El perejil y el geranio
El perejil, condimento,
estimula los sentidos
que permanecen dormidos
hasta llegar el sustento.
El geranio es ornamento
que despierta los fervores
de quienes ven en sus flores
alas para el corazón
sin motivo ni razón
de encontrar otros valores.
Jócamo, 9.I.2024
NOTA.- A veces, sin pretenderlo, el observador encuentra el necesario equilibrio entre el cuerpo y el espíritu en hechos o imágenes cotidianas, que pasan desapercibidas para el resto de los mortales, empezando por los propios autores del motivo que despierta nuestra atención.
La foto ingenua de esta jardinera campesina, en la que el humilde perejil (Petroseliunm crispum) crece junto al vistoso geranio sudafricano (Pelargonium zonale), es un ejemplo de lo que expreso.
Su autor, sin ser consciente de ello, muestra el sabio equilibrio entre ética, estética, ecología y economía, principios que rigen las bases del desarrollo sostenible. En este caso, el perejil, como especie culinaria, rica en vitaminas, es útil para el cuerpo; y el geranio con sus pompones floridos, simplemente recrea como ornamento al espíritu.
Un magnífico ejemplo de complemento hortícola y jardinero, válido para una lección práctica de ecología.
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