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St. Vincent: pop para bailar en un funeral

La cantautora y multiinstrumentista estadounidense St. Vincent

Jesús Rocamora

DISCO DE LA SEMANA

St. Vincent – ‘St. Vincent’

Siguiendo los pasos de esa moderna tradición de músicos barrocos que va desde Talking Heads hasta Björk, Annie Clark lleva años retorciendo el pop hasta lo irreconocible bajo el nombre de St. Vincent. Esa manera de ponerse retos profesionales, de intentar superar cada vez lo hecho con anterioridad y de asumir riesgos le permite ser asociada con la islandesa, con Fiona Apple o con Tori Amos, pero la referencia al grupo de David Byrne tampoco es gratuita: el anterior álbum de Clark, Love This Giant (2012), es un disco de colaboración con Byrne, y es a él a quien remite también su nuevo single, Digital Witness (cuyo videoclip ha sido grabado en Madrid, por cierto) con ese ritmo semiautomático como de marcha militar: es cerebral porque en él todo está pensado, pero también tiene corazón porque lo que busca es emocionar.

En menos de una semana estará en la calle su quinto álbum, titulado St. Vincent, que ha sido definido por la artista como “un disco de baile que podrías poner en un funeral”. Clark arranca dándole al funk mutante (Rattlesnake) y termina entregada al pop celestial (Severed Cross Fingers). Entre medias pasa por el art-rock nervioso (Birth In Reverse) y por bellos arreglos orquestales (I Prefer Your Love), y es capaz de mostrarse elegante (Prince Johnny) y también paranoica y desquiciada (la tremenda Bring Me Your Loves).

Y sigue sorprendiendo con estribillos fantásticos (Psycopath), con giros inesperados (Every Tear Disappears, Regret) y con reflexiones honestas sobre la vida privada de cualquiera, que saltan de pronto ante el oyente como un regalo que tiene dentro una bomba: St. Vincent camina por ese pop tenso, espinoso, metálico y a veces antipático que tiene algo que decirnos porque de lo contrario prefiere no abrir la boca. Como sus trabajos anteriores, puede sonar oscuro, claustrofóbico, apocalíptico, pero en su intento de llevar el pop más no deja de ser pop: resulta divertido y muy disfrutable.

Se puede escuchar de forma íntegra St. Vincent en streaming aquí. St. Vincent actuará en Barcelona en la próxima edición del festival Primavera Sound.

CLÁSICO DE LA SEMANA

Various Artists – ‘Techno! The New Dance sound of Detroit’ / ‘Juan Atkins: 20 Years 1985-2005’

El techno de los años ochenta puede ser una excusa tan buena como la vuelta de RoboCop para hablar del Detroit distópico y de sus máquinas. Según le dijo Juan Atkins al periodista Stuart Cosgrove allá por 1988 para hablar del elemento futurista de su música, “Berry Gordy construyó el sonido Motown según los mismos principios que la cadena de montaje de una planta de Ford. Hoy las fábricas de automóviles usan robots y ordenadores para hacer sus coches y yo estoy más interesado en los robots de Ford que en la música de Gordy”.

Algo parecido decía Derrick May al periodista Tim Barr cuando hablaba de lo que hacía diferente al techno de otras músicas, especialmente del house: “La diferencia es una cuestión de respeto. El house tiene todavía su corazón puesto en la música disco de los setenta. Nosotros no tenemos ningún tipo de respeto por el pasado, en sentido estricto hacemos la música del futuro”. Según Barr, desde su programa de radio Street Beat, May llegó a anunciar que su interés no era precisamente hacer llorar a la gente con la música, con sus cortes o con su técnica. “Nos interesa más educarte para el futuro…”, les decía a sus oyentes.

Como aquel RoboCop frente al RoboCop de 2014, hoy aquel techno primitivo suena encantadoramente lo-fi y un poco a lata, parece nacer, como así es, de una tecnología superada. Este techno sigue siendo el equivalente a la ciencia-ficción en la música y mantiene su vigor, aunque ha devenido en ciencia-ficción clásica y desfasada: son los cables de una época en que todo es inalámbrico, son los pitidos de una nave espacial que se resiste a caer víctima de la obsolescencia programada. Es una anomalía. Una equivocación. “La música [del techno] es como Detroit. Es un completo error. Es como si George Clinton y Kraftwerk estuvieran atrapados en un ascensor con la única compañía de un secuenciador”, según Derrick May.

Los locos de los chasquidos analógicos y del ritmo primitivo tienen a su disposición recopilatorios que funcionan como pequeñas naves espaciales destartaladas, como son Techno! The New Dance sound of Detroit (1988) y Juan Atkins: 20 Years 1985-2005 (2005). Aquellos nombres y títulos ya lo decían todo: Cybotron, Model 500, No UFO's , Future, Cosmic Cars, Electronic Dance, Techno Music... “El techno fue la integración definitiva del deslumbrante futurismo estético de Kraftwerk con la aplastante realidad de los americanos negros en un Detroit decadente y post-industrial”, como resumió Barr.

VIDEOCLIP DE LA SEMANA

Lily Allen – ‘L8 CMMR’

Nueva temporada de Girls, nueva actualización de su banda sonora. La serie de Lena Dunham arrancó con el año nuevo, y con ella llega un Volumen 2 que incluye canciones de Daniel Johnston, Vampire Weekend, Beck, Cat Power, M. Ward y Oasis, entre otros. También de Lily Allen, que se he puesto naif y peleona, en plan powerpuff girl, y ha entregado un vídeo (y una canción) en la que vuelve a reírse de los hombres y de cierto tipo de mujeres, mientras reinterpreta a su manera algunos videojuegos clásicos.

Allen volvió por sorpresa a finales de 2013 después de estar un par de años alejada de la música (para ejercer a tiempo completo de madre), y regresó repartiendo sopapos contra el machismo de la industria en Hard Out Here, una canción donde dejaba claro de qué lado estaba (“Don't need to shake my ass for you 'cause I've got a brain / If I told you 'bout my sex life, you'd call me a slut / When boys be talking about their bitches, no one's making a fuss”) y cuyo videoclip fue interpretado como una parodia del perreo de Miley Cyrus. Todavía no hay detalles, fecha ni título, de su tercer disco, del que también ha presentado el single Air Balloon, en el que parece una versión inofensiva de MIA.

CANCIÓN DE LA SEMANA

Spiritualized - ‘Always Forgetting With You (The Bridge Song)’

Apunten este recopilatorio de cara al próximo Record Story Day (19 de abril): bajo el nombre de Space Project, la gente de Lefse Records ha invitado a un grupo de artistas a grabar canciones utilizando los sonidos recogidos por las sondas Voyager 1 y Voyager 2 en su viaje por el espacio. Aunque “no se tratan de sonidos en sentido convencional”, según explican sus responsables, “cada planeta está compuesto por diferentes elementos, tiene su propio tamaño y su masa, y por tanto suena de forma única”.

Entre las bandas que se han subido al proyecto están Spiritualized, Beach House, The Antlers, The Holydrug Couple, Youth Lagoon y Jesu, entre otros. Cada grupo se ha encargado de crear los paisajes sonoros para un planeta a partir de las muestras. Primero se dio a conocer la aportación de Youth Lagoon, titulada Worms y realizada a partir de los murmullos y ecos de Uranio. Y ahora le ha tocado el turno a Always Forgetting With You (The Bridge Song) de Spiritualized, que para la ocasión han adoptado el nombre provisional de Spiritualized Mississippi Space Program y que han volado hasta Neptuno.

CONCIERTO DE LA SEMANA

Minifestival 2014

El minifestival de música independiente de Barcelona lleva casi veinte años resistiendo ante el tamaño y las ambiciones de otros mamuts más espectaculares. Aunque su formato es más asequible, no implica un cartel menor: este año han reunido a los resucitados Drugstore, a Nick Garrie y a The Electric Soft Parade como reclamos internacionales, y a Band à Part (Madrid), The Yellow Melodies (Murcia), Mariona Aupí y Ausells (ambos de Barcelona) como representantes nacionales.

Las entradas, a partir de 10 euros, se pueden comprar aquí.

SESIÓN DE LA SEMANA

Nina Kraviz

Del frío y robótico techno de Detroit al más sofocante y humano house de Chicago: estos días también se ha publicado el doble recopilatorio Hardcore Traxx: Dance Mania Records 1986-1997, que quiere documentar la actividad del sello (de Chicago) Dance Mania durante algo más de diez años. En él se pueden encontrar un buen número de clásicos X-rated como 7 Ways de Hercules (y sus siete pasos para calentar y calentarte con el personal en una pista de baile) o Feel My M.F. Bass de Paul Johnson (“Feel my motherfucking bass in your face”).

Si quieren enriquecer este recopilatorio, prueben a añadirle la sesión que la rusa Nina Kraviz ha hecho exclusivamente a partir de vinilos de Dance Mania de su propia colección. Kraviz ha demostrado en muchas ocasiones su amor y respeto por el sello y ha llegado a decir en una entrevista que “a veces creo que mi único propósito como DJ es pinchar discos de Dance Mania”.

EL DEBUT DE LA SEMANA

The Beverleys – ‘The Beverleys EP’

Tres canciones, siete minutos y medio, para qué más: el debut de este trío femenino de punk-grunge de Toronto (Stephanie Lund, batería; Susan Burke, guitarras y voces; Joanna Lund, guitarra y voces) está disponible desde la semana pasada en su Bandcamp por tres dólares, acompañado del videoclip del tema Bad Company. Según ellas, el grupo nació en 2010 de la pura insatisfacción cotidiana, así que decidieron buscar algo de diversión montando una banda. Aunque ninguna supiera tocar ningún instrumento. Y eso es lo que han hecho durante los últimos tres años: los primeros meses se dedicaron a montar ruido con las guitarras y la batería. Y a partir de ahí, a probar, tocar y dar forma a sus primeras canciones.

“Hay mucha gente que no está dispuesta a admitir frente a sí mismas que están insatisfechas. Nosotras no estábamos nada satisfechas con nuestras vidas, ni con nuestras relaciones ni con el trabajo”, decía Burke en una entrevista con el diario Metro. “No éramos felices siguiendo esa mentalidad de ‘acaba de estudiar, consigue un trabajo y matate a trabajar’. Todas nosotras tenemos un trabajo diario, y a veces es piensas: ‘¿Esto es todo? Tiene que haber algo más’”. Según dicen, están preparando su primer álbum, que podría estar listo para otoño.

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