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Las hermanas Sevilla Romeo: “Las campañas ayudan a romper estereotipos y a despertar vocación científica entre las chicas”

Las hermanas Sevilla Romeo: Eloísa, de pie, y Patricia, sentada.

María Bosque Senero

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¿Cuál es su formación exacta Eloísa? ¿Y cuándo fue consciente de que lo suyo era la ciencia?

Estudié Veterinaria en la Universidad de Zaragoza. Después me especialicé con un Máster en investigación y continué realizando mi doctorado en el campo de la Microbiología. Nunca tuve una vocación una clara, si bien es cierto que siempre me ha gustado mucho la ciencia y el ámbito de la investigación. De hecho, veterinaria estaba al final de mi lista cuando tuve que elegir qué carrera estudiar. Pero conocer más en detalle en qué consistía esta profesión hizo que finalmente terminara por escogerla. La profesión veterinaria no solo se restringe a la clínica de los animales de compañía o destinados al consumo, sino que es algo más amplio, incluye también el campo de la seguridad alimentaria, salud pública, investigación y un largo etcétera. Este amplio abanico de posibilidades me pareció muy interesante y creí que podía encajar conmigo.

¿Y en su caso, Patricia?

Estudié la licenciatura en Químicas en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Zaragoza. Desde pequeñita siempre me han gustado las ciencias y cuando estaba cursando 4° de la ESO, gracias a la asignatura optativa ‘Nutrición humana’ me di cuenta que quería profundizar más en el mundo de las ciencias.

A pesar de que ambas han elegido optar por la formación en el campo de las ciencias, sus caminos han sido muy distintos ¿Qué le llevó al campo de la investigación, Eloísa (E.)?

Cuando estudiaba la carrera tuve la posibilidad de realizar prácticas en la Unidad de Microbiología de la facultad. Me pareció fascinante cómo los microorganismos (bacterias, virus, etcétera), algo tan pequeño, incluso invisible a los ojos, podía causarnos una enfermedad o por el contrario también ser beneficiosos para nuestra salud. Comenzó a interesarme este campo de la ciencia y cuando terminé la carrera continué ahí mis estudios de doctorado.

¿Cuáles han sido hasta ahora tus hitos profesionales hasta la fecha?

E.: Durante mi estancia de investigación en el Leiden University Medical Center (Holanda) tuve la oportunidad de trabajar en un proyecto acerca de la resistencia antimicrobiana de Clostridium difficile, una de las principales causas de enfermedad gastrointestinal hospitalaria. Gracias a este trabajo pudimos conocer la causa de resistencia a uno de los antibióticos de elección en el tratamiento de esta infección (se trata de una bacteria muy resistente a los antibióticos y las opciones terapéuticas son muy limitadas). Esto puede contribuir a una mayor rapidez en el diagnóstico y tratamiento de la infección.

¿En qué está trabajando en este momento?

E.: Este año estoy de vuelta en el Centro de Encefalopatías y Enfermedades Transmisibles Emergentes de la Universidad de Zaragoza. Aquí se trabaja en el campo de las enfermedades priónicas, que son enfermedades neurodegenerativas progresivas, letales y no tratables (por ejemplo, la enfermedad de las vacas locas). También trabajamos en modelos de infección y tratamiento de SARS-CoV-2, un proyecto multidisciplinar en colaboración con el Centro de Investigación Biomédica de Aragón.

En su caso, Patricia (P.), decidió desarrollar su trabajo en el ámbito docente. ¿por qué?

Siempre me ha parecido interesante y fundamental transmitir el conocimiento a otras personas, en este caso a los científicos y científicas del futuro. Creo que la docencia es la base de mucho de lo que viene después. En mi caso, como ya he dicho, fue una asignatura la que me hizo descubrir cuál era mi verdadero camino, y pienso que, desde las aulas, contribuir a la formación y al desarrollo de las personas adultas del futuro es también muy importante. Ver a mi alumnado aprender, descubrir, crecer, me hace sentir feliz y satisfecha como profesional.

Es relativamente joven, pero ¿ha cambiado la docencia en este sentido desde que estudiaba hasta ahora que es profesora?

P.: Es cierto que desde que yo estudiaba tanto en el colegio como en el instituto ha habido cambios en el mundo de la docencia. Ahora soy profesora de Física y Química y cada día disponemos de mayores recursos, diferentes metodologías que ayudan al profesorado a impartir los contenidos de forma más amena e innovadora. Las TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación) nos proporcionan una gran variedad de herramientas que utilizamos por ejemplo en el caso de visibilizar a mujeres científicas. Además, en los libros de texto suele aparecer información complementaria como “Sabías qué..” donde se aportan datos de gran interés y que permiten profundizar en la temática.

¿Cuál es su opinión en este sentido, Eloísa?

Estoy de acuerdo. Cada vez hay más presencia femenina, de hecho, cuando estudiaba las chicas ya éramos un porcentaje mucho mayor que los chicos, y había muchas profesoras también, prácticamente en todos los departamentos. Veterinaria ha sido tradicionalmente una profesión a la que se dedicaban mayoritariamente hombres, y yo opté por estudiar esa carrera.

Las campañas como las que se llevan a cabo para visibilizar a las mujeres científicas ¿están realmente calando en la sociedad? ¿Cómo lo ve desde la investigación?

E.: Yo creo que sí. Es un día que se aprovecha para tomar consciencia y visibilizar el papel de la mujer en ciencia, con campañas dirigidas hacia los más jóvenes. De hecho, desde la Universidad de Zaragoza se están haciendo propuestas muy interesantes, como la campaña “Soy Científica. Vivo en tu barrio”, que muestra a 11 científicas de esta Universidad de Zaragoza en soportes publicitarios de la ciudad, con fotografías de ellas tomadas fuera del laboratorio, en diversos rincones de la ciudad, sin la característica bata blanca. Pienso que todo esto está contribuyendo a que los jóvenes tengan cada vez más referencias cercanas y reales, en su entorno más próximo, y a romper con los estereotipos, para que consideren así que la vocación científica es una posibilidad más.

¿Qué opinión le merecen desde el punto de vista de la docencia, Patricia?

Gracias a estas campañas es cierto que ayudan a visibilizar a las mujeres científicas entre nuestro alumnado. Nos proporcionan materiales, charlas con mujeres en directo donde el alumnado puede interactuar con ellas y con ello, conocer de primera mano su trayectoria e incluso vivencias personales. Particularmente, desde nuestro instituto, el IES Cinco Villas, en Ejea de los Caballeros, organizamos también charlas - coloquio con mujeres de nuestra comarca e incluso profesoras y exalumnas que trabajan en el mundo STEAM.

En esas charlas surgirán preguntas y comentarios. ¿Qué les dice a las niñas y a las adolescentes que quieren estudiar carreras de Ciencias?

P.: En primer lugar, siempre las animo a que estudien lo que verdaderamente les gusta, por aquello que sientan curiosidad e interés, y les explico que con esfuerzo y trabajo pueden alcanzar todas sus metas. En el caso de las carreras (ahora grados) de ciencias intento hacerles ver que, aunque puedan pensar que va a ser difícil, tienen que luchar por sus sueños y seguro que todo esfuerzo trae grandes recompensas. Además, han de evitar hacer caso a los prejuicios sobre los estereotipos de género. Tanto mujeres como hombres podemos dedicarnos a profesiones que en el pasado eran ocupadas principalmente por el género masculino.

Dentro del campo científico ¿han notado alguna diferencia en el trato, oportunidades, o en los titulares de los cargos entre hombres y mujeres?

E.: Afortunadamente el trato y las oportunidades son iguales para hombres y mujeres. Aunque también es cierto que la presencia de la mujer en los cargos más altos todavía es menor, probablemente debido a que al incorporarse más tarde a este ámbito cuesta más llegar a esos niveles. También existen algunas situaciones puntuales en las que la mujer se encuentra más desfavorecida. Por ejemplo, durante el embarazo o lactancia. Trabajar con un riesgo biológico o químico supone apartarse del trabajo de laboratorio durante ese tiempo, lo que crea un parón largo en la carrera científica de la mujer.

Aragón y la ciencia ¿qué relación tienen? Como investigadora, ¿cree que se invierte en estudio e investigación?

E.: En Aragón hay grupos de investigación de reconocido prestigio y centros conocidos internacionalmente. Con la crisis del Covid-19 se destinaron más fondos a la Ciencia en Europa, pues era una manera de dar soluciones a un problema global. Esperamos que se continúe de esta manera y se siga dando apoyo económico a la investigación.

¿Le gustaría quedase aquí, o para cumplir tus expectativas profesionales debe marcharse?

E.: En mi caso he hecho estancias de investigación fuera de España. El año pasado por ejemplo estuve en el INRA (Instituto Nacional para la Investigación Agronómica), Francia. Es complicado tener una estabilidad en España, pero, particularmente, prefiero quedarme aquí para priorizar mi vida personal

Son dos hermanas y ambas han elegido la ciencia como formación. ¿Qué significa este hecho para ambas?

P.: Personalmente es todo un orgullo que mi hermana también trabaje en el mundo de la ciencia, es su caso, es doctora en veterinaria. Le apasiona el mundo de la investigación, actualmente centrado en la microbiología, donde ella puede desarrollarse tanto profesional como personalmente. Además, es muy importante que, gracias a sus conocimientos, trabajos realizados, estancias en el extranjero está aportando sus granitos de arena para seguir avanzando en nuestra sociedad.

¿Y para usted, Eloísa?

Creo que somos muy afortunadas por haber tenido la educación y el apoyo de nuestra familia. Siempre nos han respaldado en lo que nos hemos propuesto y nos han ayudado a conseguirlo, y eso es de agradecer.

De niñas, ¿la ciencia estaba de alguna manera presente en su vida, en sus juegos?

E.: En mi caso el referente más cercano en el mundo de la ciencia es mi hermana, pero mis padres siempre nos inculcaron la curiosidad por aprender, por descubrir el porqué de las cosas. Recuerdo ir de excursión al planetario de Pamplona, la Ciudad de las Artes y las Ciencias en Valencia, o al Museo de la Ciencia en San Sebastián.

¿Cuál es su recuerdo, Patricia?

Como dice mi hermana Eloísa, desde pequeñitas nuestros padres siempre nos han acercado al mundo de la ciencia mediante pequeñas acciones e incluso sus propias historias que han contribuido a que a día de hoy estemos trabajando en lo que realmente nos gusta que es la ciencia. Especialmente nuestro padre, al que le estaré eternamente agradecida y que hoy estaría muy orgulloso de nosotras. Recuerdo cómo siempre me ayudaba en todo lo que podía y, si no, se las ingeniaba para que yo pudiera entenderlo. Me hacía ver que no existía dificultad en un problema o en un trabajo que, desde otro punto de vista, acercándolo a la realidad del día a día, podemos encontrar una solución.

¿Cuáles han sido sus referentes?

E.: Como figura histórica tengo siempre muy presente a Margarita Salas, todo un referente de mujer científica en España. Tuve la oportunidad de asistir a una de sus conferencias hace ya unos años y me sorprendió su gran pasión por la ciencia, algo a lo que dedicó toda una vida. Como figura actual, afortunadamente hay muchas mujeres trabajando en ciencia y un ejemplo es María Blasco, directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas y galardonada con multitud de premios y reconocimientos.

¿Y para usted, Patricia?

Sinceramente es difícil tener una figura referente ya que a día de hoy hay muchas mujeres que han contribuido y mucho en el mundo científico, conocido actualmente como metodología STEAM (Science, Technology, Engineering, Arts & Mathematics, pretende impulsar la formación de carácter técnico-científico y artístico en todas las etapas educativas).

Algunos ejemplos de mujeres que yo particularmente tengo muy presente son Marie Curie, científica polaca que consiguió premio Nobel; Katherine Johnson, física y matemática estadounidense que aportó grandes investigaciones en el mundo espacial; Alice Ball, pionera de la química y descubridora del primer tratamiento efectivo para la lepra hasta que se descubrieron los antibióticos; Margarita Salas, bioquímica española cuyos estudios sobre el descubrimiento de la enzima ADN polimerasa han sido imprescindibles para el desarrollo de la genética.

Además, acercar también las mujeres referentes a nuestra tierra es importante para usted.

P.: Sí, creo que es muy importante visibilizar nuestras científicas de Aragón e incluso de nuestras ciudades como son Mª Concepción Gimeno Floría, química de Zaragoza; Mª Josefa Yzuel, catedrática de Física de Jaca o Pilar Gayán, científica aragonesa que trabaja en el Instituto de Carboquímica (CSIC) desarrollando procesos avanzados de generación de energía y captura de CO2.

Eloísa, la música también ha ocupado un espacio significativo en sus vidas ¿cómo conviven ambas disciplinas? ¿Cuánto hay de música en la ciencia y al revés?

Hemos estado ligadas a la música desde muy pequeñas. Aprender música es aprender otro lenguaje, como el de las matemáticas. Además, ayuda a mejorar la memoria, la concentración, y tiene multitud de beneficios para la salud y el desarrollo de los niños y niñas. La música, el sonido, tiene mucho de física, y por las repercusiones que tiene en las personas, también de biología.

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