El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
El monopolio cementero se deja sentir
Los constructores de Gran Canaria están que trinan desde mediados de 2006, cuando se consumó lo que han dado en llamar un monopolio del cemento, una materia básica que, como todo el mundo sabe, sirve incluso para medir la vitalidad del sector. Los afectados nos han hecho llegar su alarma, sobre todo desde que a principios de este año se hayan impuesto nuevas condiciones de pago para los pedidos, lo que afecta directamente a la tesorería de las empresas. El monopolio, además, ha acordado un incremento de precios en los cementos y el mortero. La nueva situación monopolística arrancó cuando, a principios de 2006, Cementos Especiales de las Islas (CEISA) adquirió las acciones del grupo importador de cemento, Cementos Insulares, donde se encuadraban a su vez, Cementos de Gran Canaria y Cementos de Fuerteventura. Desde entonces, sólo quedan dos proveedores en Gran Canaria, Cementos Especiales y Cementos del Archipiélago, y un único suministrador en las islas de Fuerteventura y Lanzarote, CEISA.
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