Desdeelsur es un espacio de expresión de opinión sobre y desde Andalucía. Un depósito de ideas para compartir y de reflexiones en las que participar
Por el compromiso y los valores en el medio rural, próximas elecciones en Andalucía
Estamos abocados a unas nuevas elecciones en Andalucía, el 19 de junio. Aún no ha comenzado la campaña oficial y los políticos andaluces parece que se han inyectado una “barrita energética” y han tomado la llamada “droga de la sonrisa” (óxido nitroso). Recorren ciudades y pueblos rurales sin descansar, comparten con empresarios, trabajadores, asociaciones, cooperativas, mayores, etc. sin descanso, ofreciendo propuestas llenas de felicidad, según el perfil del colectivo. Y lo peor de todo es que nos crean ilusión y sonrisas.
El campo necesita mejorar sus estructuras agrarias para avanzar en la profesionalización del sector, incrementando el número de agricultores y ganaderos que encuentren en la actividad agraria su medio fundamental de vida. Propiciando la incorporación de jóvenes a la actividad agraria y a la modernización de las explotaciones, promoviendo el redimensionamiento de las explotaciones, ordenación de los recursos agrarios para evitar la amortización del patrimonio productivo y realizar una planificación estratégica de las infraestructuras necesarias para mejorar la competitividad del sector agroalimentario.
Investigación, desarrollo e innovación tecnológica aplicados al sector agrario como claves para el presente y futuro del mismo. Esto se ha de traducir en la garantía de disponibilidad de los recursos materiales y humanos que permitan su correcto desarrollo, en una adecuada coordinación de esos recursos públicos y en la planificación participativa de sus actividades.
Potenciar las producciones locales en el consumo social de Andalucía, dándoles prioridad en las cláusulas que regulan los procesos de adjudicación de contratos de suministro. La actividad agraria es un pilar fundamental de la economía andaluza, con una producción final agraria que supera los 10.500 M€, año 2020, y un saldo positivo en la balanza exterior de 3.159 millones de euros, contribuyendo así a compensar el déficit comercial de Andalucía.
En el medio rural, calificativo que merece el 80% del territorio de nuestra comunidad, el 70% del empleo está directa o indirectamente vinculado al sector agrario.
Este carácter esencial que la actividad agraria tiene para Andalucía se ve reflejado en el Estatuto de Autonomía, que concede a la Comunidad competencias exclusivas en materia de agricultura, ganadería y desarrollo rural y, en el marco de la planificación general de la economía, sobre la ordenación, planificación, reforma y desarrollo de los sectores agrario, ganadero y agroalimentario, la mejora y ordenación de las explotaciones; la regulación de los procesos productivos, la lucha contra los fraudes en el ámbito de la producción y comercialización agroalimentaria, la investigación, el desarrollo y la transferencia tecnológica agrícola o el desarrollo rural integral y sostenible.
Vivimos momentos complejos y difíciles, cuando más se necesitan líderes políticos que ejerzan su función con la máxima responsabilidad.
Entendemos que lo esencial y prioritario es poner a disposición de los hombres y mujeres del medio rural toda la sabiduría, “compromiso y valores”, con vocación de servicio y lealtad.
Es por ello, que se dan unas pinceladas de lo que deben significar estos términos, sin engaños y para toda una legislatura.
Según el pensamiento de Jeffrey S. Lehman, “el compromiso es lo que transforma una promesa en realidad, es la palabra que habla con valentía de nuestras intenciones, es la acción que habla más alto que las palabras, es hacerse al tiempo cuando no hay, es cumplir con lo prometido cuando las circunstancias se ponen adversas, es el material con el que se forja el carácter para poder cambiar las cosas, es el triunfo diario de la integridad sobre el escepticismo”.
Comprometerse y mantener los compromisos son la esencia de la proactividad. Partimos de la definición del compromiso como “la capacidad que tiene el ser humano para tomar conciencia de la importancia que tiene cumplir con el desarrollo de su trabajo dentro del tiempo estipulado para ello”. Al comprometernos, ponemos al máximo nuestras capacidades para sacar adelante la tarea encomendada. Teniendo en cuenta que conocemos las condiciones que estamos aceptando y las obligaciones que éstas conllevan, ya que supone un esfuerzo permanente hacia la consecución de las promesas establecidas.
Vivimos momentos complejos y difíciles, cuando más se necesitan líderes políticos que ejerzan su función con la máxima responsabilidad. Recordaremos cómo el mundo occidental comenzó una época de espectacular progreso posteriormente a la Segunda Guerra Mundial gracias al liderazgo de políticos como Roosevelt, Truman, Churchill, Adenauer o De Gaulle. Independientemente de su signo político, tenían el reconocimiento de gran parte de los ciudadanos del mundo, al encarnar una serie de valores necesarios en aquel tiempo, como el coraje, el sacrificio o el esfuerzo que permitieron superar con rapidez una dura crisis de posguerra.
En España, a otro nivel, podemos recordar los momentos de la Transición. Una serie de líderes políticos de distinto signo, encabezados por Adolfo Suárez, tuvieron el acierto de responder a los intereses del país mostrando valores como la tolerancia, el respeto o la solidaridad, que permitieron en general, e independientemente de la ideología de cada uno, tener de todos ellos una imagen aceptable de sus personas y vencer las enormes dificultades que se presentaban.
No podemos pedir a la escuela que eduque en valores y por otro lado presenciar descalificaciones o insultos entre los políticos
Hoy esto se ha perdido, cuando más necesitamos el liderazgo político en el país, en las autonomías o en los ayuntamientos para salir de la crisis económica y social en la que nos encontramos.
No podemos pedir a la escuela que eduque en valores y por otro lado presenciar descalificaciones o insultos entre los políticos. Cuando decimos que los jóvenes no se esfuerzan, o que quieren ganar dinero fácil y gastar, no son inventos de ellos. Son aprendizajes que han tomado del mundo real, que está lleno de actos de corrupción y derroche.
Muchos de estos comportamientos de la clase política no tienen que ver directamente con la economía. La intransigencia, la soberbia, la falta de respeto hacia el adversario son otras formas de actuar entre los políticos y de estos comportamientos sabemos mucho los ciudadanos. Hoy tenemos tendencia a no discutir de política entre amigos o compañeros porque actuamos con la misma radicalidad que lo hacen nuestros representantes y deterioramos la relación con aquellos con los que nos unen vínculos de amistad.
De valores saben poco muchos políticos, posiblemente porque no trabajan por vocación y compromiso con los ciudadanos, porque no actúan con responsabilidad social; lo hacen desde una visión ideológica y partidista.
Señoras y señores candidatas y candidatos, diputadas y diputados al Parlamento de Andalucía, ahora que recorren la geografía andaluza tratando de arrancar votos en el medio rural, tomen nota de las necesidades reales del campo andaluz y midan sus palabras para que se apliquen, en la próxima legislatura, manteniendo el “compromiso y los valores”, no defrauden a los hombres y mujeres del campo. No olviden que ustedes trabajarán con presupuesto público.
Ahora toca a los ciudadanos tomar, de manera inteligente, la opción más acertada para gobernar nuestra querida tierra.
1