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Sobrevivir a José Beulas, el gran reto del Centro de Arte y Naturaleza de Huesca

José Beulas

Miguel Barluenga

Huesca —

El pintor José Beulas murió en su casa, a pocos metros del gran legado que dejó en Huesca. Tan solo tenía que cruzar la calle para visitar el Centro de Arte y Naturaleza (CDAN), que ayudó decisivamente a levantar. Lo siguió haciendo hasta el final, hasta que cuatro días antes de haber cumplido los 96 años, el pasado 3 de agosto, la enfermedad pudo con él. Especializado en pintar paisajes, atesoraba una enorme y valiosa colección de arte que dio vida al espacio que se convirtió en una extensión de su hogar y que aspiraba a ser un referente del arte contemporáneo en Aragón. Desaparecido Beulas, se abre el interrogante de qué sucederá con las más de 320 piezas y miles de documentos, fotografías y objetos donados por el artista a la capital oscense desde 1991.

Así, el Patronato de la Fundación Beulas tiene en sus manos la decisión sobre el legado y está previsto que se reúna este próximo mes de septiembre. La Fundación gestiona y promociona el trabajo del pintor y está conformada por miembros de Gobierno de Aragón, Diputación Provincial de Huesca, Ayuntamiento de Huesca y personas muy vinculadas al desaparecido coleccionista. Dirigida por la consejera de Cultura del Ejecutivo autonómico, Mayte Pérez, deberá resolver cuestiones como la situación de la finca donde Beulas vivió. También se está a la espera de que se conozca el contenido de su testamento.

Junto a su primera esposa, María Sarrate, fallecida en 2013, cedieron buena parte de su colección en 1991 al Ayuntamiento a cambio de recibir hasta su muerte una cantidad económica para el mantenimiento del recinto. Este año contaba con una partida presupuestaria de 65.500 euros. Según el acuerdo, esta propiedad debe integrarse en el CDAN, de cuya gestión se encarga el Gobierno de Aragón. La Fundación se creó al tiempo que el artista donaba las primeras obras y el acuerdo entre las partes contemplaba asimismo el usufructo de las propiedades inmuebles del pintor, incluido el estudio donde desarrollaba su trabajo.

Una relación de casi 80 años

La relación entre Beulas y Huesca comenzó en la década de los 40 del siglo pasado. Nacido en Santa Coloma de Farnés (Girona) en 1921, el cumplimiento del servicio militar le condujo a la capital del Alto Aragón, donde ya se estableció enamorado de María Serrate, otra apasionada del arte. Comenzó para ambos una tarea común, recopilar obras y objetos bien de amigos bien de destacadas figuras de la creación pictórica. Con el paso de los años fue cobrando forma la denominada Colección Beulas-Serrate, donada a la ciudad a partir de 1991. No es el único espacio con el que fueron generosos; sin ir más lejos, Santa Coloma de Farnés, donde descansan sus cenizas, cuenta asimismo con parte de este trabajo de toda una vida.

El legado en Huesca ofrece su propio trabajo y obras de Saura, Tàpies, Rivera, Pablo Serrano, Broto o Víctor Mira. Beulas fue un exquisito paisajista que se encandiló, entre otros, por monumentos naturales como los Mallos de Riglos, cuyos contornos inspirarían el futuro edificio del CDAN. El acuerdo adoptado con las instituciones incluía el acondicionamiento de un espacio que se considerase adecuado y cuya elección levantó polémica en su tiempo después de que se descartasen varios locales y solares como el edificio de Simeón, que albergó en su día unos grandes almacenes y necesitaba una rehabilitación completa, Capuchinas o el Palacio de Villahermosa.

El lugar escogido finalmente se encontraba más cerca de lo que Beulas había soñado en un primer momento. Al lado de su casa, en un terreno de la carretera a Ayerbe y diseñado por el arquitecto Rafael Moneo, amigo del pintor. Inaugurado en 2006 y financiado en su totalidad por el Gobierno de Aragón después de que el Ayuntamiento cediese gratuitamente los terrenos, sus formas onduladas aspiraban a convertirse en un emblema de la ciudad.

Su viuda mantendrá las mismas condiciones

El artista, su esposa y el Consistorio suscribieron un acuerdo mediante el cual se establecía el traspaso de las propiedades y se les declaraba usufructuarios de la vivienda y la finca que la contiene. Casado en segundas nupcias con Joaquina Camí, su ahora viuda no verá modificada jurídicamente esta cuestión según fuentes conocedoras de todos sus pormenores. Beulas cedió el inmueble para convertirlo en una residencia para jóvenes artistas que formase parte del CDAN y a la que tampoco afectará el fallecimiento de su mentor.

Las seis donaciones de la colección Beulas-Sarrate suman 324 obras de su legado, producción personal y el archivo documental del artista, formado por miles de documentos, fotografías y objetos. La primera donación contenía 28 obras de la primera época como estudiante, 62 esculturas y una selección de piezas sobre papel y tapices.

La segunda comprende 28 tapices y obra sobre papel y 64 obras de pintura española del siglo XX de su colección. La tercera contenía 40 títulos de la colección particular de pintura de Beulas-Sarrate de artistas como Víctor Mira, Roberto Matta o Vicente Pascual, pertenecientes a la mitad del siglo XX. La cuarta donación, de 2009, era del archivo documental de Beulas, compuesto por un extenso archivo fotográfico, documentación, prensa y correspondencia, publicaciones de su biblioteca, dibujos de formación y carteles junto a objetos personales.

La última donación, este año

La quinta donación (2013) consistió en cuatro tapices elaborados, en su mayoría, en los años 80 por Carles Delclaux e inspirados en obras del propio Beulas y de Manuel Miralles. La sexta y última donación se produjo este mismo año y eran 93 trabajos del pintor; ocho de originales (dos óleos sobre lienzo y seis acuarelas) y obra gráfica que representa diferentes épocas de la trayectoria del artista desde los años 40 hasta la actualidad.

Las dos plantas del CDAN también tienen espacio para la multitud de exposiciones itinerantes que han incrementado su atractivo durante estos 11 años. Ahora se pueden visitar muestras de Carlos Garaicoa o Ricardo Calero y El borde de una herida, una lectura crítica de la Ley de Extranjería. La desaparición de José Beulas también devolverá a los visitantes al museo. Durante 2016 pasaron por sus salas 3.112 personas frente a las más de 130.000 de su año inaugural en este y otros recintos adscritos. La dedicada a George Orwell en el Museo de Huesca congregó a 18.000 espectadores en unos pocos meses. Ahora, el CDAN aspira a sobrevivir a Beulas y volver a la primera línea del arte aragonés.

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