“Una ITV es el sueño de cualquier empresario. Un lugar donde te obligan a ir por ley, y además pagando”. Pues eso mismo ha debido pensar Juanma Moreno, porque todo apunta a que Veiasa, empresa pública encargada de la gestión de las ITV en Andalucía, va a pasar a manos privadas para que así los beneficios que ahora revierten en todos los andaluces vayan a engrosar la cuenta corriente de algún empresario afín. Si no, no se explica el deterioro que está sufriendo Veiasa desde que Juamna Moreno cogió el mando de la comunidad.
La empresa pública Veiasa es una empresa modélica, referente tanto para empresas nacionales como internaciones en el sector de ITV, cuyos trabajadores están considerados los mejores profesionales del sector, los mejor formados y los más cualificados a nivel nacional.
Una empresa que se autogestiona sola y que, además, le genera a las arcas públicas entre 17 y 20 millones de euros anuales y con la particularidad de que el hecho de ser pública le da a sus trabajadores una parcialidad que no tiene ninguna empresa privada, ya que no se busca captar clientes sino velar por la seguridad vial y por el medio ambiente.
Cuando Juanma Moreno dijo aquello que iba a adelgazar la administración pública tal vez lo que realmente quería decir es que iba a regalar una empresa rentable para enriquecer a algunos empresarios, porque Veiasa tiene los medios materiales y humanos para absorber todo el parque móvil andaluz, pero la gestión nefasta del gobierno andaluz está deteriorando tanto el servicio que la ciudadanía tiene que estar casi tres meses circulando, con la revisión caducada, con el peligro que supone para la seguridad vial y con el riesgo de sanción que tiene para los usuarios.
Y no hablar ya de los trabajadores, con un convenio que lleva secuestrado dos años, con unos derechos adquiridos que están en el aire y que, a buen seguro, los perderían con el hecho pasar a una empresa privada.
Y unas bolsas de trabajadores eventuales, donde algunos llevan nueve años trabajando, con unos problemas de todo tipo para su contratación que nadie se explica, cuando estos trabajadores son esenciales para el buen funcionamiento de la empresa y además generan beneficios a las arcas públicas.
La estrategia del PP es clara, destruir lo público para beneficiar a empresarios, como ya ha demostrado allá donde ha gobernado, así que todo apunta que la estrategia de Juanma Moreno con Veiasa no va a ser menos. Está haciendo el trabajo sucio de cara a la ciudadanía, está deteriorando el servicio para hacer pensar que una venta es inevitable. Y mientras, los andaluces sufren las consecuencias. Ya habrá empresarios frotándose las manos.
Y eso sí, aviso a navegantes: los coqueteos de los partidos que conforman este gobierno con el otro partido de la ultraderecha nos hacen presagiar que se abre la veda….y que ahora será Veiasa y que luego se irá encadenando a las sucesivas empresas públicas que conforman la Junta.
La renovación del pacto con el aliado preferente del bipartito andaluz les habrá dado a ellos un margen de tranquilidad, pero que nadie olvide que no se ha desvanecido su deseo de poner en marcha la supresión de entes instrumentales o institucionales de las consejerías. Para evitar duplicidades, argumentaban ellos, o para que lo gestionen sus afines, que es lo que quieren enmascarar y lo que nos demuestran. Esto solo acaba de comenzar, pero que les quede claro que nos tendrán enfrente.
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