Agarra un café y vamos al lío. ¡Buenos días!
Una cumbre de la OTAN da para mucho. Da para que Joe Biden y Pedro Sánchez hablen durante una hora en Moncloa y pacten el envío de nuevos buques de guerra a la base de Rota. También da para negociaciones de trascendencia entre jefes de Gobierno: Turquía ha levantado el veto al ingreso en la alianza militar de Suecia y Finlandia, a cambio de que los países nórdicos dejen de proteger a militantes separatistas kurdos perseguidos por el gobierno autoritario de Erdogan.
España con el Sahara, Suecia y Finlandia con los kurdos… los países europeos sueltan lastre en derechos humanos para afianzar un mundo que recupera los bloques. La OTAN, que estaba muy debilitada hasta hace un año, vuelve a sus orígenes en la conjura contra Rusia como “la principal amenaza”. Con su guerra, Putin quería ahuyentar a la OTAN de sus fronteras y ahora la tiene más cerca que nunca.
Hoy en el podcast, hablamos de la OTAN. Repasamos con mirada crítica el pasado y el presente de la alianza militar. Ucrania, Libia, Afganistán. Este capítulo tiene dos partes (hoy publicamos la primera, mañana la segunda) y cuenta con una voz con experiencia en los países donde la OTAN ha dejado su impronta, la periodista Olga Rodríguez.
La cumbre también ha dado para que EEUU y España se comprometan a una gestión “ordenada” de la inmigración “que garantice un trato justo y humano”. No ha hecho falta que Biden y Sánchez mencionen expresamente las muertes de Melilla, todos sabemos que trataban de salir al paso del asunto. EEUU se siente concernido porque es el principal patrocinador de Marruecos y sus intereses ante la UE, y porque tiene su propio flujo migratorio equivalente desde Centroamérica.
Mientras tanto, la Fiscalía ha iniciado una investigación para saber qué pasó exactamente en la frontera el pasado viernes. Un vídeo difundido por El Periódico muestra el momento de la llegada de los inmigrantes a la valla. La gendarmería marroquí les lanza botes de humo cuando están subidos a la verja y la valla se dobla y caen desplomados varios de ellos. La policía sigue usando material antidisturbios. El vídeo está grabado y editado por el Gobierno de Marruecos y por tanto está editado para dar la versión más favorable a su policía. Ni así se aprecia la enorme violencia que denuncian Rabat y Moncloa.
Nuestra compañera Gabriela Sánchez sigue en Nador, en Marruecos. Allí, víctimas, testigos y organizaciones tienen claro que desde el nuevo acuerdo de España con Marruecos, la represión marroquí es mucho más alta. Nos han enseñado sus heridas.
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Mañana nos leemos de nuevo.
Un abrazo,
Juanlu.
Sobre este blog
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