El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Adiós, Ence (ya sabemos por qué te patrocinan tanto)
No han entendido nada. Los gestores de la empresa gallega Ence, la promotora de una incineradora de biomasa (y otros residuos) en el Puerto de La Luz y de Las Palmas, creen ser víctimas de un leve revés político y social. Ante el anuncio del presidente Fernando Clavijo de que su proyecto, en su actual formulación, no tiene cabida en Canarias por las graves consecuencias que sobre la salud de la población tendría, Ence ha reaccionado diciendo que buscará otra ubicación. ¿Otra ubicación? ¿Dónde? Pues otra ubicación en Canarias, según informó la compañía en su página web. Puede estar ocurriendo, efectivamente, que esta empresa peninsular no haya entendido el mensaje nítido que un amplio sector de Canarias, con algunas instituciones al frente, le lanzó a la cara: no los queremos aquí, váyanse con su incineradora por donde han venido. O puede que, habiéndolo entendido, se consideren protegidos y animados como se sintió durante muchos meses protegida y animada la petrolera española Repsol ante unas prospecciones petrolíferas disparatadas que generaron un gran rechazo social. ¿Por qué elige Canarias, precisamente Canarias, esta empresa especializada en celulosa y en energía obtenida a partir de residuos forestales, residuos ganaderos y residuos urbanos? ¿Quién está detrás de este empeño tan marciano? Canarias no posee masa forestal para atender una planta de esas características, lo que obligaría a importar la materia prima desde América y África. Tampoco es una región donde sea preciso un combustible de transición para pasar de los fósiles a las renovables: tenemos materia prima de sobra para la eólica, la solar, la mareomotriz… Es entonces cuando aparece el Ministerio de Industria con unas primas a la generación eléctrica con biomasa que quitan el hipo: hasta un 70% más de lo que paga por la eólica y aproximándose peligrosamente a los costes de generación por centrales térmicas canarias que Unelco gustosamente infla a sabiendas de que siempre obtendrá un beneficio del 7% cueste lo que le cueste la broma, vía Presupuestos Generales del Estado. Las primas otorgadas a la incineradora de biomasa echan por tierra cualquiera de los argumentos esgrimidos desde ese mismo ministerio sobre reducción del déficit tarifario y machangadas conexas.
Dos peces gordos del PP
Así las cosas, ¿quiénes son estos buenos señores de Ence que nos quieren endilgar una incineradora en Gran Canaria? Pues bien, repasando su propia web nos encontramos que el consejo de administración de la compañía, presidido por Juan Luis Arregui Ciarsolo, está compuesto por personas tan destacadas del Partido Popular como Isabel Tocino (ministra de Medio Ambiente con José María Aznar) o Fernando Abril-Martorell, colocado el año pasado por el Gobierno del PP como presidente de Indra, compañía dedicada a la producción de tecnología que acaba de recibir un suculento contrato de 200 millones de euros, en UTE con Navantia, para el Ministerio de Defensa. Indra se encargará, según ha informado en un comunicado, de los programas tecnológicos que necesitarán las futura fragatas de la marina española, los carros de combate VCR 8x8 y el helicóptero NH90. Altas primas para compensar los costes; destacadas personalidades del PP en el consejo de administración; declaración del proyecto de interés estratégico por parte del Gobierno de Canarias; anuncio de que buscarán otra zona; larga y severa conversación de Fernando Clavijo con José Manuel Soria este miércoles en Fitur… ¿No les va encajando la historia?
Compararse con Unelco
Los directivos de Ence se han incorporado un poco tarde al debate energético de Canarias y no han repasado convenientemente las hemerotecas. Si lo hubieran hecho quizás habrían descubierto que estamos a punto de superar el guineo de que el gas pueda ser nuestro combustible de transición hacia las renovables. Y que, por consiguiente, con las energías limpias queremos que vayan desapareciendo las centrales térmicas de las que dependemos. Por eso es un error de libro emitir un comunicado comparando las emisiones que generaría su incineradora de biomasa y otros residuos en La Isleta con las que genera la central térmica de Unelco en Jinámar. Como si resultara que los grancanarios desearan proteger de posibles competidores esa instalación obsoleta que contamina una barbaridad. Los motivos de salud pública son lo suficientemente contundentes para mandar a este tipo de plantas a hacer puñetas, en Canarias o en cualquier parte del mundo. Publicaciones especializadas y estudios de diversas universidades de todo el mundo resaltan la nocividad de sus emisiones. Y es en esos motivos tan contundentes en los que se ha basado el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, para anunciar que no habrá incineradora con el actual proyecto de Ence sobre la mesa. No le quedaba otra a Clavijo después de descubrirse que su Gobierno declaró estratégica la planta tras haber recibido los primeros dictámenes de Sanidad. Pero lejos de hacer un acto de contrición y anunciar que a) cambiarán su proyecto para minimizar los daños, o b) marcharse de Canarias con viento fresco (con perdón), la compañía peninsular ha optado por una chulería intolerable: buscará otro sitio en Canarias. O sea, otro sitio en el que los habitantes de los alrededores no se quejen de la mierda que les van a hacer respirar.
Dimite (o así) Mari Carmen Castellano
Más en lo doméstico y sin abandonar el Partido Popular que preside José Manuel Soria en Canarias, es necesario hacer referencia a la dimisión nada sorprendente de María del Carmen Castellano como presidenta de la cosa en Telde. Se veía venir desde el catastrófico resultado que obtuvo en mayo de 2015, cuando el PP pasó de ocho a tres concejales en la segunda ciudad de Gran Canaria. Ella ha alegado ante los suyos que abandona la dirección del partido por motivos personales y familiares, pero curiosamente esos motivos no le impiden continuar desarrollando su tarea como concejala de la oposición. Más parece el efecto de una de las purgas decretadas por José Manuel Soria, que ya adelantaba hace semanas en una visita a Telde que habría cambios en el partido. Castellano ha dimitido a principios del año durante el cual se supone que se celebrará el juicio por el caso Faycan, en el que aparece encartada y con duras peticiones de cárcel e inhabilitación por parte del Ministerio Fiscal. El juicio se ha demorado muchísimo principalmente por la batería de recursos presentados por los abogados de muchas de las personas acusadas. Este puede ser un buen año para celebrar el juicio porque no está prevista (de momento) ninguna consulta electoral. Que ya se sabe que en la Audiencia Provincial de Las Palmas no quieren perjudicar al PP con un juicio que pueda empañar su pulcra imagen ante el electorado en un eventual escenario de cercanía de urnas.
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