Junqueras buscará el “aval de la militancia” para volver a liderar ERC
Oriol Junqueras deja la presidencia de ERC temporalmente, pero su voluntad es continuar con el aval de la militancia renovado. El líder republicano lo ha explicado este jueves en una rueda de prensa, unas horas después de que anunciase que dejaría el máximo cargo en el partido tras las elecciones europeas y la celebración de un congreso nacional en noviembre. Esta renuncia a la presidencia no será sin embargo definitiva, sino una forma de “abrir un diálogo” con la ciudadanía y la militancia, ha asegurado Junqueras, que ha dado por hecho que volverá a postularse como máximo líder de ERC si logra el aval de las bases, bloqueando así una posible renovación tranquila de liderazgos.
“No tengo prisa para nada pero no quiero renunciar a nada”, ha dejado claro Junqueras en una rueda de prensa que llega tras varios días de convulsión en el partido y después de que tanto el president del Govern en funciones, Pere Aragonès, como la secretaria general de ERC, Marta Rovira, hayan anunciado su abandono de todos los cargos orgánicos. No será este el camino que seguirá Junqueras, que desea continuar pilotando la nave de Esquerra pese a los malos resultados obtenidos por el partido en las tres últimas elecciones, municipales, generales y al Parlament de Catalunya.
“Me veo capaz de interlocutar con la gente, con el mundo del trabajo, con la militancia de ERC”, ha asegurado Junqueras, que ha asegurado que su intención sería continuar como presidente de ERC. “Hemos hecho cosas extraordinarias y quiero seguir haciéndolas”, ha dicho. Pero también ha apuntado que, para hacerlo, necesita “reconectar con la sociedad”. “Solo me sentiré legitimado [para continuar como líder] si tengo un aval renovado de la militancia”, ha asegurado.
Oriol Junqueras ha despejado de esta forma las dudas sobre su futuro después de haber recibido durante los últimos dos días la máxima presión desde diversos sectores de su partido para que diera un paso atrás. La renuncia temporal de Junqueras abre un proceso congresual que permitirá clarificar los liderazgos en la formación, pero no supone la renuncia del que ha sido presidente de ERC durante los últimos 13 años.
Tanto Aragonès y su círculo más próximo como Rovira habían apostado por un relevo tranquilo en la formación, que cerrase una etapa y aflorase nuevos liderazgos tras una etapa de recomposición interna, en la que además habrá de decidirse el papel de los 20 diputados de ERC en el arranque de la nueva legislatura. Pero la negativa de Junqueras a marcharse complica estos planes y aboca a la formación a un congreso en el que la única renovación posible se mediría ante quien ha sido líder durante la última década.
Una de las cuestiones centrales en la situación de Junqueras es su inhabilitación. Al todavía líder republicano se le ha impedido hacer política en las instituciones desde octubre de 2017, pero esto podría cambiar cuando se le aplique la amnistía, que no será inminente. Junqueras tiene clavada esta espina y en su partido hay quien explica la negativa del líder a marcharse como un intento de no renunciar a la posibilidad de volver a presentarse a las elecciones.
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