Muestran su preocupación por el estado de los troncos de palmeras muertas existentes en Valle Gran Rey
Tras el incendio que afectó a la zona alta de Valle Gran Rey (Guadá, Casa de La Seda y El Guro), ha habido un número relativamente alto de palmeras que han muerto, bien por causa directas debidas al fuego, bien por causas que presuntamente obedecen a la utilización de veneno de uso agrícola para causarles la muerte.
“Nosotros no entramos en que no se haya sabido nada al respecto de las investigaciones que hizo el Servicio de Protección a la Naturaleza (SEPRONA) y el Área de Medio Ambiente del Cabildo Insular, pero lo que es innegable es que los troncos de las palmeras muertas suponen un riesgo muy alto para los vecinos de Valle Gran Rey” señala Luis Hernández Bethencourt, portavoz del comité local de Sí se puede en la localidad sureña.
“Este riesgo aumenta cuando llueve intensamente y hace viento, ya que la masa vegetal se empapa y al pesar más, y verse aumentada la inestabilidad por causa del viento, existe un riesgo mayor de que estos troncos caigan a las vías públicas o a las viviendas cercanas” explica Hernández, quien añade “los troncos de los ejemplares muertos de palmeras son más inestables que los ejemplares vivos, ya que desde que murieron se ha producido un importante deterioro debido a la descomposición de los tejidos de sostén”.
Para el comité local de Valle Gran Rey, esta situación se ve agravada en los días con episodios de rachas de viento, en los que la sensación de inseguridad que sienten los vecinos afectados se ve aumentada. Troncos muertos de distintas alturas e importantes pesos están a escasos metros de viviendas e infraestructuras públicas, y debe ser un problema de absoluta prioridad.
Por todo ello, desde el comité se pide “que se acometan con urgencia y premura los trabajos de tala de estos troncos antes de que se produzcan accidentes y situaciones de emergencia por tal motivo”, declara su portavoz, que afirma “Valle Gran Rey ya ha sufrido y sigue sufriendo demasiadas circunstancias negativas aparejadas al incendio de agosto de 2012, como para que estemos jugando a la lotería con un problema que necesita resolverse con premura”.
Además de por temas de seguridad, resulta evidente que el paisaje de Valle Gran Rey necesita que se eliminen estos troncos por estética. “Podría entenderse que se dejaran algunos ejemplares en zonas sin riesgo a modo de recuerdo de aquella fatídica fecha, pero sabemos que si siguen ahí no es porque se quiera conmemorar nada, sino por la falta de sensibilidad de las autoridades gomeras con la seguridad de los ciudadanos y visitantes”.