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Extremadura ha hecho el mayor recorte sanitario del país

Manifestación en defensa de la sanidad pública

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Los recortes en sanidad pública han sido una constante en casi todas las comunidades españolas en estos últimos años, y Extremadura ha estado a la cabeza de esos recortes sanitarios en su conjunto y también en personal empleado. Esa es una de las conclusiones más destacadas de un estudio sobre el sector que acaba de elaborar el sindicato CC OO y que publica la revista especializada Gacetamédica.com.

Uno de los primeros recortes sanitarios que llevó a cabo el gobierno de Monago, y de los que mayor rechazo social causó, fue el cierre de numerosos centros de urgencias situadas en el medio rural. Pese a la oposición unánime de casi todos los sectores sanitarios, sindicales y políticos el Ejecutivo cerró 21 puntos de atención continuada reduciendo la atención médica en el entorno rural, precisamente en núcleos con población más envejecida y necesitada de asistencia; además de la bajada de calidad en la atención, esa medida redujo también el empleo en el sector.

Según el estudio ‘Análisis del presupuesto sanitario 2009-2014’, todas las comunidades presentan retrocesos en sus presupuestos sanitarios, aunque en muy diferentes porcentajes.

Extremadura es la que ha sufrido un mayor retroceso en su presupuesto sanitario en estos cinco años, con un bajón del 22 por ciento, y Rioja es la segunda con una caída del 22,4 por ciento, a pesar de la ligera subida lograda este año.

393 millones menos

La Junta de Extremadura ha pasado de dedicar en 2009 una partida total de 1.717 millones de euros a la sanidad, a 1.324 en este 2.014, un retroceso de 393 millones de euros. Ya en los dos últimos años del gobierno socialista de Fernández Vara, la crisis afectó a esta gran partida presupuestaria puesto que entre 2009 y 2011 las cuestas retrocedieron 145 millones, un 8,4 por ciento.

Desde CSI-F Extremadura su responsable de sanidad Emilia Montero asegura que las listas de espera están disparadas como consecuencia del recorte en las plantillas de personal.

Algunas listas están por encima del cien por ciento de lo que tendrían que estar, y por ende por encima de lo que marca la ley. El plan de choque de cinco millones de euros para controlar las demoras desde del Gobierno del PP de Monago ha conseguido controlar un poco la situación, aunque “siguen sin estar dentro de lo normal”.

600 empleados faltan

No hay gente suficiente para cubrir las necesidades y existe un déficit de 600 profesionales sanitarios en el Servicio Extremeño de Salud (SES), según los datos que maneja el sindicato; en enero de este año 2014 había un total de 15.095 trabajadores efectivos, aunque la estructura orgánica aprobada y presupuestada es de 15.771 profesionales.

“Faltan 600 de los que no sabemos qué ha pasado”, acusa Montero, que alega que CSI-F no se opone a las adaptaciones o al reparto de los recursos humanos adecuados a la realidad, pero sí a que se pierdan plazas.

El problema reside en que la tasa de reposición del 10 por ciento no permite incorporar a más trabajadores, y mientras tanto son muchas las plazas de enfermería, celadores o médicos que quedan cubrir. El sindicato pone como ejemplo la baja de un cirujano pediátrico en el hospital de Cáceres, que nunca se ha cubierto, y que ha cargado de trabajo al resto de sus compañeros, a pesar de ser una especialidad clave en la atención a menores.

Quirófano parado

Multitud de ciudadanos ven como no se les está llamando para la realización de pruebas e intervenciones locales, diagnósticas y preventivas, describe UPyD la situación. Como por ejemplo el ámbito ginecológico del área de Mérida, donde el quirófano está parado según ese partido, al no cubrirse las bajas de las plantillas y por lo tanto no haber especialistas. También hay un funcionamiento “iirregular” en atención al paciente, con largas esperas y sin resolución de las consultas.

Estos recortes en la sanidad “por mucho que el Gobierno de Monago lo niegue, son un hecho, y así lo respaldan los diversos informes publicados recientemente”, el último el del XI Informe de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública. La sanidad extremeña, según este documento, es de las más deficientes de España.

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