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Cantabria pasará el lunes a la fase 1 de la desescalada al cumplir con los requisitos establecidos para relajar las restricciones

Un vecino de Santander pasea delante de un cartel durante el estado de alarma. | JOAQUÍN G. SASTRE

Laro García

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Cantabria comenzará a recuperar una cierta normalidad a partir del próximo lunes 11 de mayo, una vez que el Ministerio de Sanidad ha confirmado esta tarde que la comunidad autónoma cumple todos los requisitos establecidos por las autoridades sanitarias para avanzar a la fase 1 de la desescalada y relajar algunas de las restricciones impuestas como consecuencia de la crisis sanitaria de la COVID-19.

De esta forma, los residentes en Cantabria podrán moverse libremente por todo el territorio autonómico, poniendo fin a la etapa más dura del confinamiento provocado por el avance del coronavirus, y como principal novedad estarán permitidas las reuniones de familiares o amigos de hasta diez personas como máximo y si son no vulnerables ni con patologías previas, tanto en los domicilios como al aire libre.

Seguirán vigentes unas condiciones estrictas de seguridad, como el mantenimiento de una distancia mínima de dos metros con nuestros interlocutores, o la recomendación de aplicar medidas higiénicas como el lavado frecuente de manos o el uso de mascarillas, principalmente en los transportes públicos, donde son obligatorias, y en los establecimientos cubiertos como los supermercados o los comercios, que poco a poco podrán ir abriendo sus puertas en esta nueva fase de la desescalada que afronta Cantabria a partir del lunes.

El Gobierno de España permitirá a partir de ahora el inicio parcial de actividades del pequeño comercio “bajo condiciones estrictas”, como la limitación del aforo al 30% manteniendo una distancia mínima de dos metros entre clientes y esta etapa supondrá una relajación de las medidas en la hostelería, ya que se permitirá a los bares y restaurantes abrir las terrazas aunque con una ocupación máxima del 50%.

También se podrán abrir hoteles y alojamientos turísticos “excluyendo zonas comunes”. Además, se permitirán los velatorios, a los que podrán acudir un máximo de 15 personas en los que se celebren al aire libre y de diez para los que lo hagan en instalaciones cerradas.

El objetivo del Gobierno es que en esta fase se reactiven también de forma progresiva los servicios sociales, “con atención prioritaria a colectivos más desfavorecidos”. Entre ellos, indica el plan, “en atención a las personas con discapacidad, las terapias de atención temprana, ocupacionales, de rehabilitación y psicosociales” y de atención domiciliaria y seguimiento continuo a personas que no vivan en residencias.

“Ningún problema” para cumplir

El consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez (PSOE), se había manifestado esta semana seguro de que “Cantabria cumple o está en disposición de hacerlo” y “sin ningún problema” los requisitos sanitarios para pasar a la fase 1 de la desescalada tras el confinamiento por el coronavirus.

Según explicó, la comunidad cuenta ya con el número de camas en unidades de cuidados intensivos exigidas por el Ministerio de Sanidad -entre 1,5 y 2 por cada por 10.000 habitantes- para poder atender un posible rebrote y está en disposición de instalar “en cinco días” las camas de hospitalización requeridas si se produce una agravamiento de la situación en los centros sanitarios a causa de la COVID-19.

Una decena de peticiones

En su petición para avanzar a la fase 1 de la desescalada, Cantabria planteó en su informe para el comité de expertos del Ministerio de Sanidad la inclusión en esta etapa de cerca de una decena de actividades para que puedan desarrollarse a partir del lunes 11 de mayo “con todas las garantías de seguridad” y de acuerdo con las particularidades de la comunidad autónoma.

Entre esas propuestas figuran la práctica de los bolos, la pesca de recreo, la apertura de centros de ITV (Inspección Técnica de Vehículos) y concesionarios sin límite de dimensiones por sus “características diferenciales” con respecto al resto de territorios, con el visto bueno de la comisión que diseña el plan de desescalada autonómico, bajo la coordinación del profesor de la Universidad de Cantabria y responsable del Grupo de Investigación en Economía Pública y de la Salud, David Cantarero.

Con el mismo criterio, la comunidad autónoma también reclamó que retomen su actividad los viveros de plantas, las oficinas y despachos profesionales y los talleres que realizan la ITV, cuyas dimensiones son habitualmente superiores a las que el Estado ha fijado como límite para la apertura, como medida para garantizar la seguridad viaria.

Además, la comisión cántabra de desescalada planteó la posibilidad de que los puntos limpios puedan ser utilizados por cualquier ciudadano, no solo por los profesionales, que podría acceder a instalaciones que estén dentro del término municipal de residencia o en el adyacente.

Retraso en la comparecencia

La rueda de prensa del ministro de Sanidad, Salvador Illa, y del doctor Fernando Simón estaba prevista para las 17.45 horas y se ha retrasado hasta las 20.30 horas, en un espacio de tiempo en el que se ha ido conociendo por goteo el veredicto en algunos territorios.

Esta situación de incertidumbre ante la falta de noticias y de una hora concreta sobre la celebración de la comparecencia ha provocado la reacción de “indignación” del presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, en su cuenta de Twitter. “Veo en televisión filtraciones sobre quién pasa de fase y quién no, mientras los presidentes seguimos sin noticias. Ya llevamos más de dos horas de espera”, ha denunciado el líder del Ejecutivo autonómico.

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