Ecologistas en Acción denuncia los actos taurinos que se hacen en la provincia
Ecologistas en Acción ha vuelto a señalar un año más su rechazo a los encierros y festejos taurinos que se realizan en la provincia de Guadalajara durante el verano en los numerosos pueblos. En dichos encierros, según comunica la organización, los animales son torturados y maltratados para al final ser matados con un tiro en la cabeza, lo que consideran un acto vil y cruel. La organización ha dejado muy claro que condenan todo tipo de violencia para con los animales y piden a los ciudadanos de la provincia y de la región que encuentren otras formas de divertirse en los festejos locales que no impliquen el daño a otros seres vivos, aludiendo además al peligro que ellos mismos corren en estos festejos, como demuestra el numeroso balance de heridos de cada año.
La organización ha presentado su campaña anual de denuncia de irregularidades en este tipo de festejos, en la que animan a todo asistente a que señale cualquier irregularidad de la normativa de Festejos Populares de la región. La misma formación considera que este reglamento se rompe sistemáticamente, por lo que no es muy difícil encontrar alguna incidencia.
Citando casos concretos, se ha denunciado la inseguridad de estos festejos, tanto para asistentes como para los animales, poniendo de ejemplo los heridos de gravedad en los encierros de Uceda y de Brihuega. Precisamente los encierros de Brihuega, unos de los que más fama tienen en la región, registraron este año menos asistencia de público que otros años. En ellos, una de las reses tuvo que ser sacrificada a sangre fría al sufrir una conmoción cerebral. Ecologistas en Acción señalan que las otras tres reses, después del encierro, siguieron el mismo destino.
En Marchamalo se celebrará próximamente su feria taurina, con corridas de toros, novillos y suelta de vaquillas. Allí, la organización denuncia el fomento que se hace de estas actividades con los niños y jóvenes, con abonos gratuitos para los menores de 11 años y económicos para los menores de 15. La ONU ya expresó que es muy perjudicial exponer a los niños a tales niveles de violencia en su desarrollo.
El último ejemplo que cita la asociación es el de Iriépal, donde cada año se suelta un toro por el término municipal bajo un perímetro. El año pasado el toro pasó ese perímetro ocasionando el caos en la localidad. Para evitar esos problemas, este año rodeando el perímetro se colocaron policías y guardias civiles en un amplio dispositivo, con orden de disparar a matar si el toro pasaba los límites de ese perímetro. Ecologistas en Acción critica el usar a fuerzas del orden público para una actividad en la que se maltrata a un ser vivo y que levanta rechazo social por parte de la administración pública. Al finalizar el acto los agentes tienen que matar al toro con un disparo en la cabeza.
El ejemplo más controvertido en España es el de Tordesillas (Valladolid), donde se celebra el 'Toro de la Vega' a mediados de septiembre de cada año. En esa actividad la población local persigue a un toro por el pueblo con lanzas (armas que pueden causar alguna desgracia) hasta darle muerte. Al rechazo social de ese evento se suman el de personalidades como el humorista Leo Harlem, que iba a dar el pregón de las fiestas, pero que lo ha rechazado finalmente ante su repulsa al maltrato animal.
