La Mesa del Parlamento andaluz ha dejado en pausa el nuevo reparto de las subvenciones para gastos de funcionamiento de los grupos, propuesto por el PP, que tenía previsto aprobar este jueves en una sesión extraordinaria celebrada en Loja (Granada). El presidente de la Cámara, el popular Jesús Aguirre, ha pospuesto la decisión una semana y ha pedido un informe a la Intervención General del Parlamento, órgano que fiscaliza el uso de los fondos públicos.
No es habitual que la Mesa requiera, a posteriori, un informe al interventor sobre una propuesta de reparto de subvenciones a los grupos parlamentarios, como tampoco es común que la distribución del dinero que se pacta al principio de la legislatura se altere con el mandato empezado.
La propuesta de modificación que el PP ha lleva este jueves al órgano rector del Parlamento ha caído como una bomba en el seno de las izquierdas, porque plantea inyectar fondos propios de su grupo a la organización que lidera Teresa Rodríguez, Adelante Andalucía, a costa de recortárselos a la coalición liderada por IU y Podemos (Por Andalucía).
La documentación remitida a los grupos para la reunión de la Mesa de la Cámara contenía el expediente con la asignación de las subvenciones aprobada al inicio de la legislatura, en una resolución de junio de 2022, que ya contaba con el preceptivo informe de la Intervención General, coinciden los partidos consultados.
Es lo que recibieron los grupos días antes de la reunión de este jueves, sin embargo, 24 horas antes el portavoz parlamentario del PP, Toni Martín, les había anunciado en un encuentro informal en el Parlamento la nueva fórmula de reparto que pensaba presentar en la Mesa para su aprobación. Durante la reunión, los portavoces de todos los grupos, excepto el PP, han protestado y denunciado que el expediente con el nuevo reparto de fondos no estaba visado por el interventor.
El PSOE se ha negado a votar y Vox ha secundado las advertencias de los socialistas. Finalmente Aguirre ha dado una semana a los grupos para que traten de consensuar un acuerdo, fuera de la Mesa, en tanto que ha reclamado al interventor un informe sobre la propuesta de los populares.
La modificación del PP, que añadía 50.000 euros a la cuenta de Adelante detraídos del presupuesto de Por Andalucía, alteraba el expediente ya visado por el órgano fiscalizador, de ahí que Aguirre haya preferido frenar la iniciativa en seco y consultar primero a la Intervención. El tema ni siquiera se ha llegado a votar porque todos los grupos, por unanimidad, han aceptado posponer el asunto hasta conocer el citado informe.
Fuentes presentes en la reunión coinciden en que la portavoz del grupo damnificado, Esperanza Gómez, de Por Andalucía, se ha mostrado molesta con la propuesta de los populares, y ha preguntado a sus portavoces si la retirada de esos 50.000 euros a su coalición era un “castigo” a su formación por “haberse portado mal”. Gómez no ha sido la única en plantear dudas sobre el nuevo reparto propuesto por el PP 24 horas antes y sin negociación previa con el resto de partidos. Miembros del PSOE y de Vox han mostrado su contrariedad y han recordado que el sistema de reparto de fondos vigente, aprobado al inicio del mandato, sí contó con un acuerdo pactado con otros grupos. Adelante Andalucía, que representa al grupo mixto y tiene sólo dos diputados en la Cámara, no cuenta con ningún portavoz en la Mesa.
200.000 euros en discordia
La partida en discordia son 200.000 euros que corresponden al PP, por su proporción de diputados en la Cámara (58), pero que acordaron ceder a Por Andalucía para facilitar su labor parlamentaria, muy mermada al tener un grupo de cinco diputados. Siete meses después, los populares deciden dividir esa asignación entre las dos izquierdas, recortando 50.000 euros a la coalición para dárselos al grupo de Rodríguez. Esa merma en el presupuesto que le fue asignado a la bancada de Inma Nieto afectará, previsiblemente, a los trabajadores del grupo contratados al inicio de la legislatura (asesores parlamentarios).
El cambio de criterio en el reparto de fondos ha enrarecido la relación de los grupos en el arranque del primer periodo de sesiones de este año. En la coalición Por Andalucía, la marca que amadrinó Yolanda Díaz en las elecciones andaluzas, creen que el PP insufla oxígeno a los de Teresa Rodríguez para perpetuar la división de las izquierdas de cara a las municipales de mayo y las generales de final de año.
En el PSOE barruntan que el PP necesita, al menos, a los dos únicos diputados de Adelante para frustrar su estrategia de vetar las críticas al Gobierno de Pedro Sánchez en el Parlamento. Los socialistas han empezado este periodo de sesiones esgrimiendo un artículo en desuso del reglamento -el 171- que les permite bloquear las proposiciones no de ley del PP que versen sobre competencias exclusivas del Estado, y que en la práctica han funcionado como azote a Sánchez.
Para ello necesitan una mayoría de dos tercios, es decir, sumar los votos de Por Andalucía y de Adelante. Los primeros han secundado la estrategia de los socialistas, pero piden verlo “caso a caso”. Los segundos también respondieron que su voto dependería del tema a tratar, pero se ofrecieron a negociarlo a cambio de una “contraprestación parlamentaria”.