La Denominación de Origen Protegida “Cereza del Jerte” (Cáceres) ha comenzado a certificar las primeras cerezas acogidas a la DO, concretamente de la variedad “Navalinda”, la única que tiene rabito o pedúnculo certificada en el Valle del Jerte. El Consejo Regulador ha explicado, en un comunicado, que el inicio de la certificación supone la inminente llegada al mercado de las primeras cerezas que cuentan con la contraetiqueta que garantiza su máxima calidad. En cuanto a la campaña actual, el presidente del Consejo Regulador, Ignacio Montero, ha asegurado que las previsiones de campaña para este año son buenas en cuanto a esta variedad se refiere, aunque todo dependerá de las condiciones climatológicas que acompañen en estas fechas. Hasta el momento, el buen tiempo hace pensar que “será una cereza de excelente calidad y con gran sabor”, ha añadido Montero. Aproximadamente el 60 por ciento de la producción de cereza se destina al mercado exterior. Bajo el distintivo de calidad de la Denominación de Origen “Cerezas del Jerte” se ampara la cereza de mesa para su consumo en fresco, entre ellas cuatro variedades tipo picota -Ambrunés, Pico Limón Negro, Pico Negro y Pico Colorado- y la variedad de cereza Navalinda, una cereza muy dulce y que es la primera de la temporada en recibir el reconocimiento y garantías de la DO. A la variedad Navalinda le seguirán las picotas del Jerte, que llegarán a partir de la primera quincena de junio y que estarán en los mercados hasta la primera semana de agosto.