La mina de Zarréu debería estar cerrada antes del accidente: comparece el Jefe de Servicio de Minas

El Jefe del Servicio de Minas, Santiago Berjano, reconoció en comisión parlamentaria hoy jueves que la mina de Zarréu, en la que el 31 de marzo murieron 5 mineros tras una explosión de gas grisú, debería estar cerrada ya antes de producirse el accidente.

Berjano explicó que el incumplimiento por parte de Blue Solving de presentar el plan de labores para su proyecto de investigación complementaria y el fallo al depositar la fianza requerida implicaban jurídicamente la caducidad de la concesión.

“Tendríamos que haberlo hecho”

Según su relato, a principios de marzo convocó una reunión con la dirección de la empresa –a la que acudieron el titular, su padre y empresario minero Jesús Morán, y el director facultativo– para pedir explicaciones ante la falta de concreción de sus proyectos “verdes”. Dos meses después de requerir la fianza, esta seguía sin depositarse y el plan de labores era inexistente.

Berjano lamentó que la resolución no se llevara a cabo: “Seguramente tendríamos que haberlo hecho. ¿Qué es lo que pasa? Que viene el accidente y nos descompone un poco la situación”, explicó.

Todo era una estrategia

El jefe del Servicio de Minas justificó que no se vigilara más de cerca la explotación tras el accidente de 2022, en el que falleció un trabajador, debido a que Blue Solving presentaba un proyecto “nuevo” y orientado a la sostenibilidad. Sin embargo, aseveró que con posterioridad se demostró que esta era una “estrategia de ocultación” por parte de la empresa, que situaba sus labores de extracción ilegal de carbón en zonas de difícil o imposible acceso por la falta de seguridad.

Berjano describió el estado de la mina sin tapujos, coincidiendo en que es “el peor de los chamizos” y que “se cae a cachos”, careciendo de sistema de ventilación. En estas condiciones, afirmó, el acceso implica riesgo de hundimiento y de encontrarse con atmósferas con “trazas de metano”. Respecto a la concesión de permisos a la empresa Combayl para trabajar en la mina a pesar de su estado, incluso después de que se constatasen extracciones ilegales de carbón en 2022, Berjano defendió que la empresa asumió la sanción, cerró las bocaminas y se comprometió a asegurar las zonas en su memoria de desimpactación.

“El prado de la romería”

Berjano denunció que el Servicio de Minas quedó “relegado a la última posición” en la investigación del accidente. Afirmó que su equipo fue el último en acceder a la mina el día del suceso, cerca de las ocho de la tarde, después de varios grupos de policía judicial y expertos en explosivos.

Fue esa tardanza, según su relato, lo que provocó que la escena del accidente pareciera “el prado de la romería” y que se hubieran retirado elementos cruciales para analizar las causas de la detonación. Berjano mostró su “perplejidad” ante el hecho de que el juez instructor haya prescindido de la declaración del personal del Servicio de Minas que estuvo en el lugar en favor de “peritos terceros”, lo que a su juicio deja un “gran vacío” y la falta de la “segunda parte de la ecuación”: la energía necesaria para la explosión del metano.