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Medios españoles acusan de terrorista en París a un periodista basándose en un fotomontaje de Internet

Rosa María Artal

Vean esta portada. Es el diario español La Razón, arriba, en el lado izquierdo, figura la cara de un hombre bajo la sentencia: “Uno de los terroristas”. Ni presunto siquiera.

Antena 3 también emitió ayer sábado la “noticia”, citando “fuentes policiales”, pero ha borrado el vídeo, sin más explicaciones. Deja un rastro, sin embargo.

La realidad es que hay un señor en Canadá llamado Veerender Jubbal, que figura como periodista y escritor freelancer en su perfil de Twitter y dedicado a la crítica de Juegos de Internet. Colgó en esta red social un selfie, realizado en su cuarto de baño, con un iPad.

De repente aparece la foto trucada con photoshop. Según acusa él mismo, la ha modificado un grupo conocido por estas actividades, descontento con sus críticas. Veerender Jubbal se ha significado, dice, por acusar a los videojuegos de racistas y machistas.

Los añadidos en photoshop son bien evidentes. Le cambian el iPad por un Corán. Le colocan un chaleco… bomba, se supone. Incluso agregan un consolador -un pene- en el alfeizar de la ventana. Pero el torpe manejo deja ver errores: el turbante sij o el espejo que refleja el enchufe canadiense.

La foto del montaje comienza a circular por Internet. La víctima lo denuncia: vive en Canadá, es Sij, no árabe musulmán; ni siquiera ha estado jamás en París.

Antena 3 se marca un vídeo que emite en sus informativos. Cuando comprueba la falsedad, simplemente lo borra sin aclararlo ni pedir disculpas. El diario que dirige Francisco Marhuenda, La Razón, lo lleva a portada. Qué fuente tan magnífica: fotos que circulan por Internet y que cogen sin mirar nada más. Y no se preocupen que mañana, pasado y al otro y al otro seguirá saliendo en las tertulias como experto en periodismo y política, economía y ética.

La primera víctima de las “guerras” es la verdad. Pero parte del periodismo español ni siquiera esa excusa necesita.

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