El caballo de Nietzsche es el espacio en eldiario.es para los derechos animales, permanentemente vulnerados por razón de su especie. Somos la voz de quienes no la tienen y nos comprometemos con su defensa. Porque los animales no humanos no son objetos sino individuos que sienten, como el caballo al que Nietzsche se abrazó llorando.
Animales en cabalgatas: un maltrato evidente y un lucrativo negocio
¿Qué es entonces para un reno mantenerlo atado, vestirlo con cascabeles como si fuera un bufón, obligarle a estar durante semanas viajando en camiones de pueblo en pueblo para recorrer durante horas las calles llenas de luces, con villancicos a todo volumen y una multitud de personas gritando alrededor? ¿No es eso tratar mal?
Uno de los renos de la cabalgata 'Papá Noel y sus renos' en El Escorial Amanda Romero
Atados de los cuernos a las vallas y al escenario, intentaban girarse o cambiar de postura pero las cuerdas, de apenas 20 cm, impedían cualquier movimiento más allá de los zarandeos angustiosos de la cabeza. Algunas familias al verlos a través de los plásticos de la carpa se giraban diciendo “pobrecitos”.
“¿Y a ese qué le pasa?”, escuchamos a unos metros y, al acercarnos, nos encontramos con un reno lleno de calvas y callos en la piel, con cataratas en los ojos y mucha rigidez en las patas traseras, que intentaba sin éxito liberarse del arnés de cascabeles que varios trabajadores colocaban sobre su espalda. Parecía anciano o enfermo, y era el que más se asustaba con los ruidos durante el desfile, tanto que varias veces tuvieron que sujetarlo porque quería salir corriendo.
La cabalgata de “Papá Noel y sus renos” en El Escorial (Madrid) ha sido epicentro de una enorme polémica por tercer año consecutivo, esta vez tras la viralización de unas imágenes que grabamos dos vecinas preocupadas por la situación de los animales. Un vídeo que en apenas 30 segundos evidenciaba tantas señales de malestar e incomodidad de los renos que en menos de 24h había superado el millón de reproducciones en redes sociales, con miles de comentarios y medios de comunicación locales y nacionales haciéndose eco de la situación.
Según el comunicado oficial que el Ayuntamiento se vio obligado a emitir poco después, “la cabalgata se ha realizado cumpliendo estrictamente la normativa de bienestar y sanidad animal” y “tanto la caída de pelo como la pérdida de cuernos forman parte de procesos naturales propios de esta especie”.
Dos tomaduras de pelo casi en la misma frase. Primero, porque ninguna administración pública debería sacar pecho por cumplir la ley como es su obligación; y segundo, porque la normativa de bienestar animal es tan laxa e insuficiente que su cumplimiento no garantiza ni los mínimos de respeto básico a las necesidades de cada especie. No olvidemos, por cierto, que este Ayuntamiento decidió modificar su propia ordenanza para hacerla aún menos exigente en materia de protección animal y así empezar con la ocurrencia de los renos en 2023.
Uno de los renos en El Escorial, atado con una cuerda que no le permite moverse Amanda Romero
Rápidamente saltaron algunas voces defendiendo que estos renos viven muy felices el resto del año en una finca en Cantabria (como dicen los taurinos mientras agonizan los toros en la plaza, qué curioso). Luego supimos que eran voces directamente conectadas con EVECAN, la mayor empresa de producción de eventos con animales a nivel estatal, que es quien está detrás de buena parte de las cabalgatas con renos, camellos y dromedarios que tendrán lugar por todo el país para celebrar Papá Noel y los Reyes Magos.
Según el portal de información sobre contratación pública, cabalgatas de renos como la del Distrito de Chamberí en Madrid o la de Villanueva del Pardillo rozan los 15.000 euros. Apenas unos céntimos por debajo para no superar el límite legal que permite la contratación directa sin concurso público. Así, los renos, camellos y dromedarios de EVECAN estarán de gira hasta que terminen las fiestas por municipios como Cercedilla (Madrid), Ourense o Tudela (Navarra), repitiendo el mismo show una y otra vez.
¿Pero qué pasa después? Pues el espectáculo continúa en este zoo-safari donde organizan bodas, cumpleaños y hasta despedidas de soltero con animales como parte de la fiesta. También paseos sobre ellos, excursiones escolares, alquiler privado, publicidad, cine, televisión. La maquinaria no descansa en ningún momento del año. Alpacas, cebras, dromedarios, camellos, ciervos y renos son el gancho para atraer al público, todo con su buen baño de marketing donde palabras como “reserva natural” o “conservación” disfrazan intencionadamente lo que no es más que un negocio que vive de mantener animales en cautividad y explotar el interés que despiertan con todo tipo de actividades lucrativas.
Hay que mantenerse siempre alerta con este tipo de proyectos, híbridos entre zoológico, circo y granja-escuela de los que desafortunadamente hay muchos otros operando a nivel local en el Estado español. Intentan camuflarse como centros de recuperación, conservación o reservas naturales, pero lo que hay detrás son simplemente empresas que han visto una oportunidad de negocio explotando animales para ocio y entretenimiento.
El debate en redes sociales y televisiones durante la última semana giraba sobre una cuestión clave: ¿Utilizar renos en una cabalgata es o no es maltrato animal? Muchas de las respuestas que escuchamos eran alarmantes (incluida la del propio Ayuntamiento): No se aprecia ningún maltrato animal“.
Yo planteo que esa pregunta ya no nos sirve. Se nos ha quedado pequeña.
Porque parte de una limitadísima noción de maltrato (que ya hemos superado con otras víctimas) entendida únicamente como lesiones o daños físicos. Pero no tiene que haber sangre, heridas, agresiones intencionadas o golpes para que entendamos que un animal está sufriendo. Los animales son individuos completos, complejos, con intereses y capacidades cognitivas, emocionales y relacionales propias. Y les amargamos la existencia de múltiples formas todos los días a todas horas.
Un reno en su hábitat natural estaría en este momento del año a -20 o -30 grados, pasaría la mayor parte del día en condiciones lumínicas de penumbra, alimentándose de líquenes, musgos, hojas de abedul y sauce. Estaría junto a su manada en enormes extensiones remotas, alejadas de cualquier ruido y campeando por territorios de varios kilómetros.
Renos en libertad en su hábitat Esther Murciano
¿Qué es entonces para un reno mantenerlo atado, vestirlo con cascabeles como si fuera un bufón, obligarle a estar durante semanas viajando en camiones de pueblo en pueblo para recorrer durante horas las calles llenas de luces, con villancicos a todo volumen y una multitud de personas gritando alrededor? ¿No es eso tratar mal?
Pero también a un camello, a un dromedario, a una oca, a una cabra. Exponer a los animales a situaciones que nunca elegirían voluntariamente es tratarlos mal, ignorar sus necesidades biológicas, emocionales y psicológicas es tratarlos mal, pensar que con comida, agua y no morirse ya tienen suficiente, es tratarlos mal.
Las leyes de bienestar animal en España permiten acuchillar a un toro públicamente hasta que se asfixie en su propio vómito de sangre. No puede ser este marco legal la brújula ética que guíe nuestra relación con los animales.
Podemos hacerlo mejor y los animales no merecen menos.
Desde las familias y como ciudadanía, no acudiendo a cabalgatas ni espectáculos donde se utilicen animales, pero también mostrando nuestro rechazo activamente con un mail, una llamada, una protesta o un escrito de queja a nuestro ayuntamiento. La indiferencia siempre juega en contra de los animales, y los pequeños gestos de mucha gente pueden inclinar la decisión de un alcalde o alcaldesa antes de firmar un contrato público.
Desde los ayuntamientos, dejando de conformarse con hacer lo mínimo y aspirando a ser un ejemplo de respeto, de ética y de valores, máxime en actividades dirigidas a la infancia.
Ver a los animales en su complejidad e individualidad, y entender que el sufrimiento que les provocamos va mucho más allá del maltrato físico, es el siguiente paso que tenemos delante para avanzar como sociedad.