Mientras vamos remontando la Bajada más extremadamente concurrida de todos los tiempos el Gobierno de las Españas nuestras de cada día nos ofrece 400 millones del ala para que pujemos por el TMT, el telescopio extremadamente descomunal, aunque pertenezco a ese sector poco científico de la isla, pero con aritmética extremadamente avanzada de los cálculos para llegar a fin de mes, a ese sector digo, que hubiésemos preferido la continuidad del wonderful sesenta por ciento, que tantas alegrías nos dio y ahora nos sentimos como Sancho Panza cuando en la ínsula Barataria, creo que La Palma, le ofrecen un gran banquete y cuando lo va degustar le sacan los platos de delante. Oigan, no nos tomen por tontos, que sí apreciamos la ciencia, pero esto va muy rápido y nos estamos alejando de aquel taoísmo metafísico palmero del “tú tranquilo”. Apenas estamos intentando asimilar el descubrimiento del telescopio LST, no LSD el sicodélico, sobre los chorros de los estallidos de los rayos gamma, toma sicodelia, sin contar con la extremadamente extrema aseveración de don Nemesio, vulcanólogo extremadamente prestigioso, de que estamos perdiendo la extremadamente única ocasión que tenemos de ser más geotérmicos que Islandia. Ahora cada vez que pongo a hervir un huevo veo las burbujitas geotérmicasdel susodicho vulcanólogo y me digo, pongamos a hervir los, digo, la isla, si queremos ser extremadamente no sé qué, pero tranquilos, que alguien nos lo acabará diciendo.