El PSOE da por hecho que tomará la decisión sobre la investidura este domingo
El PSOE da por hecho que el debate decisivo sobre su posición en la investidura será el domingo 23 de octubre. Varios barones lo han explicado en sus últimas intervenciones públicas y es la fecha a la que se refieren en las conversaciones privadas. El último en hacerlo ha sido el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara: “¿Por qué vamos a tener que votar el próximo 23 de octubre la gobernabilidad de España y no lo hicimos el 1 de octubre?”, se ha preguntado en una entrevista en la Cadena SER.
No obstante, la gestora aún no ha convocado formalmente el Comité Federal en el que se debatirá la abstención para permitir que gobierne Mariano Rajoy o mantener el no que ese mismo órgano aprobó tras el 20D y se mantuvo tras las elecciones generales de junio. En las últimas semanas las voces que abogan por evitar terceras elecciones, un eufemismo para eludir la palabra abstención, se han multiplicado.
El presidente de la gestora que pilota el PSOE desde la marcha de Pedro Sánchez, Javier Fernández, admitió que demoraría lo máximo posible el debate. La intención era calmar las aguas internas tras la convulsa reunión del Comité Federal del 1 de octubre. Ese órgano interno, cuya reunión tiene carácter extraordinario, tiene que convocarse con cinco días de antelación, aunque las normas internas del PSOE dejan abierta la puerta a hacerlo de forma inmediata en función de la urgencia del asunto. Fuentes de Ferraz reconocen que el domingo es el día con el que “están trabajando en la casa”.
La celebración de las primarias en el PSC este sábado imposibilitó que la reunión se fijara este fin de semana. Es tradición que esos cónclaves se celebren en sábado. No obstante, en esta ocasión, los premios Princesa de Asturias complican que así sea porque requieren la presencia del presidente del Principado. El sábado está prevista la visita a la comarca de Los Oscos, en la que Fernández tendría que acompañar a los reyes.
En la gestora existe preocupación ante el rechazo que ha provocado en las bases la posibilidad de que los diputados del PSOE permitan al PP seguir en el poder. Además de la recogida de firmas para la convocatoria de un congreso extraordinario que dirima el liderazgo que, según sus impulsores han superado las 70.000, en las asambleas que están celebrando las agrupaciones locales el no es lo que triunfa.
Los dirigentes próximos al nuevo poder del PSOE están haciendo números a partir de conversaciones que mantienen con miembros del Comité Federal y trasladan que tienen la mayoría en el Comité Federal para ganar una votación. Sin embargo, diversas fuentes socialistas reconocen que los dirigentes que apuesten por la abstención recibirán una reprimenda de las bases. “Si la federación o asamblea local le dice al delegado que vote mantener el rechazo a Rajoy, a ver cómo vuelven a sus respectivos territorios si cambian el voto”, expresa un dirigente en conversación con eldiario.es.
Por eso, en las filas socialistas temen que la gestora proponga esta vez que el voto sea secreto. “Sería una cacicada”, advierte un exdirigente. Precisamente, los críticos con Pedro Sánchez se negaron a votar en urna su propuesta para la celebración de un congreso exprés. “Las políticas nunca se votan en secreto”, era el argumento de sus oponentes. Los próximos al exsecretario general sostenían que con ese mecanismo podrían sortear el “voto cautivo” los distintos poderes regionales y provinciales. Esta vez el voto secreto permitiría mantener el tipo ante los militantes.
