Canarias pretende reforzar la seguridad y la convivencia en los centros educativos con una figura policial como agente tutor
La Consejería de Educación, Formación Profesional, Actividad Física y Deportes del Gobierno de Canarias, dirigida por Poli Suárez, impulsará la puesta en marcha de la figura del Agente Tutor como herramienta de apoyo preventivo en las islas, “como herramienta preventiva para mejorar la convivencia escolar”, informa el Ejecutivo regional en una nota.
Según detalla, esta iniciativa parte de la voluntad de la Consejería de explorar, junto a los municipios canarios y a través de la Federación Canaria de Municipios (FECAM), posibles vías de colaboración que permitan valorar y ampliar la implantación de un modelo ya desarrollado en Canarias, favoreciendo una actuación coordinada en materia de prevención y convivencia escolar.
El programa nació en La Orotava (Tenerife), donde la figura del Agente Tutor comenzó a desarrollarse desde la Policía Local como una iniciativa orientada a la prevención y al acompañamiento del alumnado en 2018.
El Agente Tutor actúa en coordinación con la comunidad educativa y los recursos municipales para anticiparse a situaciones de riesgo, mediar en conflictos, prevenir el absentismo, detectar vulnerabilidades y promover el uso responsable de las tecnologías, entre otras funciones relacionadas con el bienestar del alumnado.
La implantación del proyecto ha contado con la participación del oficial Marcos Val, con quien la Consejería ha mantenido conversaciones para conocer de primera mano el desarrollo de la iniciativa, y cuyo trabajo coordinado con los centros educativos y los servicios municipales ha permitido sentar las bases de un enfoque que ahora se aspira a analizar, reforzar y proyectar al conjunto del archipiélago.
La figura del Agente Tutor está orientada a la protección y al acompañamiento de niños, niñas y adolescentes, y actúa de forma coordinada con la comunidad educativa y los recursos municipales, con el objetivo de anticiparse a posibles situaciones de riesgo y mejorar el clima de convivencia en el entorno escolar.
Desarrollada desde los cuerpos de seguridad locales, en colaboración con los centros educativos, las familias y los servicios sociales municipales, esta figura desempeña funciones como la detección temprana de situaciones de vulnerabilidad, la mediación en conflictos, la prevención del absentismo y la educación en el uso responsable de las tecnologías, entre otras actuaciones vinculadas al bienestar del alumnado y de las comunidades educativas de los centros.
La incorporación de este modelo permitiría reforzar la seguridad y la convivencia en los centros educativos, mejorar la atención ante casos de absentismo, acoso o conductas de riesgo y favorecer canales estables de comunicación entre los centros y los servicios municipales, con intervenciones adaptadas a la realidad de cada territorio.
En este sentido, Poli Suárez señaló que “dar este paso supone reafirmar nuestro compromiso con la convivencia en las aulas, con el objetivo de estar lo más cerca posible del alumnado y anticipándonos a situaciones de vulnerabilidad, complementando así el esfuerzo que ya de por sí realizan las comunidades educativas de todo el archipiélago”.
En la misma línea, el consejero subrayó “la importancia de la colaboración con los ayuntamientos, cuyo papel es esencial, a través de sus policías locales y de los servicios municipales, para que este proyecto sea un éxito, situando a los más jóvenes en el centro de nuestras políticas”.
Según la Consejería, con esta iniciativa se pretende reforzar la convivencia, la protección del alumnado y la atención temprana ante situaciones de riesgo en los centros educativos del archipiélago.
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