El aumento de las explosiones del volcán incrementa el temor y corta la comunicación aérea en La Palma

El volcán de La Palma presenta dos nuevas bocas eruptivas

Raúl Rejón / Jennifer Jiménez / Iván Suárez

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“Intensificación del fenómeno explosivo”, lo ha llamado la Dirección General de Seguridad canaria. Lo que ha sentido la población de La Palma en Tajuya, Tacande o Los Llanos la tarde de este viernes es cómo se sucedían unos bombazos desde la boca del volcán que hacían temblar las paredes y los cristales. La fuerza de las explosiones expulsaba las cenizas y otro “material volcánico de alta temperatura” más allá del perímetro de seguridad que se había trazado hace días. Cientos de vecinos han tenido que evacuar sus casas a la carrera. Las cenizas han hecho que las compañías aéreas hayan cancelado sus operaciones con la isla.

Pasadas las 17.00 en La Palma, las explosiones crecían en intensidad. “Se ha dado una actividad sísmica muy intensa”, ha constatado más tarde la directora en Canarias del Instituto Geográfico Nacional, María José Blanco. No eran terremotos, sino “agitación del terreno a un nivel superior al registrado cuando se produjo la ruptura del cono principal”. Así que el Gobierno canario decidía que los barrios de Tacande de Arriba, Tacande de Abajo y Tajuya –en El Paso– debían confinarse ante la caída de más volumen de ceniza. Pero, justo cuando se ordenaba esa medida, los técnicos han detectado un “pico inmenso”, según ha dicho el Pevolca, de la intensidad por lo que se pasó a publicar la orden de abandono de la zonas. El Ayuntamiento de El Paso ha calculado que habían salido casi 400 vecinos aunque mientras el director del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, los ha cifrado en 160. La carretera que une este municipio con Los Llanos se atascaba casi inmediatamente al ser cortada para permitir el tránsito rápido de los vehículos de emergencia.

Sobre la ladera de la montaña, un poco más abajo del cono principal, se han abierto dos bocas nuevas. “Centros emisores”, los ha llamado María José Blanco. Por esas bocas sale “lava muy fluida”, aunque, de momento, discurre por encima de las coladas anteriores. El riesgo ante el incremento de los temblores era que que se produjera un derrumbamiento parcial o total del cono volcánico. Blanco ha explicado que “los peligros a los que se enfrentaría la población si se produjera un derrumbe del cono volcánico, serían las coladas de lava de alta temperatura y contenido de gases, poco viscosas, y que pueden saltar obstáculos topográficos”; también los fragmentos que saldrían disparados tendrían mayor alcance y se produciría una densa caída de cenizas. Pero de todos estos escenarios, el peor sería el derrumbe del cono volcánico.

En el centro de evacuados de El Paso todo eran carreras para desplegar el dispositivo de acogida. Las unidades de la Unidad Militar de Emergencias coordinaba el campo de fútbol. Lo cierto es que, hasta este punto de acogida ha acudido poca gente. La mayoría de los casi 400 evacuados tenían una segunda residencia, ha especificado el Ayuntamiento de El Paso. A medida que pasaba la tarde, el ambiente se ha ido relajando a la par que la intensidad de las explosiones, al menos, las que sentían los habitantes.

Con todo, Nayra Rodríguez y Felipe Lagarejo, dos profesionales del equipo psicológico de intervención de emergencias y catástrofes que se encuentran a la entrada para escuchar y sostener emocionalmente a estas personas para que puedan expresarse, remarcan que no se trata de una situación fácil. En ocasiones, explican que se forman momentos de cierto alboroto por la falta de información.

En el polideportivo donde estos días se está realizando acopio de ropa y otros enseres para la población evacuada, uno de los responsables, Rober Nazco, explica que “ya están a tope” y que se han tenido que habilitar otros almacenes, especialmente para guardar colchones y electrodomésticos.

“No se sabe qué explosiones habrá en diez minutos”

Los expertos aseguran que las fases más explosivas del volcán de La Palma son normales en los volcanes estrombolianos. José Luis Barrera, volcanólogo del Colegio de Geólogos, en conversación con elDiario.es, incide en que “no se sabe qué explosiones va a haber dentro de diez minutos. Desalojar es una medida acertada”. Sobre las posibles causas, María José Huertas, petróloga del Departamento de Petrología y Geoquímica de la Facultad de Ciencias Geológicas de la Universidad Complutense de Madrid explica que “si varía la cantidad de gases, si varían las características del magma, cambia su temperatura, cambia su viscosidad, o si cambian alguno de sus parámetros, entonces en el interior de la chimenea las explosiones pueden ser más o menos violentas y lo que sale al aire es más o menos cantidad de ceniza”.

La directora del ING ha explicado que este volcán “expulsa más lava por la noche y cenizas por el día”. La columna negra de hollín volcánico se ha ido intensificando los últimos días hasta terminar por cortar las comunicaciones aéreas con La Palma. El espacio aéreo no se ha cerrado oficialmente pero las empresas han preferido no operar. Primero fueron las compañías aéreas que dan servicio entre las islas y más tarde, Iberia informaba de que cancelaba su vuelo vespertino. Hacia las 19.00 del viernes, Iberia informaba a los clientes de que su vuelo del sábado también se cancelaba.

Las compañías marítimas que enlazan La Palma con Tenerife han visto cómo aumentaba de golpe su demanda. Este viernes por la tarde, al conocerse la cancelación de vuelos interinsulares, el puerto de Santa Cruz de La Palma se llenaba de gente haciendo cola que intentaba encontrar un pasaje hacia la isla del Teide. La naviera Fred Olsen ha incrementado sus rutas con Tenerife a partir de este fin de semana. En total, serán tres viajes los que unirán La Palma con Tenerife y otros tres a la inversa a partir de este sábado. La compañía informa de que uno de sus barcos tiene capacidad para 1290 pasajeros y otro casi 900

La situación se ha mostrado muy cambiante incluso en poco tiempo. La sismicidad ha vuelto a calmarse antes de cerrar la jornada, aunque los evacuados no han regresado a sus domicilios. La petróloga Huertas comenta que el incremento de explosiones puede deberse a que la lava se ha encontrado con un obstáculo, al contacto con gases o al toparse con agua. Según Barrera, las nubes blancas indican que el magma ha entrado en contacto con el agua. “Es un proceso muy vivo. A lo largo de una hora puede estar cambiando todo continuamente”.

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