Barco grande ande o no ande. Digo esto porque un barco grandísimo titánico iba a llegar a La Palma y el revuelo era tremendo, supertremendo, como si el ‘Seaview’ este fuera a solucionar todos nuestros problemas, acabar carreteras, habilitar balnearios, rentabilizar puertos, solucionar los crecientes barullos, demandas y conflictos volcánicos. Pero, ah, resulta que el barcote este no viene a La Palma, sino directamente a Tenerife y por lo visto todavía nos sorprende que La Palma baile con la más fea, o el más feo, para que nadie se ofenda, y que por lo visto todos los caminos de La Palma nos lleven a Tenerife. Las reacciones en nuestra isla varían mucho por lo que oigo en bares y mentideros, desde los que dicen que siempre que pasa igual sucede lo mismo hasta los que echan la culpa a los políticos pasando por los que dicen que se metan el barco por o los que dicen que más grande era el ‘Titanic’ y se hundió. Este que les habla que ha viajado en todos tipo de barcos y cascarones confiesa que después de haber navegado a sus seis años desde Vigo a Tenerife durante una semana en un barco que se movía más que el medio campo del Bayern Múnich y luego a La Palma en un correillo que asomaba tan poco del agua que parecía un submarino, el tema este del ‘Seaview’ lo comprende, pero le resulta, me resulta más indiferente aún que ver a DiCaprio sufriendo en el Titanic, que ya me llega con lo que me llega y bastante tenemos con lo que tenemos.