Las comunicadoras aragonesas paran y reivindican un periodismo digno y feminista
Alejadas por un día de micrófonos, cámaras, libretas o grabadoras, las comunicadoras (precarias, muchas) aragonesas han reivindicado un periodismo digno y feminista. Las periodistas paran, y lo hacen en la calle, reclamando sus derechos y una manera de ejercer la profesión.
A las 11:00 horas de este 8M se han concentrado en la zaragozana plaza de España donde han leído un comunicado con 19 puntos –leído por 19 mujeres profesionales de la comunicación– en el que han exigido “representaciones paritarias en los medios de comunicación y un #Periodigno que incorpore de manera plena en su línea editorial los valores de igualdad, equidad y libertad de las personas”.
Esto implica, han continuado, “un posicionamiento contundente y comprometido, atendiendo especialmente a las noticias sobre violencia y mercantilización de sus cuerpos, y extremando el cuidado en las noticias sobre violencia machista, poniendo el foco en el agresor, no en la víctima, y, en el caso de asesinatos, incluyendo la cifra global de mujeres asesinadas desde que hay registro oficial (2003)”.
Han parado por un periodismo “que se rija por criterios de profesionalidad y no de estereotipos de imagen y cánones de belleza, por que se generen contenidos que luchen contra la mercantilización del cuerpo de las mujeres y para que se dé voz a más especialistas mujeres, buscando paridad entre ambos sexos”.
Una a una han tomado el micrófono para “que se hagan las mismas preguntas a ellos y a ellas, que se tenga especial cuidado con el lenguaje discriminatorio y racista, que haya formación universitaria especializada en periodismo feminista y que el Gobierno tome medidas encaminadas a lograr la igualdad en los medios de comunicación, poniendo delegadas de Igualdad de Género en los medios y creando un observatorio de noticias machistas”.
Vestidas de negro y con un brazalete morado donde se leía “Prensa”, han portado carteles con mensajes como “Somos noticia, no pararemos hasta que seamos historia”, “Despachos llenos de hombres, redacciones llenas de mujeres, ¿igualdad?”, “Si no es feminista, no es objetivo” o “Ni michismi ni feminismi”.
