Comisario D.Humanos pide a diputados rechazar la ley francesa de inmigración

El comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Nils Muiznieks, pidió al presidente de la Asamblea Nacional francesa y a los miembros de la Comisión de Leyes que rechacen la nueva legislación de inmigración y asilo.

En una carta enviada a los parlamentarios el pasado 8 de marzo y hecha pública hoy, Muiznieks señala que el proyecto de ley por una inmigración controlada y un derecho al asilo efectivo “atenta contra los derechos de los inmigrantes y los refugiados”.

Así, asegura que el aumento de 45 a 90 días del periodo de retención para los inmigrantes en proceso de expulsión, que puede alcanzar en algunos casos los 135 días, supone “equipararlos con delincuentes” y “modifica la naturaleza y función de la medida”.

En el caso de los menores, el comisario asegura que no existe circunstancia alguna para que la privación de libertad de un menor inmigrante, solo o acompañado, “pueda decidirse en su interés superior”.

Recuerda Muiznieks las seis condenas sucesivas que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha fallado contra Francia por retención de menores, así como las obligaciones de los Estados según el Comité de los Derechos del Niño de la ONU.

El comisario de Derechos Humanos expresó su inquietud por la reducción de 120 a 90 días del plazo para presentar las demandas de asilo a partir de la fecha de entrada.

Los obstáculos lingüísticos y materiales, además de la falta de apoyo jurídico y social, “hacen que este plazo sea difícilmente defendible, sobre todo para los más vulnerables”, argumentó Muiznieks.

También critica la reducción a 15 días del plazo para recurrir al Tribunal Nacional de Derecho de Asilo cuando la Oficina francesa de protección de refugiados y apátridas dicta una decisión de rechazo.

Expresa, además, su inquietud por los numerosos procesos penales en los últimos años contra militantes asociativos comprometidos con el derecho de asilo.

Muiznieks enumera medidas que mejoran la estancia de los demandantes de asilo, como la entrega de un permiso de residencia de cuatro años a los beneficiarios de protección subsidiaria y apátridas, y la ampliación de beneficiarios de la reunificación familiar.

Más de 100.000 personas solicitaron asilo en Francia en 2017, un 17 % más que el año anterior, mientras que 85.000 fueron rechazadas en la frontera.