El libro electrónico estará en la Feria
Hace solo un par de años la palabra e-book provocaba todo tipo de reacciones angustiosas entre los organizadores de las ferias de libros españolas. Mientras en Fráncfort se asumía sin dramatismos la llegada del libro electrónico, al que dedicaban hasta un pabellón entero, en España causaba irritación y malestar. Hasta ahora.
Amazon anunció la semana pasada que este año volverá a estar presente en Sant Jordi, que se celebra el próximo 23 de abril. Si bien las ventas de libros digitales aún son escasas en nuestro país, no cabe duda de que la cifra no deja de ascender, y la plataforma on-line, que siempre ha tenido buen ojo para la publicidad y el marketing, sabe que el día de los libros y las rosas es una de las mejores ocasiones para promover sus servicios. Las tiendas españolas podrán mirar para otro lado, pero a los norteamericanos, en estas cuestiones, les ganan muy pocos.
Para ello, en Sant Jordi ha preparado un taller sobre su Kindle Direct Publishing (KDP), es decir, su plataforma de autoedición que tantos parabienes trae para algunos y tantos quebraderos de cabeza para otros, principalmente editores. En el taller participarán escritores como Juan Gómez-Jurado, Esteban Navarro, Fernando Gamboa y Lena Blau, autores que han obtenido un excelente número de ventas con sus libros autopublicados (si bien, como siempre, Amazon es incapaz de ofrecer las cifras de las que estamos hablando). En este encuentro se realizará una Speed dating, esto es, una cita rápida entre autores y aspirantes a escritores a modo de las que se llevan a cabo en los encuentros para conocer pareja (siempre un tanto extraños), para explicar en qué consiste la autoedición. La plataforma también pondrá en marcha un cuentacuentos infantil digital, con el fin de que los niños se familiaricen con el entorno electrónico. De nuevo, buen ojo el de Amazon.
La tienda on-line acaba de comprar la web de reseñas Goodreads. Ha sido acusada por editoriales, escritores y lectores de intentar monopolizar el mercado de libros digitales y, de hecho, tiene varias demandas por sus acciones monopolísticas. Pero lo cierto es que aún no ha encontrado ningún obstáculo serio para su expansión. Su plan, pese a las críticas, sigue adelante.