Delitos de odio

Acabo de registrar en el Congreso de los Diputados una iniciativa para combatir con más contundencia los delitos de odio. Aunque ya están tipificados en el Código Penal, los miembros del Grupo Socialista queremos que tengan un tratamiento específico aquellos que se cometen por la condición racial, sexual, física o ideológica de la víctima.

Según el III Informe de Delitos de Odio, en España se cometieron en 2015 casi cuatro delitos de odio al día. Las Fuerzas de Seguridad detectaron el pasado año 1.324 casos, lo que supone un aumento del 13 % respecto a 2014, si bien este incremento se debe a la incorporación de dos nuevas modalidades hasta ahora no contempladas: delitos por discriminación en razón de género y por ideología. La mayoría (506, el 38,2 %) fueron por racismo y xenofobia, le siguen los ataques por ideología (308, el 23,3 %), los ataques a personas con discapacidad: (224, el 17 %), también se registraron delitos por orientación sexual (168, el 12,69 %) , en razón de género (24, el 1,8 %), 15 (1,13 %) a personas sin recursos (aporofobia) y por antisemitismo (9, 0,7 %), señalando que la cifra de agresiones podría ser mucho mayor porque existe una cifra sumergida no conocida, dado que estos delitos se denuncian poco por diversos factores como el temor a represalias o la desconfianza institucional. De hecho, solo se denuncia en torno al 20 % de los casos.

Tenemos muy recientes las imágenes bochornosas de ultras de aficiones de fútbol humillando a mendigos, o la de grupos de extrema derecha asaltando mezquitas o intimidando a musulmanes como estúpida reacción a los atentados cometidos en Bruselas la pasada semana. No podemos permitir que nuestra sociedad esté cada vez más enferma y responda a sus desafíos con violencia e irracionalidad. Por eso iniciativas como la que hemos presentado son necesarias e imprescindibles.

Su cometido no es tanto punitivo, ya que esta debe ser la última parte de la ley, sino preventivo. Y vuelvo a decir lo que digo siempre como una muletilla que me creo a pies juntillas: educación, educación y educación. Hay que concienciar y sensibilizar a edades tempranas, y mucho más en un momento en el que nuestras aulas son el mejor reflejo de la diversidad.

En nuestra iniciativa, que queremos que cuente con el amplio consenso de los grupos, también hacemos especial hincapié en el cuidado del lenguaje, y en el control de foros y redes sociales que se emplean con el objetivo de incitar a la violencia. Asimismo, la Ley de Partidos debe ser aplicada con firmeza contra aquellos partidos que tengan idearios homófobos y racistas, y se deben crear planes de formación tanto en la Justicia como en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Espero que el próximo Gobierno asuma esta petición para que se elabore una ley y se apruebe. Pero, insisto, no es una ley pensada para el castigo, sino para la prevención y la mejora de la convivencia.

La redacción de esta iniciativa culmina una vieja aspiración del grupo Afrosocialistas del PSOE, un gran equipo de africanos y descendientes de africanos que son en estos momentos una parte vital e imprescindible de nuestro partido, por su compromiso y sus ganas de construir una sociedad más justa e igualitaria. La semana pasada, más de cuarenta personas pertenecientes a estos colectivos nos contagiaron la emoción que sintieron al visitar el Congreso de los Diputados, que es su casa, por vez primera. Seguro que no va a ser la última, porque esta ley saldrá adelante y necesitaremos contar con su trabajo y su experiencia en esta materia.