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Las sentencias que tumban la reducción de Religión, claves para los contratos de Filosofía

Curso de formación de profesores de Religión en la Diócesis de Valladolid. Foto: Ángel Cantero. CC-NC

Jesús Conde

El nuevo currículum educativo de Extremadura recortó las horas de Religión católica, aportando más protagonismo a la Filosofía e incorporando materias como Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos como asignaturas de libre configuración autonómica.

Ha permitido nuevas contrataciones para docentes de Filosofía y otras materias. Pero ahora las sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura tumban el currículum. Una situación que deja en ‘terreno pantanoso’ las contrataciones que se han hecho en otras materias según alerta el sindicato CCOO Extremadura. 

Explica Cristina Ramos que se ha configurado un horario y un currículum en favor de asignaturas de las que además se examinan los alumnos en Selectividad. Comisiones Obreras espera que el dictamen del Supremo sea diferente al del TSJEx después de que la Junta haya anunciado que las recurrirá en casación al Tribunal Supremo. De momento el Ejecutivo regional entiende que los efectos prácticos son nulos, a la espera de que el alto tribunal se pronuncie. 

El sindicato no entiende estos fallos judiciales porque, según justifica, en Extremadura se elaboró un decreto educativo “con sumo cuidado”. Dentro de los ‘escasos’ márgenes que marcaba la LOMCE. 

Una cuestión que comparte la Federación Regional Extremeña de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (FREAPA), que defiende que el actual currículo sí cubre el mínimo de tiempo lectivo exigido por la normativa estatal, con la reducción de una hora semanal.

¿Qué dice la sentencia? 

El fallo conocido a mediados de semana, que se ha visto acompañado de otros dos iguales conocidos este sábado, se ampara en el acuerdo España-Santa Sede de 1979, que incluye la enseñanza de Religión en la escuela en las mismas condiciones que otras asignaturas. 

En concreto el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx) considera “desproporcionada” la reducción a la mitad de las horas de clase, e inadmisible la desaparición en segundo de Bachillerato. Una decisión de la sala de Contencioso Administrativo de ese tribunal que da la razón a la Asociación de Padres de Extremadura Escuela Pública, Educación Integral (Apadex). 

Los defensores de una educación laica y aconfesional en Extremadura piensan que la Junta ha actuado dentro de la legalidad. Hasta el punto que las horas lectivas de Religión católica de Extremadura son las mismas que se imparten en los territorios de competencia directa del Gobierno central del PP: Ceuta y Melilla. 

Es decir, que el propio Gobierno de Rajoy, allí donde tiene competencias, mantiene la misma carga lectiva de Religión que en la comunidad extremeña, una comunidad en la que unos jueces tumban el currículum.   

Para el colectivo Extremadura Laica supone un “verdadero disparate” que la misma sala haya rechazado la demanda de los obispos meses atrás en el mismo sentido, y emitan ahora veredictos así. Argumenta que si el currículum extremeño actúa dentro de los márgenes que permite la propia LOMCE, “es la Ley Wert la que está incumpliendo el acuerdo con la Santa Sede, y no Extremadura”. 

Religión, ¿dentro de las aulas? 

Sus detractores piensan que el tema de la religión católica es una cuestión ideológica, si se tiene en cuenta que el currículum educativo que aprobó el gobierno de Monago antes de irse (cuando ya había perdido las elecciones) era mucho más restrictivo que la propia LOMCE, incrementándose la religión en algunos niveles a dos horas, cuando la ley marca una. 

CCOO cree que la presencia de la Religión en las aulas es una cuestión que en algún momento algún Gobierno debería solventar. Recuerda que sus estatutos defienden que la Religión católica esté fuera de los centros públicos. “Queremos separar la educación religiosa de la educación, porque defendemos una educación laica”. 

Una petición a la que se suman los padres de FREAPA, que también exige que no ocupe espacio en la educación pública. “Respetamos al máximos todas las confesiones, siempre lo haremos, pero no queremos Religión en nuestras aulas”, defiende.

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