Se relajaron las patrullas policiales y los chaperos han vuelto al Paseo de Madrid y alrededores, en el barrio de Ciudad Jardín, muy cerquita de la Supercomisaría de Las Palmas de Gran Canaria. Los vecinos estaban encantados porque desde que se publicara aquí un comentario con sus quejas, la recurrente presencia disuasoria de coches Z de la Policía Nacional hizo que ofertantes y demandantes desaparecieran por completo de los alrededores. Y no es que los chaperos molesten especialmente, lo peor es que los clientes que acuden a contratar sus servicios confunden churras con merinas, y los más jóvenes de la zona tienen que soportar todo tipo de insinuaciones y vejaciones que les disuaden de salir a la calle a partir de las nueve de la noche.