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Cinco claves para entender dónde y cómo se producen los accidentes laborales en Andalucía

Concentración tras el último accidente laboral mortal en Peñaflor (Sevilla).

Consuelo Durán

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¿Cuál es el accidente laboral más común? ¿En qué sector se producen más? ¿Cuál es la profesión con más muertes en el tajo? Son algunas de las preguntas que respondemos a continuación en cinco claves sobre la siniestrabilidad laboral en Andalucía, que ha vuelto a registrar datos preocupantes, con un incremento del 5,5% y con un muerto cada tres días.

Son datos publicados por el Ministerio de Trabajo y Economía Social, todavía provisionales, pero que permiten sacar unas primeras conclusiones. Desde las administraciones explican que el incremento puede deberse a que “por primera vez” se incluyen en las víctimas mortales de accidentes laborales a los fallecidos durante el año después de que produzca el suceso, pero esa novedad ya la incorporó en 2018. Sí cambia que desde el pasado año es obligatorio incluir los registrados entre trabajadores por cuenta propia, lo que antes era voluntario, de manera que se han triplicado los accidentes laborales entre los autónomos. También hay que tener en cuenta que en el cómputo de accidentes laborales se incluyen las bajas por enfermedad del trabajador.

Hechas estas salvedades, tenemos una realidad: en 2019 se contabilizaron en Andalucía 109.877 accidentes laborales frente a los 104.173 de 2018. En el conjunto de España se pasó de 602.316 a 635.227 por lo que en los dos casos hablamos de un incremento de en torno a un 5,5%. En víctimas mortales, fueron 121 en Andalucía (frente a 106 en 2018) y 695 en España (frente a 652 en 2018). De estas últimas fueron 12 autónomos los que perdieron la vida trabajando en Andalucía y 74 en el conjunto del país.

Con estos números, Andalucía es la comunidad autónoma con más mortalidad en el trabajo. La siguiente es Catalunya, con 106, seguida de la Comunidad Valenciana (83) y la Comunidad de Madrid (69). Tanto Catalunya como la Comunidad de Madrid tienen más afiliados a la Seguridad Social, lo que hace por tanto que esta situación no solo se refleje en números absolutos, sino en relativos, tal y como muestran los índices que igualmente incluye este informe. También está por delante de la Comunidad Valenciana en este índice.

Por sectores

Si se mira por sectores, el de mayor incidencia de accidentes laborales y sus víctimas mortales, en proporción a los afiliados, es la construcción, tanto en Andalucía como el resto del país. Mientras, por secciones, son las industrias extractivas las que registran los índices más elevados.

En cualquier caso, a la prensa saltan los números absolutos. En España, la industria manufacturera fue la de más accidentes laborales sufrió el pasado año (107.582), mientras que en Andalucía, con menos desarrollo en este terreno, fue la construcción (15.273).

En cuanto a los fallecidos en números absolutos, está a la cabeza el sector servicios (349), que acapara la mitad de los decesos, seguido de la construcción (145), la industria (142) y el agrario (59). Son datos que no aparecen desglosados por comunidades autónomas en dicho informe. La elevada cifra del sector servicios se explica por la cantidad de ámbitos que incluye. De hecho, mirando únicamente por sección, está a la cabeza, con 96 muertos, el transporte terrestre y por tubería.

Por profesión

Son los conductores y operadores de maquinaria móvil los que más sufren los accidentes laborales mortales, con uno de cada cinco fallecimientos. Les siguen los peones de la agricultura, pesca, construcción, industrias manufactureras y transportes y los trabajadores cualificados de la construcción -excepto los operadores de máquinas que en están en el primer grupo- que sumaron 99 fallecidos.

Desde UGT, Juan Carlos Hidalgo califica de “muy malos” los datos, que todavía están analizando en profundidad, e incide en que “lo que sigue fallando es la prevención”, a lo que suma la precariedad, especialmente en un balance en el que se han incorporado con carácter obligatorio los autónomos. Pero aclara: “No hay que perder de vista la justificación de la precariedad en el supuesto trabajo por cuenta propia. Son los falsos autónomos, y el ejemplo más claro que tenemos son los ryders. Nadie se responsabiliza y lógicamente no están formados en prevención de riesgos laborales”.

Por provincias

Por provincias, Sevilla es la primera de Andalucía en accidentes laborales y en muertes en el tajo y está entre las cinco peores del país, según los parámetros. En 2019 registró 29, un dato del que se hace eco CCOO en un informe. Fueron seis más que el año anterior y “prácticamente uno cada 12 días y medio”, en palabras de Carlos Aristu. El secretario de Acción Sindical de CCOO de Sevilla explica que “los accidentes laborales graves también experimentaron una subida de más del 10% con respecto al año anterior”.

Y los ocurridos in itinere se duplicaron a lo largo del 2019. “De los seis que hubo en 2018, el año pasado tuvimos que lamentar la muerte de 12 trabajadores mientras se desplazaban. Cinco de los fallecidos, naturales de Las Cabezas de San Juan, en un trágico accidente de tráfico en la carretera de Arahal”, dice en referencia al más grave de todos.

Por sexo y por edad

Los varones siguen siendo los más afectados, con 509 muertos en el tajo. Más de 200 tenían entre 50 y 59 años, que es la franja de edad con más víctimas mortales. La mitad ocurrió en el centro de trabajo habitual y el resto, en otro lugar de trabajo o durante el desplazamiento en la jornada laboral, que es distinto a la consideración de in itinere.

Por causas

De todas maneras, lo más común son las muertes naturales. Un total de 205 trabajadores incluidos en estas estadísticas murieron el pasado año por infartos, derrames cerebrales y otras causas “naturales” similares. “Lo que pasa es que no se tienen en cuenta los riesgos psicosociales, cuyos efectos van asociados a esa causa, a la hora de la prevención”, concluye Juan Carlos Hidalgo.

Destacan también los accidentes de tráfico, que dejaron 95 muertos, las caídas (77) y las pérdidas de control de equipos trabajo o materiales (67) como las otras tres causas que más muertes dejaron el pasado año en el trabajo o camino del trabajo y que sumadas suponen dos de cada tres.

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