‘De Dag’ (‘The Day’): las dos caras de la moneda de un atraco

En España, con el estreno de ‘La Casa de Papel’, a mediados de 2017, se pusieron de moda los atracos a grande escala. El asalto a la Casa de la Moneda, perpetrado por el profesor y su banda, recogió los distintos vericuetos entre los ladrones y rehenes dentro de ella. Una historia enmarcada dentro de un subgénero bastante trillado y manido al que, los belgas ('Tabula Rasa', 'La Trévé', 'Ennemi Public'), se han encargado de insuflar un pequeño soplo de aire fresco.

‘De Dag’ (‘The Day’) ha sido creada y escrita por Julie Mahieu y Jonas Geirnaert, para el canal Telenet. Los dos guionistas consiguen dar un toque especial y de aire fresco a un subgénero bastante tratado en televisión y cine. Una novedad a la hora de estructurar y narrar de la historia que puede hacer sentir al espectador que está bien algo nuevo y diferente y, eso, es el gran triunfo y clave de la serie.

La historia se emplaza en una pequeña y tranquila ciudad de Bélgica; sin embargo, esa cotidianidad se ve sorprendida por un atraco al alba en una de las sucursales bancarias principales. Los atracadores retienen a una serie de rehenes donde se incluyen a una niña y un niño.

En el lado policial, las autoridades se mueven rápidamente para acordonar un perímetro de seguridad alrededor del banco, para cumplir las exigencias de los atracadores. Un equipo especializado en negociaciones de este tipo se encargará de mediar en la situación, mientras los agentes investigan.

La serie, con una temporada de doce episodios, cubrirá las primeras y decisivas 24 horas de este atraco con rehenes en la pequeña sucursal. La novedad que, difiere de este trillado subgénero, está en su estructura narrativa, en la forma de contar la historia. En ella se conocerán los dos puntos de vista -la policía y los atracadores-: en los impares, el espectador se situará en el lado de los agentes, los familiares y todo lo que tiene que con el exterior; y, en los pares, la visión de los atracadores y rehenes.

La clave es que, por ejemplo, el episodio uno -policía- y dos -atracadores- compartirán el mismo lapso o periodo de tiempo. Eso hará que el espectador conozca con precisión todos los detalles y vaya atando cabos ya que sabrá mucho más que la policía y que los propios ladrones. Será un testigo 360º de todas las partes de la historia y que podrá llegar a sentir que en una es un ciudadano más y, en la otra, sentirse como un posible rehén.

‘De Dag’ tiene esa ambientación grisácea, inhóspita y fría que tanto caracteriza a la series de aquellos lares. Busca que el espectador sienta muchas emociones al pivotar entre las dos caras de la historia. El guión sabe gestionar muy, muy bien toda la información a lo largo de los episodios y, de ella, consigue enganchar y a atrapar al público. Ese torrente de emociones y tensión crean en el espectador un desasosiego y turbación brutal. Además, cada final de capítulo ceba -cliffhanger- de manera acertada al público que provoca una gran adicción.

La narración no deja prácticamente respirar al espectador a través de un gran ritmo y tensión durante la temporada, pero sobre todo por la gran agudeza de los guionistas a la hora de construir la historia. Todo perfecta y adecuadamente cimentado. Tanto es así que, ‘De Dag’, tiene dos directores diferentes -Gilles Coullier y Dries Vos- para los episodios pares e impares y, así, asegurar un tono y una puesta en escena distinta. Los detalles cuenta y más en esta serie.

Esta serie belga aporta un enfoque distinto a todo lo que estamos acostumbrado de ver sobre series o películas de atracos. Sin embargo, ‘De Dag’ no solo apuesta por una estructura narrativa novedosa, sino también, por un guión salvaje y una ambientación digna del nordic noir.

En nuestro país todavía no tiene cada de emisión, pero no dudo que en los próximo meses se estrene en España. Dado que ‘De Dag’ fue una de las mejores series europeas del 2018.