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Faro o sanjuanera (Gonospermum canariense / Asteraceae)

La Sabina-Tirimaga, Villa de Mazo (La Palma). Foto: PLPP.

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A final de primavera,

preludio de los calores,

lucen las brillantes flores

del faro o la sanjuanera.

Resalta sobremanera

entre la fronda del monte,

ilumina el horizonte

en cantiles descarriados,

riscales desperdigados

y fajas de piedemonte.

Jócamo, 30.VI.2025

Nota: Arbusto ramificado, que no suele superar los 2 metros de altura, salvo casos excepcionales. Las hojas, gris plateadas, son divididas (pinnatisectas) con los lóbulos dentados y tienden a formar rosetas al final de las ramas a medida que se secan al avanzar el verano. Las flores son diminutas, conformando capítulos que se agrupan en vistosos corimbos amarillos, que destacan como semáforos por las fechas de San Juan, motivo a los que alude su sonoro nombre común (faro o sanjuanero/a). Al respecto conviene precisar que nada tiene que ver esta especie con la popular “yerba de San Juan” (Hypericum perforatum), un pequeño granadillo que también florece por esta época, crece naturalizado en los montes de Tenerife y La Palma y es conocida en Europa por sus acreditadas propiedades ansiolíticas y antidepresivas.

Gonospermun canariense se considera endémica de La Palma y El Hierro, además de estar citada para Gran Canaria, traslocada como ornamental. En la isla de La Palma, la especie es relativamente frecuente en todo el perímetro insular, desde las medianías frescas hasta los 1.500 m de altitud, buscando los claros del monteverde y pinares templados, en riscos y promontorios rocosos donde resaltan sobremanera desde finales de primavera hasta entrado el verano.

Precisamente al coincidir el periodo de máxima floración con la festividad del Corpus Christi, es una planta muy familiar entre los corpuseros de Villa de Mazo que, lo mismo que el bejeque amarillo de los malpaíses históricos (Aeonium spathulatum), se utiliza para dar color y brillo a los meritorios pasillos y alfombras de la fiesta mayor del municipio.

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