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Hoy, 12 de mayo, celebramos el Día Internacional de la Enfermería, una efeméride que nos permite dar visibilidad a una profesión en la que reside el corazón de la atención sanitaria, el vínculo real entre la medicina y las personas que sufren una enfermedad.
Cada profesional de la enfermería tiene en sus manos la delicada tarea de convertir un tratamiento en una acción capaz de curar, aliviar el dolor o prevenir riesgos. Son los profesionales de la enfermería los que convierten los protocolos en cuidados, las medicinas en remedios, quienes dotan de normalidad los procedimientos que nos son ajenos y consiguen que parezca fácil lo que más nos asusta.
En este sentido, es imprescindible valorar la gran responsabilidad de su trabajo y la sobrada eficacia con la que ejercen su labor las 24 horas del día en hospitales y centros de atención primaria de toda España, no siempre suficientemente reconocida y que merece ser destacada en un día como hoy. Como sabemos, la calidad de los profesionales de enfermería españoles es muy valorada también fuera de nuestras fronteras por su esmerada formación y la calidad de su trabajo.
Su labor es igualmente imprescindible cualquiera que sea la tarea a realizar. Ni una sola de las acciones que se llevan a cabo en la atención sanitara sería posible sin la intervención de las enfermeras y los enfermeros, no importa si se trata del más complicado de los trasplantes o de una revisión rutinaria de un enfermo crónico. Sin su trabajo, no puede ejecutarse ni comprenderse la atención sanitaria.
Pero sin duda, lo que mejor representa la enfermería es la vocación de servicio a los demás, en trato cercano, casi íntimo, con el paciente en los momentos de mayor vulnerabilidad, cuando nos sentimos más indefensos. La empatía y la paciencia son cualidades inherentes a esta profesión, así como su capacidad para controlar los estados de ánimo hasta en los momentos más delicados.
Sirvan estas líneas para agradecer vuestro esfuerzo diario, sean cuales sean las circunstancias, superando las dificultades y las limitaciones de medios o recursos, en medio de la presión constante por la saturación de los centros sanitarios en nuestra región. Gracias por vuestra actitud de entrega y por mantener vivo el corazón de la atención sanitaria.