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“El humor es un arma cojonuda para decir muchas cosas y no acabar en la cárcel”

La histórica formación gallega de rock, Siniestro Total.

Alesander García

La mítica banda de rock Siniestro Total se formó en Vigo en 1981 y tras pasar por diversas formaciones, actualmente está integrada por Julián Hernández, Javier Soto, Óscar G. Avendaño, Ángel González y Jorge Beltrán. La banda gallega no tardó en ganarse al público con canciones que, con los años, se convertirían en auténticos himnos del rock & roll patrio, como son 'Bailaré sobre tu tumba', 'Todo por la napia' 'Si yo canto', 'Cuenca minera', 'Quiero bailar rock and roll', 'Me pica un huevo' o '¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos?', recogidas en los más de 14 discos de estudio que han publicado a lo largo de sus casi 35 años de carrera musical. Además, han publicado cinco álbumes en directo, recopilatorios y numerosas colaboraciones con otros artistas.

La última gira de Siniestro Total, bautizada como 'El Mundo Da Vueltas Tour', ha traído a la mítica banda gallega a la Sala Sümmum de Santander. Julián Hernández, vocalista, confiesa a eldiario.es que lo único que pueden hacer en el concierto de Santander es “ofrecer, modestamente, una intelectualidad de altísimo nivel y una presencia física arrolladora”.

La gira comenzó el 1 de abril y sus dos conciertos más recientes han sido en Murcia y Alicante, ¿Cómo está desarrollándose esta nueva gira?

Muy bien. La verdad es que estamos muy contentos, porque tenemos un laboratorio especial para la ya casi tradición del día del aniversario del grupo -que es el 27 de diciembre-, cuando tocamos en 'La Iguana' de Vigo y preparamos los conciertos de la siguiente gira. También estamos muy contentos por el cartel que hizo Fernando Depende para la gira. La idea de ‘El mundo da vueltas’ funciona bien y los conciertos están muy bien de gente. ¡Nos lo estamos pasando pirata por ahí! En Murcia tocamos con Porco Bravo, unos chicos de Barakaldo realmente aguerridos y una de esas sorpresas que te llevas tocando por ahí.

Algunas de sus canciones delatan influencias de los Ramones y los Dead Kennedys, ¿es así?

Lo de Dead Kennedys en algunos temas de Siniestro Total está muy claro. Lo de los Ramones es menos claro, por lo menos en lo musical. No es que tengamos influencias, es que somos unos ladrones, directamente. Si hay algo que robar, lo robamos. Somos más fans que músicos y, de ahí, lo ecléctico que es Siniestro. En algunos discos, estamos más homogéneos y, en otros como 'Country of Western' -que se supone que iba a ser country-, luego hay de todo. Hasta la historia del blues tiene de blues solo una parte. Lamentablemente, creo que no es precisamente lo mejor, porque lo más reconocible es un riff de AC/DC, que es siempre igual y donde todo se parece muchísimo. En nuestro caso, ese eclecticismo nos lleva a ser mucho menos reconocibles que cualquier otro grupo que tiene unas señas de identidad y que parece que los ver venir a kilómetros.

Entonces, ¿no se encasillaría como músico de rock ni de blues?

Lo más fácil es decir que somos un grupo de rock. Es lo más sencillo, lo que resume todo y en realidad, es cierto. El rock, al fin y al cabo, es una especie de blues pasado de rosca, nada más. Todo viene de ahí, de una idea muy concreta que inventaron unos negros por el delta del Mississippi en los años 30. De ahí viene todo. Nosotros, por ejemplo, pero también Public Enemy. Todos hemos cogido a esos chicos y les hemos fusilado todo, claro.

Los fans de Siniestro Total presumen de unas letras existencialistas cargadas de mucho contenido filosófico. En cambio, otros, solo ven humo negro. ¿A quién le daría la razón?

Hombre, yo puedo jurar que trabajo. Lo juro sobre la biblia o sobre cualquier libro sagrado. Además, después de tanto tiempo, encontrar letras empieza a ser problemático. Pero como la realidad siempre nos supera, vamos encontrando algo sobre lo que hablar. En lo que nunca quisimos caer es en los tópicos. Y una cosa fundamental: no caer nunca en la cursilería, eso es básico. Lo que pasa es que, a veces, se nos cuelan unas referencias un poco más rebuscadas y, otras veces, parece más elemental. Eso es extraño, porque no tenemos un método de trabajo, así que cada canción es un poco de su padre y de su madre. Ha habido letras que han salido cagando leches cuando ya estaba la música, otras veces estaba la música y la letra tardaba un montón.

El método para componer canciones sale muy bien explicado en la película de Walt Disney '101 dálmatas', donde sale Roger -el chico de la 'peli'-, que cuando llega Cruella de Vil tiene una canción compuesta para piano, pero no se le ocurre la letra y, de repente, dice: “¡Ya lo tengo, ya lo tengo, Cruella de Vil!”. Y entonces dice: “Siempre primero la música y luego la letra”. Que es exactamente todo lo contrario que decía Moncho Alpuente, que era incapaz de meterle letra a la música que hacía 'El Reverendo'; así que los métodos varían. Aquí nos buscamos la vida como buenamente podemos. Si hubiera un único método estaría genial, pero no lo hay.

¿Está reñida la lucha con el humor?

Creo que el humor es un arma cojonuda para decir un montón de cosas y no acabar en la cárcel. Entonces, podemos hablar un poco de lo que nos dé la gana y yo creo que hay que hacerlo. ¿Qué pasa? Que la libertad es muy cara, puedes decir lo que te da la gana sí, pero no te vamos aponer en la radio, ni te vamos a hacer ni puto caso. Ese es el problema.

¿Cree que habrían tenido problemas con la justicia si Siniestro Total hubiera nacido en la actualidad?

No, problemas con la justicia lo dudo, pero sí es verdad que las cosas han cambiado mucho. Lo que pasa es que nosotros llevamos tantos años y somos tan viejos que ya dicen: “¡Si son estos!”.

Más de treinta años de carrera musical…

Este año hacemos los 35, es una barbaridad, pero bueno. ¿Qué pasa? Que a estas alturas no nos cortamos nada, los límites que nos ponemos nosotros no son de corrección política ni de miedo a la censura, sino límites de “esto nos gusta y esto no nos gusta”. Que sea de buen gusto para nosotros –a veces el buen gusto es el peor de los enemigos- y que estemos convencidos de que lo podamos defender, que no sea una 'cafrada' porque sí, gratuita. Pero es que ya te digo, a nosotros quién nos va a decir nada, si no nos lo dijeron hace 35 años, ¿a qué viene ladrar a hora, no?

Que luego sean algunas letras, en apariencia, más brutas y más bastas y no ver nada detrás, depende del que escuche. Puede haber una referencia muy rebuscada y que el tema no sea obvio y entonces, es como decía Frank Zappa: “No pasa nada por no saber lo que hay dentro de la música o las letras, es como comer salchichas, nadie sabe lo que hay dentro de una, pero si te gustan, te gustan”.

No pasa nada, no hace falta ser un superintelectual, ni tampoco ser un analfabeto. Sencillamente, si te gustaron bien y si no, qué le vamos a hacer. Es así, al final, es comunicación todo.

¿La música rock está perdiendo el lugar privilegiado que ostentaba hace años?

Siempre nos quejamos de vicio… [duda].

Por ejemplo, ¿cree que Siniestro daría el 'pelotazo' si se introdujera en estos momentos en la industria musical?

Lo dudo mucho, porque el rock no ha muerto, pero sí que tiene un Parkinson considerable -que es una enfermedad incurable pero no mortal-. Yo creo que el rock vive, como idea, en otros muchos sitios más que en la música: en el cine, en los cómics, en los videojuegos… Pero quizás el rock ya no es precisamente la música masiva del planeta en el que ZZ Top podía vender muchos millones de discos, eso ya no pasa con casi ningún grupo. Incluso los Rolling Stones venden muy pocos discos -relativamente-.

Hay que tener en cuenta otra cosa, que la música -y ya da igual que sea el rock, la música contemporánea o el jazz- en España, significa vivir en el underground permanentemente. Siempre fue una María en los colegios -cuando es una asignatura obligatoria y muy seria en el resto de Europa-, pues ya da una visión de cómo se trata la música. Con la puntilla, ya salvaje, del 21% de IVA, que nos hace polvo. Si te mueves de Vigo a Santander, tienes que poner un precio equis para ver si con eso compensa el viaje y todos los gastos y si encima le tienes que añadir un 21%, pues eso significa que la entrada se encarece un montón. Y bueno, la gente tampoco tiene esa pasta, especialmente la 'chavalada'.

La música, es una cosa un poco para marcianos -como siempre fue-. Ahora, está el reggaetón, el electro latino y cosas que no tienen ni letras ni nada -y las que tienen tampoco son precisamente la repanocha- y que no entra dentro del terreno de lo que nosotros consideramos música y lo que es un poco el mundo en el que nos movemos.

Han sido un referente para muchas bandas jóvenes y, a día de hoy, lo siguen siendo. ¿Se sienten arropados dentro de España?

Es que nosotros no nos sentimos ningún referente.

¿De verdad?

Para nada, ¡pero nunca eh! Posiblemente por el eclecticismo que te decía antes y lo hemos hablado muchas veces. Nosotros un referente, ¿de quién? Para 'Novedades Carminha' dicen, un grupo gallego. Hemos tocado con ellos y yo decía: “No veo aquí nada que se parezca”. No te ves en un espejo, en ningún momento.

El rock siempre ha funcionado con ensayo y error. Nosotros hemos copiado a mucha gente. Pero, a lo mejor, en el momento que copias a alguien y te equivocas copiándolo o copias mal, ese es el momento en el que haces algo que es original. No vemos que hayamos sido un referente, aunque luego por toda la música es cierto que hacemos muy buenos 'amiguitos', pero como referente no, como 'amiguitos' casi de barra de bar.

¿Qué puede esperar el público que acuda a los conciertos de este gira?

Antes de nada, decir que hace un montón de tiempo que no estamos en Santander, por lo cual estamos encantados. La verdad es que apetece mucho volver a Santander, pero muchísimo y es el último concierto del mes de abril, así que es como una tremenda fiesta. Además, tocamos justo el día 30 de abril, que es un día muy especial, porque es el aniversario de la muerte de Muddy Watters.

Será un concierto de rock, con canciones nuevas que hemos ido grabando en los últimos años -que van a salir todas en un vinilo de diez pulgadas- y la vieja artillería pesada que también está. Lo que pasa, es que esta vez sí que estamos muy contentos con cómo se ha conseguido articular ese discurso para todo el tiempo que lleva un grupo tan paleolítico como nosotros. Porque 35 años, en realidad, ni la ley española contempla que una persona por un asesinato vaya ese tiempo a la cárcel, va menos tiempo.

El concierto, de todas formas, lo planteamos desde el punto de vista de la iluminación cósmica de todos, con la participación de todo el mundo: de ese público hermoso, inteligentísimo y que tanto nos quiere y a quien tanto debemos. Nosotros lo único que podemos ofrecer, modestamente, es una intelectualidad de altísimo nivel y una presencia física arrolladora. Eso es lo mínimo, pero vamos, que eso ya lo tenemos totalmente asumido.

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