Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Angrois espera aún por su parque

Vecinos de Angrois, observando los restos del Alvia, al día siguiente del accidente

David Reinero

El 31 de agosto se cumplirán 14 años de la muerte de una niña arrollada por un tren mientras jugaba con sus amigas junto a las vías de Angrois. Aquel accidente supuso la desaparición del parque infantil que existía en las inmediaciones, que no volvió a reaparecer ni cuando, una década después, al construirse el AVE Ourense-Santiago, se vallaron por completo las vías que atraviesan el barrio. Tuvieron que morir otras 79 personas, en el accidente ocurrido hace ahora dos años en la curva de Angrois de esa línea de alta velocidad, para que los vecinos, convertidos en héroes, viesen al fin escuchada su petición de volver a contar con un espacio de disfrute público. Pero tendrán que esperar, porque la Administración funciona a su propio ritmo y dos años después las obras aún no han pasado de la fase de catas arqueológicas.

Tras el accidente de Angrois de hace dos años, los vecinos del barrio fueron los primeros que se lanzaron a las vías a socorrer a las víctimas. Luego los políticos y los medios de comunicación se encargaron de convertirlos en héroes por algo que ellos no consideran extraordinario, que haría cualquier persona. Así que a las administraciones no les quedó más remedio que prometer que atenderían al fin las viejas reclamaciones del barrio, y al parque infantil sumaron un nuevo espacio para las fiestas de la parroquia, porque el pequeño palco de bloques de hormigón con el que contaban desapareció bajo la mole de acero del vagón del Alvia que salió despedido fuera de las vías.

Para ubicar las nuevas dotaciones públicas, apenas dos meses después del accidente la ministra de Fomento, Ana Pastor, firmó la cesión al Concello de Santiago de algo más de 3.000 metros cuadrados propiedad de Adif situados al otro lado de la curva del accidente, en su parte interior. Eran parcelas que se habían expropiado durante la construcción de la línea de alta velocidad pero que, terminados los trabajos, ya no tenían ninguna utilidad para la empresa pública gestora de la línea. El gobierno municipal del PP, sin embargo, aún tardaría un año en licitar las obras, que adjudicó en diciembre del pasado año. Por un lado, el parque infantil y un área de descanso para los peregrinos que llegan a Santiago por la Ruta de la Plata que atraviesa el barrio se contrataron por 63.500 euros, mientras que una explanada que haga las veces tanto de pista polideportiva como de espacio para las fiestas de la parroquia costará 94.000 euros.

Ambos trabajos se adjudicaron con un plazo de ejecución de tres meses, por lo que ya deberían de estar terminados. Pero nada es fácil en Angrois. El Concello no tuvo en cuenta que al pasar por allí uno de los caminos de Santiago tenía la obligación de realizar un estudio arqueológico de la zona antes de iniciar las obras. Así se lo advirtió la Xunta, por lo que meses después de haber adjudicado la obra lo que se iniciaron en Angrois fueron prospecciones arqueológicas.

Así que dos años después del accidente de Angrois, sus vecinos siguen sin contar con los espacios públicos que los políticos les prometieron. Las fiestas parroquiales, como siempre cada primer fin de semana de julio, tuvieron que volver a celebrarse también este año allí donde acabó el vagón del Alvia. Isidoro Castaño, secretario de la asociación vecinal creada un año y medio antes del accidente, lo toma con resignación. “A ver si las del año que viene”, dice. Y asegura que el nuevo gobierno local, de Compostela Aberta, se comprometió con ellos en una reciente visita del alcalde a la zona a agilizar al máximo la actuación. Así lo ratifica un portavoz municipal, que asegura que la obra de Angrois es una de las prioridades y recuerda que, si no se acomete dentro de un plazo determinado, que no concreta, los terrenos volverían a manos de Adif, según el convenio firmado.

Otra de las reclamaciones históricas de Angrois es que alguno de los autobuses urbanos que pasa por la carretera nacional próxima, a 600 metros, se desvíe ligeramente y haga alguna parada en el centro del barrio. Castaño dice que el anterior gobierno local les transmitió que no había dinero para poder hacerlo, mientras que el actual se limitó a prometerles que lo estudiaría. Ellos la marquesina ya la tienen, justo sobre el lugar en el que se produjo el accidente. Pero sólo da servicio a los niños que usan el transporte escolar. El resto del día apenas sirve para que algún vecino se resguarde del sol o de la lluvia en sus paseos junto a la vallada vía del tren. Ellos son el mejor ejemplo de que no siempre disponer de una línea de alta velocidad facilita las comunicaciones.

Etiquetas
stats