla de Fabra i Puig con su mujer, Pepa, de la mano. Santi Serra (Manresa, 1948), veterano activista de Sant Andreu -uno de los 4 distritos que atraviesa la inmensa avenida de la Meridiana-, hoy se siente feliz porque toda Catalunya mira una zona muy reivindicada por él, que compagina su jubilación con la presidencia de la Asociación de Vecinos de Sant Andreu: “¡por fin hemos situado la Meridiana en el mapa!”.

Para Serra la reivindicación de hoy no es tan diferente a la de otros días menos coloridos y mediáticos. “Hoy salir a la calle también es defender el barrio y la soberanía de mis vecinos”. En los últimos días los vecinos de la zona, con Serra al frente, han insistido en los equipamientos sociales previstos desde hace ocho años en los solares de los antiguos cuarteles militares, construidos en época de Primo de Rivera. “¿Cómo puede ser que en los últimos cuatro años lo único que se haya hecho desde el gobierno CiU haya sido la cesión de 5.000 m² a la Hermandad Antiguos Caballeros Legionarios de Barcelona?”, protesta Serra, que pide una residencia para personas mayores y una guardería.

De hecho, Serra ha sido una de las voces más críticas de Sant Andreu con el gobierno de CiU, liderado por el convergente Xavier Trias hasta que perdió las elecciones el pasado mayo. “Se ha invertido en barrios ricos, aquí, donde vive la gente normal, no nos han tenido en cuenta”, lamenta. Mientras llegamos a la confluencia de la calle de la Riereta de Sant Andreu con la Meridiana, donde tiene su tramo de la Via lliure asignado, Serra nos cuenta que es uno “de los muchos vecinos de Barcelona” que se emocionó el pasado 24-M. Le brillan los ojos, fuerza la voz para imponerse al ruido de fondo, y como si se lo tuviera aprendido de memoria, recita: “una oleada de aire fresco entró en el Ayuntamiento”. Y es que para este activista todo forma parte de un momento clave en la historia. “La ciudadanía tiene la palabra, lo de hoy es maravilloso”, explica mientras señala un hombre que lleva a hombros a su hija.

Serra no rehuye las preguntas sobre política, en pleno inicio de la campaña electoral para las elecciones del 27-S. Celebra que Junts pel Sí cobije gente diferente y que “puedan superar diferencias”, aunque, según nos cuenta “no es su fórmula predilecta”. “Para mí CiU, o ahora CDC, siempre ha sido la derecha catalana. Aliado eterno de la derecha española. Amiga del PP”, reflexiona. Eso sí, no permite que se equipare el movimiento soberanista, “un proceso sobre todo popular”, con ninguna formación, ni mucho menos con ningún líder político. “Quien tiene la palabra es la gente, no Artur Mas”.

Sobre las relaciones con España, este vecino de la Meridiana admite no tener “problema alguno” con los pueblos que la integran. “Una cosa son los gobiernos del PP, y otra los ciudadanos”, señala. “A mi me gustaría tener una relación de igualdad, pero siempre desde la libertad de cada pueblo”, argumenta Serra, que cita Valencia, las Islas Baleares, Euskadi y Galicia como “pueblos hermanos”.

Suenan las 17:14 y comienza a circular el puntero gigante que preside la manifestación y que marca simbólicamente el rumbo hacia la independencia. Dos trincheras de gente se abren dejando libre un pasillo entre la multitud. Serra y su esposa Pepa se abrazan y se besan. La Meridiana se convierte en una explosión de reivindicación, en el escenario improvisado de personas normales que, por un rato, están de acuerdo en algo. Serra, emocionado, nos cuenta que quiere una “República Catalana” y se acuerda de todas las pequeñas carencias de su Sant Andreu del alma. Un barrio “fracturado” por una avenida a menudo llena de coches y que, hoy, por un rato, late con el calor de la gente.

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