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¿Quién vota a quién en Extremadura? La brecha campo-ciudad marca el 21D
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¿Quién vota a quién en Extremadura? La brecha entre el campo y la ciudad que marcará el resultado del 21D

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Ainhoa Díez / Yuly Jara

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¿Cómo se vota en la Extremadura rural? ¿Y en las áreas con mayor poder adquisitivo? ¿Votan distinto los jóvenes respecto a los mayores? ¿Cuál es la brecha demográfica que marcará el resultado del 21D?

En elDiario.es hemos analizado los resultados calle a calle de las elecciones de 2023 en Extremadura y la encuesta preelectoral del CIS para hacernos una idea de los perfiles demográficos detrás de cada partido. Los datos son claros: el eje que vertebra el voto en la región este 21D es la diferencia entre quienes viven en la ciudad y en el campo. 

Extremadura, con una población de un millón de habitantes, es una de las comunidades más envejecidas de España. Es, además, una de las regiones en las que más peso tienen la agricultura y ganadería en el PIB. Un marcado carácter rural en la comunidad con mayor porcentaje de población viviendo en municipios pequeños: una de cada tres personas reside en una localidad de menos de 5.000 habitantes.

La fuerza del PSOE en las últimas autonómicas de 2023 salió precisamente de estas zonas rurales, donde los apoyos socialistas se dispararon. Dentro del bloque de la izquierda, por el contrario, la coalición Unidas por Extremadura (Podemos, Izquierda Unida y Alianza Verde) gana presencia en los municipios más grandes. Pero es en las grandes ciudades —que superan los 50.000 habitantes— donde la derecha es mayoría. El PP consiguió más del 40% de los apoyos y Vox obtuvo 1 de cada 10 votos.



La brecha de participación entre zonas rurales y ciudades también juega un papel importante en estas elecciones. En las anteriores, solo un 16% de la población se abstuvo en los municipios de menos de 1.000 habitantes, un porcentaje que aumenta cuanto más grande es el municipio y alcanza el 36% en las localidades con más de 50.000 habitantes. Es decir, cuanto más pequeño es el municipio, más activa políticamente es su población. Al menos, en elecciones autonómicas.



Las principales preocupaciones de la gente en esta comunidad pasan, en el caso de los jóvenes, por el estado de las infraestructuras, como la llegada del tren y los peajes. Para la población adulta, el paro y la agricultura son los temas más acuciantes, según figura en los datos del CIS preelectoral. Las distintas prioridades se ven reflejadas en un voto que el 65% de la población ya tiene decidido antes del comienzo de la campaña. Mientras, los más jóvenes decidirán en el último momento. 

Si en 2023 el PSOE fue el partido más votado en la comunidad (aunque quien llegó a gobernar fue el PP con el apoyo de Vox), este año el avance del CIS vaticina un batacazo para el partido de Miguel Ángel Gallardo, pasando del 39% al 31%, y un crecimiento en los partidos de derechas, donde el principal beneficiado sería Vox, que pasaría del 8% a concentrar un 17% de los votos. 

Unos apoyos que se distribuyen por edad entre partidos tradicionales y nuevos partidos, tal y como se muestra en el siguiente gráfico.



Vox, liderado en Extremadura por Óscar Fernández, recibe el apoyo, sobre todo, de los hombres. El bipartidismo tradicional, PP y PSOE, logra más apoyo entre las personas mayores mientras que Vox y Unidas por Extremadura son más populares entre los adultos jóvenes. Esta brecha está marcada además por el género: ellos son más de derechas y ellas, más de izquierdas.



Esta brecha entre el campo y la ciudad coincide con la edad. Los municipios menos poblados suelen ser los más envejecidos y dibuja diferencias de voto en función de la ocupación de los residentes.

Así, los datos muestran que es en los municipios donde más jubilados hay donde más respaldo reciben los partidos tradicionales. Por el contrario, los municipios en los que más de la mitad de los residentes están trabajando apoyan más a la derecha, superando el 50% de los votos. Mientras, donde hay más paro, el PSOE gana peso.



El bloque de izquierdas obtuvo la mitad de los votos solo en las localidades con menos de un 40% de ocupados y en aquellas con más de un 11% de parados. Los datos individuales de la encuesta preelectoral del CIS dibujan un escenario similar para las elecciones del 21 de diciembre. El PSOE saca sus mejores resultados entre jubilados, parados y empleados poco cualificados. 

Para estas elecciones, las encuestas dibujan un avance de Vox por dos vías: entre los directivos y gerentes y también entre los empleos de baja cualificación. Sus mayores apoyos están entre los trabajadores agrícolas, operadores de instalaciones y máquinas, ocupaciones elementales y artesanos.



Más renta, más voto a la derecha

La brecha urbano-rural se deja ver una vez más en la distribución del voto según el decil de renta del municipio. A pesar del peso de la agricultura y la ganadería en el PIB extremeño, las zonas agrícolas también son las que suelen concentrar rentas más bajas. 

Si dividimos los barrios extremeños en diez grupos iguales según su nivel de renta, el 10% más pobre es el que más vota a la izquierda. Más de la mitad de los votos van a parar al PSOE o a Unidas por Extremadura. Una cifra que se reduce a medida que aumenta el nivel de renta hasta llegar al 10% más rico en el que el voto al PSOE se reduce a la mitad y triunfan PP y Vox.

Una tendencia muy vinculada a la brecha entre el campo y la ciudad, ya que las zonas más ricas de Extremadura están en los barrios con mayor renta de las capitales de Badajoz, Cáceres o Mérida.



Esa brecha de zonas ricas y urbanas se ve también en el nivel de estudios de los residentes. Así, el PP y Vox encuentran su mayor apoyo en los barrios donde más gente ha pasado por la universidad. También Unidas por Extremadura recibe la mayoría de sus votos de las localidades con más población con estudios superiores, mientras que el PSOE es más popular entre los que tienen estudios secundarios. 

Es una tendencia que se mantendría estas elecciones, según el avance del CIS, que pronostica que el 38% de las personas con estudios superiores, donde las mujeres son mayoría, votarían al PP. El apoyo al PSOE desciende cuanto más alto es el nivel de estudios de la persona y el voto a Unidas por Extremadura sigue la tendencia inversa, es más popular entre los graduados universitarios, superando a Vox. 



Aunque la mayor parte del voto del partido liderado por María Guardiola se posiciona a la derecha en la escala ideológica, el PP también habría ganado el terreno al PSOE entre los moderados extremeños según el avance del CIS para las próximas elecciones. Entre los que se posicionan en el centro, los populares adelantan a los socialistas.

También Vox recibiría casi los mismos votos que los socialistas entre quienes se ubican en un 5 de la escala ideológica. Así, el PSOE y Unidas por Extremadura serían la opción para aquellos que se consideran de izquierdas.



¿Qué se puede esperar entonces de estas elecciones de Extremadura? Parece que el voto a los partidos de la derecha mantiene su fuerza en sus caladeros habituales: zonas urbanas, de renta alta y tasa de paro baja. Pero además podría pescar nuevos votantes de la izquierda: una de cada diez personas que apoyaron al PSOE en 2023 apoyarían hoy al PP.

Al mismo tiempo, aunque muchos que votaron a Vox volverían a los populares, el partido de extrema derecha también se llevaría un pellizco de antiguos votantes del PP.



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