La reforma del paseo Ramón y Cajal enfrenta a los afectados con el Ayuntamiento de Huesca
Ni una peatonalización sin su polémica. El último ejemplo es el del paseo Ramón y Cajal de Huesca, una ciudad en la que la reforma de los Cosos, el paseo céntrico por excelencia, ya levantó una considerable polvareda. Ahora se presenta un caso semejante con esta obra, que estará lista para su ejecución el próximo mes y se acometerá a comienzos de 2018. SOS Huesca, asociación creada por vecinos y comerciantes que creen que el camino que se sigue en la capital oscense no es el correcto y reclaman el derecho a ser escuchados, se ha erigido en la principal oposición.
“No queremos decisiones improvisadas, impuestas, ilógicas o electoralistas. Tampoco pretendemos tener siempre la razón. Queremos diálogo con la verdad por delante, con el interés general como único objetivo”, apuntan desde esta plataforma. SOS Huesca puso ya una primera piedra hace siete años cuando la peatonalización de Ramón y Cajal echaba a andar, y se reactivó en 2017 por la sorpresa que les produjo la recuperación del proyecto tras el paréntesis con el PP en la alcaldía. SOS Huesca considera que el Ayuntamiento ha “maquillado” con la idea de la participación ciudadana lo que se trata de “un decretazo”.
Para razonarlo, SOS Huesca se basa en el cuaderno metodológico “Aragón Participa” elaborado por el Gobierno autonómico y que define las etapas de estos procesos. A juicio de la asociación, no se han respetado las reglas del juego ante la falta de transparencia y de una comunicación “oficial y para todos” que explicase la situación. “No se ha escuchado a los actores clave ni se han elaborado actas, documentaciones o informes. Hemos vivido meses de incertidumbre, ocultación y despiste. Quieren sacar esto adelante con prisas y sin debate”. La plataforma recaba firmas contra la actuación que se plantea en Ramón y Cajal y ya ha reunido en torno a 2.000 apoyos.
La plataforma ha pedido en varias ocasiones encuentros con María Rodrigo, concejala de Urbanismo, que se han rechazado. Rodrigo asegura que habido “consenso” y que se tendrían en cuentas las opiniones de comerciantes y ciudadanos con demandas como el aumento de plazas para aparcar. Desde el Ayuntamiento de Huesca mantiene que se ha desarrollado un proceso “normal” de participación ciudadana en la que se ha mantenido reuniones con la Asociación de Vecinos del Barrio de Santo Domingo y San Martín y la de comerciantes.
“No es un proyecto a largo plazo”
En su programa electoral para las municipales de 2015, el PSOE oscense ya hablaba de una actuación “urgente” en el paseo Ramón y Cajal “y en otras calles próximas a la zona peatonalizada que han quedado sin reurbanizar”. ¿Por qué SOS Huesca no está de acuerdo con el proyecto? “Principalmente porque no es un proyecto pensado a largo plazo. Si se lleva a cabo se van a hipotecar aspectos clave sociales y económicos. Durante años se han ido haciendo proyectos por periodos electorales sin pararse a pensar en el diseño global de la ciudad. Es fundamental pararse a pensar y verlo desde un punto de vista mucho más estratégico. Sin prisas y con consenso con todos los agentes”, señalan desde SOS Huesca.
El proyecto elimina más del 50 % de los aparcamientos existentes. En el primero eliminaban hasta el 80 %: “Nos iban a cortar la pierna hasta la ingle y tenemos que estar agradecidos porque nos la cortan hasta la rodilla”. Para poder hacer esto, eliminan 15 árboles “que más que por enfermedad, argumento que tranquiliza a la opinión pública, es por necesidad del proyecto. Parece que es políticamente correcto utilizar el argumento de una ciudad sin coches”. SOS está de acuerdo con la peatonalización del centro, siempre que acarree un efecto llamada. “Esta zona es una de las puertas a la ciudad, con muchísimas posibilidades para que la llegada a Huesca sea motivadora y representativa de la ciudad”, añaden desde la plataforma.
Este proyecto elimina las vías laterales, lo que provocaría problemas de accesibilidad a los propios locales del paseo, con cortes de tráfico en la ronda del Isuela y sin contar con los problemas de movilidad que generarían. “Volvemos al mensaje de ‘por favor, no vengan, circulen’”, recalca SOS Huesca. Lo ideal para esta asociación sería recuperar el Plan de Equipamiento Comercial que marcaba la ubicación de un parking subterráneo con acceso directo a la zona peatonal como se ha hecho en Soria o Segovia. La aparición de unos restos arqueológicos en unas catas eliminó esta posibilidad; sin embargo, el Gobierno de Aragón ofrece alternativas para salvar este obstáculo y que la ciudad muerta no devore a la viva.
Con la finalización de las obras de la autovía Huesca-Lérida y sus entradas, se piensa que la zona brinda la oportunidad de convertirse en una presentación de la ciudad para darle un impulso turístico. El futuro traslado del Parque de Bomberos permitiría crear en ese espacio un centro de recepción de visitantes con un parking de autobuses y vehículos.
Una de las propuestas de SOS Huesca consiste en hacer un bulevar polivalente con aceras de siete metros de ancho para el paseo, vías laterales pacificadas, una zona central polivalente que posibilitaría aparcamiento de alta rotación en horario comercial y gratuito para vecinos por las noches y festivos, y que quedaría, asimismo, para eventos puntuales. Se respetaría la zona de arbolado y todas las conducciones subterráneas de servicios dejarían abierta la posibilidad de construir un futuro parking subterráneo.
“No vemos necesario y sí una exageración dejar aceras de 17 metros en un lado y 14 en el otro; para hacernos una idea, la anchura de los cosos no llega a los 10 metros. ¿De dónde vamos a sacar tanto peatón? ¿Vamos a quitarlos de los parques? Sí que vamos a dar una imagen de ciudad tranquila, tan tranquila que parecerá muerta. Ojalá sólo lo parezca”, concluyen. El proyecto definitivo se hará público en las próximas semanas. Y, según el Ayuntamiento, recogerá las inquietudes de los ciudadanos afectados.