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Un salto ecológico contra la exclusión

Una de las fincas que trabaja Trampolín Solidario. /Trampolín Solidario

María Muñoz

Hace dos años un grupo de mujeres profesionales de distintos ámbitos decidieron que tenían que llevar a la práctica todas sus inquietudes emprendedoras y experiencia en formación de adultos. Decidieron que lo primero era crear una asociación, Inter-Ven, con la que canalizar todos sus conocimientos. Después, pensaron que la formación ya estaba cubierta y que el siguiente paso era generar empleo para personas en riesgo de exclusión social. Algo muy necesario en Tacorante, una comarca canaria situada en el norte de Tenerife, que ronda casi el 33% de desempleo.

“Miramos a nuestro alredededor y vimos que había muchas tierras en desuso y pensamos que por qué no arrendarlas y dedicarnos a la agricultura ecológica”, cuenta Guadalupe Martín, una de las fundadoras de la asociación y socia de Trampolín Solidario, la empresa de inserción sociolaboral que crearon para generar ese empleo tan necesario. “Ninguna de nosotras se había dedicado jamás a la agricultura y de hecho, venimos de ámbitos muy diferentes como la filología, la pedagogía o el trabajo social, pero cogimos nuestros ahorros y nos pusimos en marcha”, explica.

Lograron las certificaciones ecológicas y, mientras compaginaban las tareas con sus otros trabajos, empezaron a cultivar y a recoger todo tipo de verduras y hortalizas. Solicitaron un puesto de venta en un mercado cercano y, como su empresa no tiene ánimo de lucro, reinvertieron todo todo lo que iban recaudando. Ahora, 10 personas están ya contratadas en Trampolín Solidario. Dos de ellas son técnicos, uno de inserción y el otro es un ingeniero “al que por fin pudimos contratar para todo el asesoramiento en la finca”, matiza Martín.

Las otras ocho personas, la mayoría mujeres, ocupan las plazas de inserción. Todas llevaban entre un año o dos en paro, algunas más, y tres de ellas carecen de estudios, por ello se les considera que están en riesgo de exclusión social. “Están contratadas durante un año y en este tiempo les damos todo tipo de formación para que después puedan ser capaces después de autoemplearse, ya sea en transporte, preparació de cajas, administración o en una finca”, explica.

Red de agricultures ecológicos

El objetivo es que después pasen a formar parte de la red de productores de Trampolín Solidario como productores de verduras, hortalizas y fruta, transportistas, envasadores o vendedores, y generar así una red de emprendedores sociales a través de la agricultura ecológica. “Trampolín funciona como un paraguas y nuestra intención es crear una producción local estable, porque en Canarias el 92% de todos lo que comemos viene de fuera”, explica la responsable.

Tras dos años en funcionamiento proveen a varios restaurantes de la zona y algunos colegios. Tienen un club de consumo solidario ,al que aportando entre 28 o 56 euros al mes se puede colaborar con los objetivos del proyecto a cambio de recibir cada 15 días verduras y frutas fescas producidas de manera ecológica.

Su siguiente objetivo es cultivar plátanos, “que al contrario de lo que pueda parecer, la mayoría de los que comemos aquí vienen de fuera”, asegura Martín. Para ello confían en ser una de las seleccionadas de Momentun Project, que premia los mejores proyectos de emprendimiento social con formación especializada y financación. Por ahora han llegado a la fase final, “y si no es con esto lo lograremos con otra cosa”, dice Martín, quien añade que “lo importante es ir tejiendo esa red social y solidaria porque no es lo mismo emprender solo que ser parte de un equipo”.

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