- Médicos Sin Fronteras ha puesto en marcha la campaña ‘Ser humano salva vidas’, que tiene entre sus objetivos conseguir fondos para tratar a más personas amenazadas por la malaria
La catástrofe provocada por el tifón Haiyan en Filipinas ha suscitado una extensa cobertura mediática y una gran movilización para proporcionar ayuda a los damnificados
Otras crisis, como la provocada por la malaria, una de las cinco principales causas de mortalidad infantil en África subsahariana, son más lentas y progresivas y reciben menos atención
Médicos Sin Fronteras ha puesto en marcha la campaña ‘Ser humano salva vidas’, que tiene entre sus objetivos conseguir fondos para tratar a más personas amenazadas por la malaria
En la última década se ha logrado avanzar en la lucha contra la enfermedad. Así, entre 2000 y 2012, la mortalidad por malaria disminuyó en un 45% según el Informe mundial sobre Malaria 2013 de la Organización Mundial de la Salud. La doctora Luisa Carnino examina a Michel un bebé de ocho meses de edad en los brazos su madre Jeanne Elise en el hospital de Niangara en República Democrática del Congo. Michel padecía malaria muy grave y llegó a urgencias en estado crítico. Tres días más tarde, se había recuperado y estaba casi listo para salir del hospital. Fotografía: Robin Meldrum/MSF
En la última década se ha logrado avanzar en la lucha contra la enfermedad. Así, entre 2000 y 2012, la mortalidad por malaria disminuyó en un 45% según el Informe mundial sobre Malaria 2013 de la Organización Mundial de la Salud. La doctora Luisa Carnino examina a Michel un bebé de ocho meses de edad en los brazos su madre Jeanne Elise en el hospital de Niangara en República Democrática del Congo. Michel padecía malaria muy grave y llegó a urgencias en estado crítico. Tres días más tarde, se había recuperado y estaba casi listo para salir del hospital. Fotografía: Robin Meldrum/MSF
La malaria no es una enfermedad complicada ni tiene un tratamiento costoso. Sin embargo, el año pasado, la enfermedad acabó con la vida de 627.000 personas. El 90% de las víctimas vivía en África subsahariana. Mujeres y niños esperan tratamiento en una clínica móvil en República Centroafricana donde es la malaria es una de las principales enfermedades entre los menores de cinco años. Fotografía: Tom Koene
La malaria no es una enfermedad complicada ni tiene un tratamiento costoso. Sin embargo, el año pasado, la enfermedad acabó con la vida de 627.000 personas. El 90% de las víctimas vivía en África subsahariana. Mujeres y niños esperan tratamiento en una clínica móvil en República Centroafricana donde es la malaria es una de las principales enfermedades entre los menores de cinco años. Fotografía: Tom Koene
El año pasado, el 64% de la población mundial con síntomas de malaria se sometió a un test diagnóstico. Prueba rápida de malaria en el hospital de Bossangoa, en República Centroafricana. Fotografía: Ton Koene
El año pasado, el 64% de la población mundial con síntomas de malaria se sometió a un test diagnóstico. Prueba rápida de malaria en el hospital de Bossangoa, en República Centroafricana. Fotografía: Ton Koene
El uso de mosquiteras tratadas con insecticida es una medida de prevención básica para reducir la transmisión del parásito aunque en África subsahariana menos del 50% de las familias que las requieren tiene acceso a ellas. Distribución de mosquiteras en Guinea. Fotografía: Philippe Latour/MSF
El uso de mosquiteras tratadas con insecticida es una medida de prevención básica para reducir la transmisión del parásito aunque en África subsahariana menos del 50% de las familias que las requieren tiene acceso a ellas. Distribución de mosquiteras en Guinea. Fotografía: Philippe Latour/MSF
Cuando la malaria se convierte en severa, los pacientes sufren de anemia y requieren una transfusión de sangre. Un técnico de laboratorio de MSF realiza análisis de sangre para garantizar transfusiones seguras para tratar la anemia relacionada con la malaria. Kinkondja, provincia de Katanga, República Democrática del Congo. Fotografía: Sandra Smiley/MSF
Cuando la malaria se convierte en severa, los pacientes sufren de anemia y requieren una transfusión de sangre. Un técnico de laboratorio de MSF realiza análisis de sangre para garantizar transfusiones seguras para tratar la anemia relacionada con la malaria. Kinkondja, provincia de Katanga, República Democrática del Congo. Fotografía: Sandra Smiley/MSF
El chico de la imagen llegó a la clínica de Médicos Sin Fronteras con malaria grave. Necesitaba una transfusión porque padecía anemia. Su padre pudo donar sangre y tras la transfusión comenzó a recuperarse. Fotografía: Sandra Smiley/MSF
El chico de la imagen llegó a la clínica de Médicos Sin Fronteras con malaria grave. Necesitaba una transfusión porque padecía anemia. Su padre pudo donar sangre y tras la transfusión comenzó a recuperarse. Fotografía: Sandra Smiley/MSF
En Níger, malaria y desnutrición coinciden en el mismo periodo del año –entre los meses de julio a octubre– cuando las familias se enfrentan a la escasez de alimentos y tiene lugar la estación de lluvias, momento en el que proliferan los mosquitos. Personal de Médicos Sin Fronteras mide la circunferencia del brazo de una niña para conocer su estado nutricional. Fotografía: Juan Carlos Tomasi
En Níger, malaria y desnutrición coinciden en el mismo periodo del año –entre los meses de julio a octubre– cuando las familias se enfrentan a la escasez de alimentos y tiene lugar la estación de lluvias, momento en el que proliferan los mosquitos. Personal de Médicos Sin Fronteras mide la circunferencia del brazo de una niña para conocer su estado nutricional. Fotografía: Juan Carlos Tomasi
Malaria y desnutrición forman un círculo vicioso: sin acceso a alimentos ricos en micronutrientes, muchos niños sufren de desnutrición. Los niños desnutridos son más susceptibles a contraer una malaria con complicaciones. La malaria, por su parte, debilita el metabolismo y conduce a la pérdida de apetito. Ambas enfermedades tienen muchas posibilidades de acabar asociándose. Fotografía: Juan Carlos Tomasi
Malaria y desnutrición forman un círculo vicioso: sin acceso a alimentos ricos en micronutrientes, muchos niños sufren de desnutrición. Los niños desnutridos son más susceptibles a contraer una malaria con complicaciones. La malaria, por su parte, debilita el metabolismo y conduce a la pérdida de apetito. Ambas enfermedades tienen muchas posibilidades de acabar asociándose. Fotografía: Juan Carlos Tomasi
Para evitar que miles de niños lleguen a padecer la enfermedad, los equipos de MSF han llevado a cabo un programa de quimioprevención de la malaria estacional en Níger. Este nuevo enfoque basado en la prevención, puede llegar a reducir los casos de malaria hasta en un 80%. Una madre recoge una de las dosis que forman parte del tratamiento. Fotografía: Juan Carlos Tomasi
Para evitar que miles de niños lleguen a padecer la enfermedad, los equipos de MSF han llevado a cabo un programa de quimioprevención de la malaria estacional en Níger. Este nuevo enfoque basado en la prevención, puede llegar a reducir los casos de malaria hasta en un 80%. Una madre recoge una de las dosis que forman parte del tratamiento. Fotografía: Juan Carlos Tomasi
El tratamiento está dirigido a niños de entre tres meses y cinco años, que reciben tres dosis al mes durante los cuatro meses de la estación lluviosa. Más de 184.000 niños de unas 1.000 aldeas han participado en el programa en el que han intervenido 1.850 agentes comunitarios. Cartillas individuales en las que se anotan las dosis mensuales del tratamiento. Fotografía: Juan Carlos Tomasi
El tratamiento está dirigido a niños de entre tres meses y cinco años, que reciben tres dosis al mes durante los cuatro meses de la estación lluviosa. Más de 184.000 niños de unas 1.000 aldeas han participado en el programa en el que han intervenido 1.850 agentes comunitarios. Cartillas individuales en las que se anotan las dosis mensuales del tratamiento. Fotografía: Juan Carlos Tomasi
Según la OMS, que recomienda este método preventivo, alrededor de 25 millones de niños del Sahel podría protegerse de contraer malaria a través de la quimioprevención de la malaria estacional. Niños esperan a recibir una de las dosis que conforman el tratamiento. Fotografía: Juan Carlos Tomasi