Nuevos destrozos sobre yacimientos guanches cuestionan su vigilancia y protección en Tenerife
El colectivo Imastanen hace un llamamiento a las autoridades de Arico tras descubrir nuevos destrozos en el patrimonio guanche de este municipio del Sur de Tenerife, del que sostiene que se trata de una de las localidades de la Isa con los más graves atentados contra el patrimonio material indígena en los últimos años, en un escenario insular, de por sí, “catastrófico por la falta de catalogación, protección, estudio y divulgación del rico legado”. Haciéndose eco de denuncias recientes de vecinos de la zona, los miembros de este grupo de arqueología social critican la “desaparición de un elemento patrimonial de gran valor” que formaba parte de un conjunto arqueológico integrado por cazoletas y canales “muy peculiar” junto a una instalación de Endesa que ya desató polémica en el pasado.
Imastanen lamenta, asimismo, la pérdida de “gran cantidad de restos líticos, malacofauna y cerámica” en este lugar, que ahora presenta “restos de chatarra desperdigados, lo que afecta a la propia estación de cazoletas, basura de todo tipo y un estado de abandono que excede cualquier excusa política posible”.
El colectivo recuerda que la red de alta tensión instalada por Endesa-Unelco hace años en esta parte de Arico, con una torreta de grandes dimensiones (en las imágenes) justo al lado de un importante yacimiento, acabó condenando este legado, lo que ahora se ha visto agravado con la desaparición de diversos elementos. “Este proyecto energético contaba con la señalización y vallado del yacimiento, promoviendo incluso su valor cultural a través de futuras visitas. Sin embargo, esta era la mentira bondadosa que permitiría que el tendido pasara justo por encima del yacimiento, ya que ahora el vallado que se colocó para delimitar el Bien de Interés Cultural guanche ha desaparecido, así como la cartelería que lo señalizaba. El lugar acabó en el abandono más absoluto debido a la imposibilidad de compatibilizar las prometidas visitas arqueológicas con el hecho de que, justo sobre las cabezas de los escolares y otros visitantes previstos, pasa un tendido de alto voltaje”.
Esta situación, según censuran, responde “exclusivamente a la total ausencia de interés y voluntad política por parte de los responsables de su salvaguarda y conservación. Ninguno de los diferentes partidos que han pasado por el poder en Arico ha demostrado históricamente el menor interés en desarrollar programas destinados a la adecuada protección del vasto patrimonio guanche presente en la localidad. Ni tan siquiera se ha puesto en práctica la obligación jurídica manifestada en la Ley de Patrimonio Cultural de Canarias del 2019, por la que cada municipio está obligado a contar con su catálogo arqueológico municipal actualizado”, critican.
En este sentido, censuran la preparación de “proyectos fallidos con dinero asignado que acaba esfumándose, sin que se llegue a realizar intervención alguna y gestos anecdóticos del todo insuficientes, que no han supuesto ningún freno a la oleada de atentados y expolio que viene sufriendo el patrimonio arqueológico, completan el panorama que ofrece el panorama institucional en lo que arqueología guanche se refiere. Mientras, edificios coloniales, iglesias, festividades religiosas y folclóricas de todo tipo copan los fondos de financiación en las diferentes áreas locales que aglutinan las concejalías de Cultura, Patrimonio y Fiestas”.
Más intervenciones y destrucción
En esta línea, alertan de otra intervención relacionada con la instalación de parques fotovoltáicos en el municipio, lo que “ha destruido completamente una estación de cazoletas y canales de hermosa factura como consecuencia de la excavación de una zanja destinada a una instalación de cables y tuberías soterradas. La zanja atraviesa en su recorrido el espacio declarado como monumento natural, afectando dramáticamente a numerosas especies protegidas, como cardoncillos, tabaibas, verodes y balos, en una cicatriz desoladora de varios kilómetros que, además, afecta al propio sendero que circula por este espacio protegido”.
El colectivo ha informado de estas situaciones al área insular de Patrimonio la desaparición de estas cazoletas, “en espera de que se confirme su previa catalogación. Este es uno de los motivos por los que insistimos en la necesidad de que cada municipio cumpla con la ley y actualice sus catálogos arqueológicos, ya que aquello que no está registrado es pasado por alto en los informes que acompañan la concesión de licencias. No obstante, tampoco sería la primera vez que una actuación tan destructiva sobre el paisaje tenga lugar en Arico sin siquiera conocimiento de las propias autoridades locales”.
“Como ya dijimos en otro caso reciente –añaden-, Arico es actualmente un territorio sin ley: rodajes cinematográficos, trazados de vías estructurantes asociadas a instalaciones fotovoltáicas y eólicas, desmontes sin autorización, circuitos ilegales de motos y bicicletas u otras actuaciones que han comportado la afección y destrucción de yacimientos indígenas han tenido lugar incluso sin el conocimiento del ayuntamiento como ellos mismos han reconocido públicamente”.
Pérdida de una cueva guanche de gran relevancia y simbolismo
Otro caso que critican es el creciente número de personas “atraídas por el mundo guanche y que se hacen eco a través de redes sociales de prácticas que consideramos nocivas y que suponen, además de una ilegalidad, un acto de irresponsabilidad sobre el que conviene reflexionar”. Así, se refieren a la alteración de una cueva “que contiene un importante yacimiento guanche, de asombrosa manufactura y de un simbolismo sin par. Al parecer y tal y como el propio autor reflejó en sus redes sociales, supuestamente habrían procedido al barrido del suelo de la cueva, con tal de dejar a la vista el dibujo que trazan los canales sobre la superficie. En las fotos divulgadas, se puede apreciar la desaparición de gran cantidad de material que antes cubría el suelo y aparece una persona posando en el interior del yacimiento alterado para, a continuación, elaborar pseudoteorías con las que, presumimos, sólo se pretende ganar visibilidad y likes. Creemos que el patrimonio no debe convertirse en un escenario de vanidades, ya que inevitablemente atraeremos a personas ignorantes o con intenciones nada honrosas, tal y como ha quedado demostrado en innumerables ocasiones”.
Según recalcan a Canarias Ahora, “esta actuación se encuentra en los antípodas de lo que defiende la arqueología social, ya que no solo supone la alteración de un yacimiento sin estudiar -con la consiguiente pérdida de posible información, que sólo los profesionales deben realizar bajo estrictos protocolos de prospección-, sino que, además, crea un precedente y actúa como reclamo público hacia este tipo de prácticas. Unas prácticas que, recordamos, la ley estipula sancionables y que, pese a todo, han llevado en tiempos recientes a una aceleración en el expolio de materiales arqueológicos irremplazables”.
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