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Los hutíes matan al expresidente de Yemen unos días después de que cambiara de bando

Ali Abdullah Saleh en un discurso en Saná en agosto de 2017.

EFE / eldiario.es

El Ministerio de Interior yemení, controlado por los rebeldes hutíes, anunció el lunes en un comunicado la muerte del expresidente Ali Abdalá Saleh, antiguo aliado de los rebeldes, al que la nota se refiere como “el líder de la traición”. Horas antes, la emisora de radio de este ministerio había asegurado que Saleh había muerto por disparos de combatientes hutíes.

Un responsable hutí que pidió el anonimato aseguró a Efe que “Saleh murió cuando combatientes hutíes dispararon contra el convoy en el que viajaba” mientras huía de la capital, Saná. Según otras versiones, su casa fue bombardeada por los hutíes después de controlar la zona.

Unas imágenes grabadas con un teléfono móvil muestran el cuerpo sin vida de Saleh con una profunda herida en la cabeza mientras es depositado en una camioneta por varias personas.

“La crisis de las milicias de la traición ha terminado al haberse tomado el control por completo de sus posiciones y de haber impuesto la seguridad en Saná, sus suburbios y todas las otras provincias”, aseguró el comunicado.

Interior agregó que su muerte tuvo lugar después de que Saleh “se hiciera cómplice directa y públicamente de los países de la agresión”, en referencia a la alianza árabe comandada por Arabia Saudí que apoya al presidente Abdo Rabu Mansur Hadi y a quien Saleh lanzó una oferta de diálogo el pasado fin de semana.

Saleh fue presidente de Yemen durante 22 años hasta 2012 y el suyo fue uno de los regímenes derrocados en la Primavera Árabe. Fue sustituido por Hadi en el poder en unas elecciones en las que el vencedor era el único candidato. Cuando se produjo la rebelión de las milicias hutíes del norte, de confesión chií, Saleh decidió aliarse con sus antiguos enemigos.

Este fin de semana, Saleh decidió de forma sorpresiva ejecutar otro cambio de alianzas y ordenó a sus hombres que atacaran a los hutíes para expulsarlos de la capital, Saná. Al mismo tiempo, ofreció al Gobierno saudí el comienzo de negociaciones para poner fin a la guerra.

Según medios de la región, representantes de los Emiratos Árabes, aliados de Arabia Saudí, convencieron a Saleh de que cambiara de bando. Se desconoce si la compensación ofrecida era económica o si los emiratíes habían ofrecido al expresidente su vuelta al poder.

El presidente Mansur Hadi lleva todo el año en Arabia Saudí sin que sus patronos saudíes le hayan autorizado a regresar a Yemen.

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