Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
La izquierda presiona para que Pedro Sánchez no dimita
Illa ganaría con holgura y el independentismo perdería la mayoría absoluta
Opinión - Sánchez no puede más, nosotros tampoco. Por Pedro Almodóvar

El PP presume de ser “la marea azul”

Rajoy, en la convención nacional del PP

Luz Sanchis

En su empeño por darse un baño de autoestima y convencerse de su fuerza interna, en el PP han llegado a decir que hay una nueva marea que añadir a las que protestan en las calles. Ramón Luis Valcárcel, en su diálogo con Soraya Sáenz de Santamaría sobre las reformas, ha asegurado que si existen “mareas de todos los colores bien puede subir una más: la azul, la nuestra”. El presidente de Murcia acababa de referirse a las mareas de verdad, las que aglutinan el descontento ciudadano y batallan por cambiar las decisiones del Gobierno. “Está la blanca, la verde, la amarilla, la roja. Todas con mucho rojo”, soltó entre las risas de los que le escuchaban.

La convención nacional del PP no parece tener más objetivo que el propagar dos o tres ideas. A saber: no hay fractura ninguna, la economía va mejor y los impuestos se bajarán en 2015 y hay que mimar al PP vasco de Arantza Quiroga. Y a eso se dedicaban los protagonistas de los diferentes actos. Alicia Sánchez Camacho dialogó con Cristóbal Montoro, al que presentó como el ministro “más querido y esperado”, para soltar una especie de mítin en el que quedó claro que la culpa de la situación política de Cataluña y sus problemas de financiación “son por culpa del tripartito”. Mientras, Mª Dolores de Cospedal llamaba a los cargos del PP a “bajar al terreno” para ayudar a ganar las elecciones europeas. Ángel Carromero anunciaba que contará “toda la verdad” sobre la muerte de Oswaldo Payá en un libro que saldrá en marzo, y Miguel Arias Cañete decía que estaba dispuesto a encabezar las listas a las europeas aunque no había hablado de ello ni con Mariano Rajoy ni con Cospedal.

En todos los actos no ha habido nada parecido a un verdadero debate. Ni siquiera cuando el presidente del Gobierno se ha apretado entre los cachorros de NNGG para dejarse hacer dos o tres preguntas que competían a ver cuál era la menos incisiva. La presidenta, Beatriz Jurado, recordó a Rajoy “aquella noche sin dormir” de febrero de 2012 en la que negoció “para conseguir recursos”. No acabó ahí la sesión de peloteo. Jurado también agradeció a Rajoy que hubiera conseguido otro logro: “España ya no es ese país de pandereta como los socialistas querían”. En el transcurso de la conversación, el presidente del Gobierno anunció que las bajadas de impuestos serán “sucesivas” a lo largo de los próximos años.

La pregunta por las ayudas a los jóvenes para los estudios le llegó a Rajoy a través de un plasma. Vía Skype, una joven de Erasmus en Holanda se interesó por el programa Erasmus Plus. La respuesta del presidente empezó así: “Yo soy de Pontevedra”. Dicho esto, Rajoy bromeó con la joven diciéndole que seguro que se lo estaba pasando “bárbaro” y contándole que dentro de poco viajaba a La Haya y que igual pasaba a visitarla.

Etiquetas
stats