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Moreno reivindica a Felipe González y sus críticas a la amnistía para zarandear al PSOE en su diálogo con Puigdemont

Moreno, entregando el Premio Iberoamericano Torre del Oro al expresidente del Gobierno Felipe González, este jueves en Sevilla

Daniel Cela / Javier Ramajo

Sevilla —

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Días después de que dos históricos del PSOE como Felipe González (en Onda Cero) y Alfonso Guerra (en la Cope) mostraran su rechazo a la petición de las fuerzas independentistas a PSOE y Sumar para que impulsen una amnistía a los líderes del procés, el expresidente del Gobierno ha visitado Sevilla para recoger el V Premio Iberoamericano Torre del Oro que conceden la Fundación Cajasol y la Cámara de Comercio. Horas antes, en el Parlamento de Andalucía, su figura había protagonizado la sesión de control al Gobierno de Juan Manuel Moreno, no tanto para alabar su trayectoria política y su influencia en las relaciones con los países iberoamericanos, que motivaba el galardón, sino para echarle en cara al de la oposición, Juan Espadas, esas críticas de González a la amnistía y zarandear al PSOE en su diálogo con Puigdemont.

A las puertas del acto, seguidores socialistas han desplegado la pancarta 'Siempre con el PSOE, antes con Felipe, ahora Pedro Sánchez', a la que se ha acercado González para saludar su presencia. Dentro, el PP ganaba notablemente en número al PSOE. Además de Espadas y el presidente de la Diputación Provincial, Javier Fernández, el exministro de González y expresidente andaluz Manuel Chaves completaba la nómina socialista. Por parte popular, el presidente del Parlamento, Jesús Aguirre; la vicepresidenta primera de la Cámara autonómica, Ana Mestre; la consejera Patricia del Pozo; el presidente del PP de Sevilla, Ricardo Sánchez; el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz; el exlíder andaluz del PP Javier Arenas, y un par de concejales, Juan Bueno y Álvaro Pimentel.

“Soy libre porque digo lo que pienso y soy responsable porque pienso lo que digo”, dijo González en líneas generales durante su discurso de agradecimiento, en alusión a sus manifestaciones en sus “escasas apariciones públicas”, reconoció algo “cansado” tras llegar desde Chile, donde se conmemoraba el 50 aniversario del golpe de estado de Pinochet. “Nosotros vivimos uno, pero no fue un golpe de estado que tuvo éxito, y nos costó enfrentamientos civiles de tres años”, ha comentado.

“Escuche a Felipe González y a Alfonso Guerra. Han dicho que la amnistía no tiene ningún tipo de encaje en la Constitución. O Sánchez o Andalucía. A más Sánchez, menos Andalucía. Ese es el problema, los intereses de Sánchez son antagónicos con Andalucía”, había dicho Moreno en el Parlamento. Por la tarde fue él quien le entregó el galardón a González, alabando la figura de “un presidente andaluz” en su discurso.

Moreno destaca la “visión de Estado” de González

El presidente de la Junta alabó el papel de González, a quien agradeció su “apuesta por el sur” cuando dirigía el país, al hacer “inversiones de futuro” como la conexión de alta velocidad Madrid-Sevilla, o al haber “estrechado lazos” con los países “hermanos” de América con “una visión tan amplia como para abarcar dos continentes”. “Una figura clave y decisiva en la construcción de la España democrática de hoy”, ha recordado Moreno, quien ha animado a “aprender de la experiencia” de políticos “de la talla” de González, quien “culminó la Transición”, quien “puso el país en hora, quien nos ubicó en Europa”, y sirvió como “refuerzo del vínculo americano”, contribuyendo a “dar a España su lugar en el mundo, su papel protagonista y su grado de influencia en ese contexto internacional”.

Es importante que los dirigentes de hoy escuchemos a los de ayer", recordando a "la España de la concordia". "Y, en las actuales circunstancias, la experiencia no solo tiene el derecho a hablar sino que tiene el deber de hacerlo

“El presidente González sigue estando, no en el cargo pero sí como líder”, ha dicho Moreno, porque “es un empleo que no es coyuntural”. “Le pese más o menos en su caso me imagino que tiene que ser en algunos momentos cuando menos un poco más complicado”, ha añadido acerca de un político “vigente como líder” y “un referente para muchos de los que hoy entendemos España desde la moderación, dese la madurez y desde el sentido de Estado”, “unos ingredientes que son cada vez más difíciles de conseguir” y “por eso la suya es una voz necesaria”.

“Es importante que los dirigentes de hoy escuchemos a los de ayer”, recordando a “la España de la concordia”. “Y, en las actuales circunstancias, la experiencia no solo tiene el derecho a hablar sino que tiene el deber de hacerlo”. Moreno ha confesado que un mitin de González fue el primero al que acudió, en Málaga, aunque luego no acabó “en las mismas filas políticas”, ha comentado entre bromas, resaltando haber podido apreciar “el magnetismo, el liderazgo, el entusiasmo, la pasión, su verbo fácil y la visión de Estado” del expresidente español, con quien ha sido para Moreno “un honor”, “el primero de ellos en estos años”, poder participar en un acto “con Felipe”. “A mí me gusta eso de Felipe, porque a mí me dicen Juanma, a ver si se me pega algo, voy por el camino de consolidarte también”, ha comentado.

“O Sánchez o Andalucía”

En el Parlamento, por la mañana, fueron menos amigables los intercambios de palabras entre el presidente de la Junta y el también socialista Juan Espadas. Fue un cara a cara tenso, en el que líder de la oposición rehusó pasar la pantalla de la investidura de Alberto Núñez Feijóo -programada para el 26 y 27 de septiembre- para ponerse a “hipotetizar” sobre una “supuesta ley de amnistía que nadie ha leído”.

“Ahora es el turno de que Feijóo explique cuál es su modelo territorial para evitar los agravios entre comunidades de los que usted habla”, le espetó a Moreno, que minutos antes había desgranado un intenso alegato de la lucha autonomista andaluza, desde la manifestación civil del 77, hasta el referéndum del 28 de febrero de 1980 que dotó a Andalucía de un autogobierno de primer orden, al mismo nivel que Cataluña, Euskadi y Galicia.

“No vamos a permitir, gobierne quien gobierne, que se coloque a Andalucía en un estatus que no le corresponde por historia, por proyección y por capacidad. Eso no es negociable, gobierne Sánchez o Feijóo”, defendió el presidente de la Junta, como gesto de contestación a las reivindicaciones que nacionalistas vascos e independentistas catalanes exigen a Sánchez para apoyar su investidura.

Moreno usó la agenda de PNV y de Junts, socios necesarios del PSOE para reeditar su Gobierno, para alertar del riesgo de que Andalucía quede descolgada del desarrollo autonomista, relegada a un segundo plano, aplastada por los privilegios de las regiones del norte. Una especie de defunción del 28F, un discurso del agravio que también usó el PSOE mientras gobernó durante 37 años la Junta de Andalucía, y su interlocutor en la Moncloa era un presidente del PP (Aznar o Rajoy).

El presidente de la Junta y del PP andaluz, que acudirá el próximo 26 de septiembre a la manifestación convocada por su partido en Madrid contra la hipótesis de una amnistía a los líderes separatistas catalanes en vísperas de la investidura de Feijóo, instó una y otra vez al secretario general del PSOE andaluz a alzar la voz contra Sánchez y en defensa de los andaluces. “Escuche a Felipe González y a Alfonso Guerra. Han dicho que la amnistía no tiene ningún tipo de encaje en la Constitución. O Sánchez o Andalucía. A más Sánchez, menos Andalucía. Ese es el problema, los intereses de Sánchez son antagónicos con Andalucía”, dijo.

Espadas: “Ustedes necesitan a Vox para gobernar España”

Espadas llevaba muy preparada la intervención, consciente de por dónde vendrían los ataques del presidente, y llevó un guión similar, pero cambiando a Puigdemont por Vox. “Ustedes necesitan a Vox para gobernar España. Y Vox está en contra del Estado de las Autonomías, recogido en el título VIII de la Constitución, y a favor de recentralizar competencias autonómicas. ¡Se acabó el autogobierno de Andalucía! ¿Eso no le parece un riesgo?”, preguntó el dirigente socialista.

Espadas, esta vez, fue más tajante respecto a la posición del PSOE andaluz respecto a las demandas de Puigdemont para facilitar la investidura de Sánchez. Sin mencionar la amnistía y cuidando mucho de no sumarse al frente interno de barones y ex dirigentes socialistas críticos con el presidente del Gobierno, Espadas le espetó a Moreno: “El PSOE en Andalucía no va a estar nunca en nada que atente a la igualdad de los andaluces y de todos los territorios de España. ¿Se lo digo más claro? ¿Se lo digo en inglés? ¿En chino?”.

El líder de la oposición centró su discurso en cuestionar la gestión que el presidente de la Junta hace del autogobierno y avanzó que su partido prepara una iniciativa -en forma de proposición no de ley- para profundizar en el desarrollo del Estatuto de Autonomía de Andalucía, que ya fue reformado en 2007 con el consenso de PSOE, PP e IU. Moreno le insistió para que le “acompañara” a Madrid a defender los intereses de su comunidad frente a los de Sánchez y, una y otra vez, repitió el relato de los dos PSOE -“el de las esencias, el del centro izquierda”, personificado en González y Guerra- y el “sanchismo”.

“No voy a desaprovechar su envite”, le respondió Espadas. “En el PSOE-A hemos defendido siempre la Constitución, pero toda. El título VIII, no aquellos como los que usted se asocia en toda España para gobernar [en referencia a Vox, que gobierna con el PP en cinco comunidades]. Queremos profundizar en el autogobierno que gobierna, no el que escurre el bulto diciendo que la culpa es de otro”, advirtió.

La crítica rotunda de Moreno y el PP al sanchismo tocó hueso en la campaña de las elecciones generales de junio. Fue precisamente la vieja escuela del PSOE andaluz, encabezada por Manuel Chaves y miembros de su partido en los 80 y 90, quienes firmaron un manifiesto en defensa de Pedro Sánchez, para responder a PP y Vox que “los ataques no eran contra el sanchismo, sino contra el socialismo mismo”.

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