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Análisis Lara Croft and the Temple of Osiris, clásicas plataformas sin grandes novedades

Lara Croft y el Templo de Osiris

Álvaro Alonso

En 2010, Crystal Dinamics hizo una importante apuesta con Lara Croft and the Guardian of Light. Este juego se alejaba de la saga principal, Tomb Raider, sustituyendo acción y batallas desenfrenadas por una mayor cantidad de puzles y plataformas. Además, incorporaba una novedad fundamental nunca antes vista en los juegos de la famosa aventurera: la posibilidad de jugar en cooperativo con otros usuarios.

La jugada les salió bien, ya que, a pesar de sus modestas aspiraciones, Lara Croft and the Guardian of Light tuvo bastante éxito de crítica y entre los jugadores.

Este año, los equipos de Crystal Dinamics y Square Enix han querido continuar con los buenos resultados con el lanzamiento de Lara Croft and the Temple of Osiris, una continuación del spin-off que repite mecánicas e intenta corregir los errores de la primera entrega. ¿Pero lo han conseguido?

Dioses renacidos y una búsqueda a contrarreloj

Dioses renacidos y una búsqueda a contrarrelojComo en los anteriores títulos protagonizados por la intrépida aventurera, la mitología y la historia se entrecruzan para crear una aventura plagada de acción y muy interesante.  En esta nueva entrega Lara se dirige a Egipto para hacerse con una reliquia que perteneció al dios Osiris. Allí se encuentra con Carter Bell, un joven arqueólogo que también quiere la reliquia y con el que competirá para conseguirla. Sin embargo, sus planes se frustran cuando despiertan accidentalmente al malvado dios Set, que en su día mató y despedazó a Osiris. Los dos arqueólogos se encontrarán entonces con Isis y Horus, esposa e hijos de Osiris, que han sido atrapados en cuerpos mortales. Los cuatro personajes tendrán que buscar los fragmentos de Osiris, con los que podrán derrotar al malvado Set y evitar que envíe a sus ejércitos a conquistar el mundo.

Como en su predecesora, Lara Croft and the Temple of Osiris puede jugarse en solitario o en cooperativo, pudiendo colaborar con hasta tres usuarios más. Cada uno de los jugadores controla a un personaje (Lara, Carter, Horus e Isis), mientras avanza por el templo de Osiris, plagado de trampas, puzles y rompecabezas. La ventaja del título es que no hace falta colaborar con otros jugadores para poder avanzar en la aventura. Si decidimos jugar en solitario podremos superar los escenarios sin mayor dificultad, valiéndonos únicamente de nuestras habilidades. Si jugamos en grupo, los retos cambian para adaptarse al modo cooperativo y algunas situaciones son distintas.

Mecánicas similares con muy poca innovación

Mecánicas similares con muy poca innovaciónEl sistema de juego es sencillo. Tenemos que avanzar por el templo recogiendo los distintos fragmentos y derrotando a los enemigos que el dios Set pone en nuestro camino. Como ya ocurriera en The Guardian of Light, la acción que reina en la serie Tomb Raider original cede algo de terreno a los puzles y plataformas, que cobran un gran protagonismo. Para pasar de una zona a otra del templo tendremos que interactuar con el entorno (lanzando cuerdas para trepar, rompiendo obstáculos, etc.), accionando palancas y mecanismos y utilizando el ingenio para descubrir cómo continuar.

Esto no quiere decir que renuncie por completo a la acción. Tenemos que seguir enfrentándonos a monstruos inimaginables (como escarabajos gigantes) y decenas de enemigos, pero no podremos despacharlos sólo a base de tiros. Muchas veces tendremos que usar la inteligencia y la estrategia para deshacernos de ellos. Por ejemplo, para matar a un minijefe tendremos que ir accionando diversos mecanismos entre tiroteo y tiroteo.

Tenemos a nuestra disposición una gran variedad de armas, que van desde pistolas a un bastón mágico, con el que podemos derrotar a enemigos y accionar mecanismos ocultos. La mayoría de las armas añaden novedades, como lanzar fuego o rayos, pero no afectan significativamente al juego. Todas las armas funcionan relativamente igual, dando una sensación de constante repetición.

También tenemos que coleccionar anillos y amuletos que incrementarán nuestras estadísticas y nos proporcionarán nuevas habilidades. Algunos de estos amuletos benefician a todo el grupo, pero otros solo fortalecen al jugador que lo ha encontrado. Es un añadido bastante fresco para el modo multijugador, ya que puede que unos usuarios se fortalezcan y sean casi indestructibles mientras que otros, por no saber buscar, se queden con sus fuerzas originales. Potencia mucho el modo competitivo y la diversión del título.

Las plataformas por las que debemos avanzar son variadas, pero no llegan a representar un verdadero desafío. Hay momentos de mayor acción en los que tendremos que huir a toda velocidad, esquivando trampas y saltando zanjas, que pueden ser un poco más problemáticos, pero sin pasarse.

En cuanto a los puzles, suelen ser bastante intuitivos. Además, si no descubrimos al instante como resolverlos siempre encontraremos alguna pista en los escenarios, o en boca de otros personajes o en textos. A medida que avanzamos en la aventura los puzles se vuelven más complicados, pero no son los suficientemente difíciles como para quedarnos atascados. En algún momento tendremos que pararnos y pensar tranquilamente qué hacer, pero eso es algo positivo, casi exigible en títulos que le dan tanta importancia. Los más “complicados” suelen coincidir con las escenas de acción, básicamente porque tenemos que estar atentos a varios frentes abiertos, y pensar dónde encaja una determinada pieza no es fácil si una araña gigantesca nos está persiguiendo.

Hay pocos niveles (unas diez secciones dentro del templo), pero la ventaja es que pueden rejugarse varias veces sin que resulten repetitivos. Podemos superar el nivel en solitario, o cooperando con otros jugadores para que los desafíos sean más complicados y variados. También podemos jugar el nivel a contrarreloj, intentando superar nuestro propio récord, o intentar alcanzar un determinado número de puntos. El juego también nos ofrece “miniretos” dentro de cada nivel, como tener que matar a los enemigos de una forma específica, o superar la fase sin caernos, etc. La aventura principal puede superarse en seis horas como máximo, así que los que no sean partidarios de repetir niveles una y otra vez quedarán bastante decepcionados.

Echemos un vistazo al Templo de Osiris...

Echemos un vistazo al Templo de Osiris...Gráficamente, Lara Croft and the Temple of Osiris está muy cuidado. Los escenarios están detallados y presentan una variedad bastante mayor de la que se espera de esta clase de juegos. Las texturas tienen un gran resolución, convirtiendo una aventura con pocas ambiciones en un título bastante vistoso y resultón.

Las animaciones de los personajes son muy suaves, si ignoramos algún pequeño tirón que hoy día no se escapa en ningún juego. Además, las cortas cinemáticas con las que iniciamos cada nivel están bastante trabajadas, a excepción de la expresión facial de los personajes, un aspecto que parece que ni siquiera han considerado.

El principal problema del juego es su perspectiva isométrica, con una cámara que sigue automáticamente la acción sin permitirnos girarla o acercarla a una zona específica. Este tipo de perspectiva afecta especialmente a la hora de afrontar algunas plataformas, siendo más complicado medir las distancias.

Otro fallo, exclusivo de la versión de PC, es que los controles están claramente diseñados para consolas. Este problema está asociado a la ya mencionada perspectiva. En consolas podemos mover el joystick en la dirección exacta a la que queremos que se dirija nuestro personaje. Sin embargo, al manejar un teclado los controles se ven “alterados”. Si pulsamos el botón de avanzar, el personaje irá hacia arriba en lugar de continuar el camino de forma diagonal, como debería ser. Muchas veces ese supondrá que saltemos en la dirección que no debíamos, o nos desviemos por accidente hacia una trampa que ya habíamos detectado.

Conclusiones

ConclusionesEn general, Lara Croft and the Temple of Osiris es un juego entretenido, especialmente en su modo cooperativo con otros jugadores. La historia es algo lineal, y las plataformas y puzles no presentan auténticos retos, pero acaba enganchando y resulta muy ameno de completar.

El problema de este título es la falta de innovación respecto a su predecesor, Lara Croft and the Guardian of Light, que básicamente tiene el mismo sistema de juego y en el que sólo cambia la ambientación. Después de cuatro años, Crystal Dinamics podría haber hecho mucho más por este título para evitar esa sensación tan continuista.

En definitiva, la aventura es muy entretenida y gráficamente resultona. No se puede considerar uno de los grandes juegos del año, o incluso uno de los mejores juegos de Lara, aunque tampoco aspira a ello y lo muestra de forma honesta. Para los amantes de los puzles y plataformas resultará un juego bastante atractivo, aunque también puede resultar muy ameno para los usuarios acostumbrados a otros géneros.

Lo mejor:

  • El juego cambia en función de nuestro modo de juego. Si jugamos solos, podremos superar los niveles sin problema. Si jugamos con otros usuarios, los escenarios cambian y presentan nuevos desafíos que sólo podremos superar colaborando.
  • Gráficamente es un juego bastante resultón, con texturas y animaciones muy cuidadas.

Lo peor:

  • La perspectiva isométrica, que llega a afectar a la jugabilidad en algunas plataformas.
  • Los controles, obviamente diseñados para consola y que en la versión PC resultan algo complicados. Nos pueden jugar más de una mala pasada durante la aventura.
  • Apenas presenta innovación con respecto a su predecesor. Parece que estemos jugando a una continuación del mismo título.

 

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