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Un “torturado” por el franquismo enfrenta una querella por llamar “torturador” a un expolicía

José Ortega asegura que fue "torturado" por la Brigada Político Social del franquismo.

Juan Miguel Baquero

“Un policía franquista me torturó y ahora me denuncia por contarlo”, asegura José Ortega (71 años). La detención sucedió el 13 de abril de 1975 y el supuesto trato vejatorio se alargó durante tres días. Aquellos hechos nunca pasaron por sede judicial. Pero el propio Ortega llamó “torturador” al excomisario de la Policía Nacional en La Línea de la Concepción (Cádiz), Ángel Lozano, a lo que éste respondió con una demanda por injurias y calumnias.

Corría el último tramo del franquismo cuando una redada de la Brigada Político Social apresa a un grupo de militantes comunistas. Entre las fuerzas policiales está Lozano, como narra Ortega. Ortega es uno de los detenidos. Una historia larvada en la represión final de la dictadura que explota décadas más tarde, cuando al policía se le concede la medalla de oro de la ciudad en 2013 y el activista airea el presunto delito en una carta al director publicada en el periódico gaditano Europa Sur.

“No me arrepiento de lo que dije y cuando vaya al juez diré lo mismo, tantas veces como me lo pregunte. Si fuera algo que no es… pero me torturó”, sostiene José Ortega, albañil jubilado y natural de San Roque, en declaraciones a eldiario.es/andalucia. Este periódico ha intentado, sin éxito, recabar la versión del expolicía Ángel Lozano o de su defensa jurídica, que ha declinado la invitación.

El Juzgado de Instrucción Número 3 de Algeciras dilucida si existe delito contra el honor. Un trámite judicial que arranca –el 12 de mayo de 2016– con la citación como querellado de Ortega para declarar en fase investigatoria. Una vez concluya, señalará la fecha del juicio que puede acarrear una pena de entre 6 meses y 2 años de prisión y multa por estar difundida la posible calumnia o injuria con publicidad, según los artículos 206 y 208 del Código Penal español.

“Estaba citado para declarar como querellado y ha aclarado que lo que escribió era en un contexto de crítica política al Gobierno de entonces en La Línea por el homenaje a uno y el olvido a las víctimas del franquismo”, ha señalado a este periódico el abogado del denunciado, Juan Antonio Ortiz, tras la primera vista judicial. “En esa línea ha sido la declaración en el juzgado y ahora el denunciante tiene 48 horas para ver si le parece suficiente esa explicación y comunican al juez que se dan por satisfechos o, por contra, continúan con la demanda”, añade.

Codazos, patadas, insultos… “lo clásico”

“Le he dicho –al juez– que no pido disculpas porque eso no se puede perdonar”, refiere Ortega sobre su declaración y los malos tratos recibidos en sede policial. “En 1975 hay una redada política franquista y nos detienen a unos 7 u 8. La mayoría ya están muertos. A partir de ahí, lo lógico en aquella época, nos llevan a la cárcel”. El relato de Ortega queda en pausa. “¿Qué ocurre en los calabozos? Codazos, patadas, insultos... que también con la lengua hacían su trabajo. Ponían un foco de no sé cuántos voltios a 15 centímetros como mucho y cuando llevaba dos minutos nos quemaba la cara”.

Los agentes de la Brigada Político Social pretendían que acusaran a más compañeros, sostiene. “Lo clásico. Si dices que hay más gente no te pasa nada, me decían. Trataban de debilitarnos y que uno dijera, pero ya estaba detenido. Aguantamos bien, como otro hubiera hecho en aquel momento”, cuenta.

“Tenían por norma que no nos viéramos en ningún momento los del grupo, para nada. Nos pasaban de un lado a otro y estábamos sin contacto, totalmente aislados, para que no pudiéramos llegar a ningún acuerdo” sobre las declaraciones, según su versión. “Ahora le duele que le digan que era un torturador”, continúa, “pero eran cuatro o cinco policías” y no daban “sólo cuatro tortazos”. José Ortega acabó encarcelado durante ocho meses en la prisión algecireña.

“Otro compañero estuvo detenido, en vez de 72 horas, dos días más porque lo cogieron primero. Se hizo fuerte, se responsabilizó de cosas y le dieron más que al resto. Este muchacho lo pasó mal, de la cárcel le llevaron al psiquiátrico. Sufrió mucho”, recuerda. El grupo de detenidos estaba formado por activistas del PCE, Comisiones Obreras y del Movimiento Comunista, caso de Andrés Barrachina, José Llaves, Jacinto Domínguez, Cristóbal Mateo, Andrés Martín “y Alberto… no sé el apellido”, enumera el propio Ortega.

“Una hoja de servicios intachable”

En la carta enviada a un diario gaditano, el albañil jubilado criticaba que el Ayuntamiento de La Línea concediera la medalla de la ciudad “tan alegre y tan contento, celebrando la jubilación de un torturador franquista, por tanto antidemocrático”. El Gobierno local no quiso “enterarse de nada”, recuerda, “aunque le doy datos de por qué es mi protesta”. La distinción acaba concedida con la unanimidad de todos los grupos políticos representados en el Consistorio en aquel momento.

La querella presentada contra Ortega sostiene que el policía acusado de torturas presenta “una hoja de servicios intachable y con varias condecoraciones”. La voluntad de injuriar está en la acusación “en un periódico con la resolución fría y alejada de cualquier estado de apasionamiento que pudiera justificar o disculpar su actuación”, apunta la demanda. Decía José Ortega en el texto publicado que el acto proponía “un homenaje represivo del franquismo” a alguien “que se aprovecha en los años de la transición camaleónicamente para seguir en su estilo, convertido con modales más suaves, pero sin cambiar el rumbo político, defensor del pensamiento único y de la historia única, las que representaron y representan”.

Considerado un “represaliado por el franquismo”, en torno al caso ha surgido una campaña de apoyo denominada 'Todos con Pepe Ortega' a la que se han sumado organizaciones como el Foro por la Memoria del Campo de Gibraltar, el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), Izquierda Unida, los consejos ciudadanos de Podemos en Algeciras, Los Barrios, Castellar, Jimena, La Línea, San Roque y Tarifa o el Comité Provincial del PCPE-PCPA de Cádiz, entre otros, según informan la plataforma en un comunicado.

Andrés Vázquez de Sola, periodista, dibujante y pintor, medalla de Andalucía en 2014, estaba entre los reunidos en solidaridad con José Ortega. “Pepe es quien merece todos los honores por lo que hizo en su día y por lo que ha hecho ahora: recordarnos lo que pasaba, recuperar la memoria de lo que ocurría en este país”, ha dicho a las puertas del Palacio de Justicia. “Llamar torturador a un torturador nunca puede ser delito”, concluye. “Es el mundo al revés, el colmo de las injusticias”, declara Juan León Moriche, del colectivo memorialista. “El Foro llama a todos los demócratas del Campo de Gibraltar a solidarizarse con José Ortega” por lo que citaron a una concentración “en las puertas de los juzgados de Algeciras” el día de la primera vista del juicio de Ángel Lozano contra José Ortega.

Desde el Foro por la Memoria piden “al juez que archive la querella criminal” e investigue “los crímenes del franquismo, que no acabaron con la posguerra sino que se extendieron más allá de la muerte del dictador”. Y solicitan, al pleno municipal del Ayuntamiento linense, “que retire la medalla al excomisario”. Dicen que el caso demuestra que la “impunidad” del régimen franquista sigue vigente.

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